Oxford – Cambridge, un asesinato causó su rivalidad

Publicado por
Final de la regata celebrada el año 2007

Desde 1829, entre finales del mes de marzo y principios de abril, hay un acontecimiento deportivo sobre el río Támesis en Londres que llama la atención de todo el mundo: “la regata”. Su interés no radica tanto en lo deportivo, sino en el enfrentamiento entre los dark blues de Oxford y los Light blues de Cambridge. Recorren en menos de veinte minutos seis kilómetros y el prestigio que obtiene el vencedor se puede comparar a la medalla de oro conseguida en los Juegos Olímpicos. Expliquemos el origen de la pretérita rivalidad entre las dos mejores universidades de Inglaterra, competencia que tiene su origen en un asesinato ocurrido hace 800 años.

Entre mediados del siglo XII e inicios del siglo XIII aparecieron en Europa las universidades. No se sabe cuál fue la primera, aunque algunos le dan ese honor a la de Bolonia, en Italia, fundada por el emperador Federico I Barbarroja aproximadamente en 1155 por el privilegio Habita. En estas fechas la Universidad de París ya impartía clases al margen del control de la Iglesia, fundándose la Universidad de Oxford en el año 1163.

Durante el siglo XIII aparecieron otras: Cambridge (1209), Palencia (1212), Salamanca, (1220), Toulouse (1229), Pádua (1222) y Nápoles (1224). La proliferación fue tan significativa que hacia 1500 existían unas 60 universidades en toda Europa.

La palabra «universidad» designa la “totalidad” de los miembros de un grupo, así, había “universidades” de carniceros, comerciantes y otras profesiones. Estas nacieron cuando los estudiantes y profesores decidieron organizarse en asociaciones profesionales para defender sus propios intereses ante las autoridades civiles. Pero centrémonos en nuestras dos universidades inglesas:

Hall interior, Christ Church, Oxford

La de Oxford fue fundada por estudiantes ingleses procedentes de París. En aquella época, los alumnos pasaban muchas penurias y la mayoría estaban sometidos a las numerosas prohibiciones que se estipulaban en los estatutos de la universidad. Pocos eran los que no tenían problemas para comer, y las peleas y reyertas estaban a la orden del día, sobre todo con la gente acomodada de la ciudad.

En 1209 un grupo de maestros y estudiantes para protestar por la ejecución de varios de ellos por los burgueses a consecuencia de un asesinato se declararon en huelga. El conflicto lejos de arreglarse, empeoró, y decidieron abandonar la ciudad para acabar trasladándose en Cambridge. Al principio vivían en casas que les acogían, pero con el tiempo se organizaron en albergues. Después, iniciaron cursos periódicos de estudio impartidos por ellos mismos bajo la supervisión del Canciller.

Los problemas entre la población y los estudiantes fueron constantes y para intentar solucionarlos, el rey Enrique III de Inglaterra, les concedió el monopolio de la enseñanza en ese lugar en 1231, decretando que solo los estudiantes que estudian bajo un maestro reconocido podían permanecer en la ciudad.

Probablemente, la rivalidad a lo largo de los siglos entre estas dos universidades hizo que acabaran convirtiéndose en unas de las más importantes del mundo. Su espíritu de competición y querer ser una mejor que la otra ayudó a que de sus aulas surgieran hombres y mujeres cuyas aportaciones han ayudado a cambiar el mundo. Con los siglos Oxford ha destacado por sus literatos y filósofos, mientras que Cambridge por sus hombres de ciencia, como Darwin y Newton.

Para saber más:

Universidad de Oxford

Universidad de Cambridge

Links fotos:

Wikipedia- MykReeve;  David Hawgood 

16 comentarios

    1. Hola Juan,
      lo cierto es que cualquier acto que realizemos en el presente, por insignificante que pueda resultarnos en el momento, siempre puede llegar a tener consecuencias extraordinarias años o siglos después. Esto es una muestra de ello.
      Un saludo,
      Fco. Javier Tostado

  1. Apasionante tema, Francisco Javier. Pero, si me permites la disgresión, te contaré que «la regata», para mí, tiene un significado especial. Nunca le pregunté por qué, pero mi padre (ya fallecido) era muy aficionado a ella y procuraba no perdérsela en la televisión. Siempre que podía yo la veía con él… y ahora, si puedo verla, lo hago pensando en él y en cuando la veíamos juntos… Por cierto, él animaba a Oxford y yo, rebelde, más que nada por polemizar, a Cambridge. 🙂

    1. Hola Francisco,
      …y como tú millones de personas en todo el mundo la siguen. Creo que a partir de ahora, cuando la vuelvas a ver por televisión, podrás también verla en su dimensión histórica.
      Un saludo,
      Fco. Javier Tostado

  2. Buenas madrugadas,
    como siempre, Francisco, interesante artículo que nos detalla anécdotas de la historia que, de otro modo, quizá no conociéramos.
    Saludos,
    Héctor Castro

    1. Hola Héctor,
      puedo comprobar que también tú eres de los que piensan que cualquier hora del día -o de la noche- puede ser buena para «conectarse a la historia». Anécdotas curiosas, interesantes, sorprendentes… hay miles e intentaré ir explicándolas en el blog. Hechos que ocurrieron y que, de una manera u otra, acabaron por influir significativamente en el curso de la historia.
      Un saludo.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.