El oro, como metal precioso, siempre ha sido codiciado en cualquier época de la historia. Incluso en la actualidad con la «crisis económica mundial» que estamos pasando cada vez más personas encuentran en el oro un valor «seguro» a largo plazo. Pero retrocediendo en el tiempo encontraremos otra utilidad que nada tiene que ver con el puramente financiero o monetario, su uso medicinal.
En el antiguo Egipto ya lo describen en el papiro de Ebers y unos siglos después, en los escritos de Hipócrates, aunque su uso comenzó a extenderse durante el siglo XIV hasta principios del siglo XX.
Veamos algunos de los usos médicos que se le ha dado:
-Hace miles de años como tratamiento del prurito (picor) palmar.
– Paracelso lo recomendaba como elixir de la vida, al igual que el mercurio.
-Los individuos que podían permitírselo masticaban láminas de oro y lo añadían a las comidas en forma de polvo, a modo de condimento. El rey francés Luis XII (1601-1643) llegó a beber gran cantidad de oro líquido (conocido también como oro potable por los alquimistas de la época) para cuidar su lastimosa salud.

Llegó a utiizarse para tratar el asma, la lepra, la sífilis, las epilepsias, las esterilidades …, siendo a finales del siglo XIX cuando se inicia el uso de las sales de oro en el tratamiento (crisoterapia) de la tuberculosis -aunque con escasos resultados-.
Será en un congreso médico celebrado en el año 1890 -con la presencia de Robert Koch- que se comienza a tratar la tuberculosis con dicho metal precioso, pues solo las sales aurosas, que contienen azufre, eran capaces de inhibir el crecimiento del bacilo tuberculoso en cultivos.
En 1927 Landé comienza a usarlas en patologías no tuberculosas por su efecto antiséptico. En un ensayo clínico que se realizó en la ciudad de Detroit en 1931, se demostró su falta de eficacia en las infecciones tuberculosas abandonándose su uso definitivamente.
Aún en la actualidad, y aunque pueda parecernos increíble, el oro se sigue utilizando como tratamiento de segunda línea para el tratamiento de la artritis reumatoide y en el lupus discoide por su efecto antiinflamatorio. Incluso se ha usado como fuente de radiación en el tratamiento de algunos cánceres, en su forma radioactiva coloidal, pero uno de los inconvenientes que tiene es que provoca la aparición de una importante hipoplasia medular.
Como habréis podido comprobar el oro no solo es un metal precioso sino que se ha utilizado con otros fines, aunque hay personas en la actualidad que incluso lo utilizan en los spas (de ricos, claro).
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Yo creo lo mismo que tu, tenerlo en la mano mas que en el estomago o en el cutis, besos desde pamplona
Hola Esther,
puedo comprobar que sigues leyendo los posts a pesar de estar lejos de tu ciudad natal. Espero que no se te halla ocurrido ponerte delante de los toros en los encierros de esa maravillosa fiesta que son los San Fermines.
Un saludo,
Fco. Javier Tostado
Los metales pesados no tienen, en la actualidad, buena prensa por su nefrotococidad y alteracion sanguinea. Su uso es muy restringido y desde luego bajo control exclusivamente médico.
Hola Luis Pablo,
subscribo todo lo que dices.
Saludos y bienvenido por los comentarios del blog.
Súper interesante
Hola Merche,
muchas gracias por leerlo y animarte a comentar.
Saludos y bienvenida
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