
Este cuadro conocido también como «La Barbuda», nos haría dudar a la hora de señalar quién es el hombre y quién la mujer si no fuera por el detalle de que uno de los personajes aparece con su seno descubierto dando de mamar a su hijo recién nacido. No alarguemos más la indecisión que pudiéramos tener: el de la izquierda es el marido y el de la derecha su mujer, su nombre, Magdalena Ventura de los Abruzos.
El óleo fue un encargo del duque de Alcalá -Virrey de Nápoles- al pintor José de Ribera en 1631 y, tras heredarlo su descendencia, solo saldría de su colección particular cuando Napoleón se apropió del mismo, llevándolo a París en 1808 y recuperándolo la Casa de Medinaceli veintiún años después.
Si nos fijamos en la pilastra pintada en el ángulo inferior derecho del cuadro veremos una inscripción en latín que narra como doña Magdalena a los 37 años de edad comenzó a crecer una barba más espesa que la de su marido, Felici de Amici. Ella -ahora no debéis tener ninguna duda de que es ella y no él- sostiene en brazos a su tercer hijo, y si nos fijamos otra vez en las lápidas, encontraremos el detalle simbólico de una bobina de lana dentro de una concha, símbolo hermafrodita.
La sociedad renacentista estaba muy dada a representar «monstruos» de la naturaleza -bufones, enanos y personajes deformes…-, siendo especialmente populares en la corte de Felipe IV. Ribera creó esta obra pictórica siendo considerada después como una de las más sobresalientes de la colección Medinaceli y una de las más curiosas de Europa.
Se muestra un caso severo de hirsutismo (aumento de vello excesivo en mujeres en zonas donde no suelen tenerlo) y de virilización. Frecuentemente se asocia a acné, caída del cabello y alteraciones del ciclo menstrual, debiéndose a un aumento en la concentración de la testosterona. Afecta al 10% de las mujeres si tenemos en cuenta su forma mas leve, desconociéndose habitualmente la causa y siendo más frecuente en la raza blanca y excepcional en la asiática.
Entre las causas conocidas podemos citar: las originadas por una alteración de la glándula hipofisaria (tumores…), de las glándulas suprarrenales (tumores, síndrome de Cushing o déficits enzimáticos) o de los ovarios (síndrome de los ovarios polimicroquísticos); por medicamentos y otras…
Aunque nunca lo llegaremos a saber, por la aparición tardía de la clínica en doña Magdalena, por su lenta progresión en años (rondaba los 50 años cuando la pintaron en el cuadro) y por otros signos que podemos apreciar (obesidad…) podríamos aventurarnos en diagnosticarla de un síndrome de Cushing.

El autor del cuadro es el gran José de Ribera y Cucó (Játiva, España,1591 – Nápoles, Italia, 1652). Desarrolló toda su carrera en Italia, concretamente en Nápoles, siendo apodado «el españolito» por su corta estatura. Recibió influencias primero de Caravaggio, de quien copiaría el tenebrismo de sus primeras etapas y, a partir de 1630, de Van Dyck, adoptando sus obras de un mayor colorido llegando así a su cima como pintor. Nápoles en aquella época, era un virreinato español que vivía en la opulencia y donde se fomentaba el mecenazgo artístico, mecenazgo del que se aprovechó Ribera. Actualmente está sepultado en la iglesia de Santa María del Parto en el barrio Mergellina de Nápoles.
Mirando el cuadro otra vez solo nos queda una pregunta más:
¿Qué habrá opinado doña Magdalena tras haberse visto retratada de esta manera?
Información basada en fundación medinaceli
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