
El primer europeo en fumar tabaco se llamaba Rodrigo de Jerez. Cuando Cristóbal Colón desembarcó en la futura isla de San Salvador en 1492, envió a dos de sus marineros, Luis de la Torre y Rodrigo de Jerez, a explorar la isla. Fue entonces cuando contactaron con los indios Taínos, quedándose atónitos al verlos aspirar el humo de unos cilindros de hojas secas. Los nativos llamaban cogiba al rollo que fumaban y tabaco al tubo en forma de «Y» con el que aspiraban el tabaco en polvo. Esto ha originado el malentendido -que ha llegado hasta nuestros días- de llamar tabaco a la planta cuando en realidad no es así.
Colón lo anotaba así en su diario el 6 de noviembre:
(…) mucha gente que atravesaba sus pueblos, mujeres y hombres, con un tizón en las manos, hierbas para tomar sus sahumerios que acostumbraban.

La costumbre de inhalar el humo de algunas plantas se remonta a los orígenes del hombre. El tabaco en América se consume desde tiempos prehistóricos y muestras de ello son las pinturas de sacerdotes fumando como el relieve que podemos ver en las paredes de un templo maya del siglo VII a.C. en Palenque (Chiapas, México) (ver foto). El comercio entre mayas y olmecas extendieron su uso hasta América del Norte e incluso Canadá.
Usado por sus chamanes para entrar en trance y contactar con los espíritus, también fue empleado como medicina (en forma de cataplasma para curar enfermedades de la piel…) y como alimento. Se le atribuía poderes mágicos y consideraban que su humo agradaba a los dioses.
Rodrigo de Jerez se convirtió en fumador y, además de ser el primer europeo en serlo, fue el primero en sufrir sus consecuencias. No, no enfermó por consumirlo, sino que sufrió las iras del Tribunal del Santo Oficio cuando fue pillado en Ayamonte, su pueblo natal, echando humo por la boca y nariz sin quemarse. Se interpretó que estaba endemoniado y tras acusarlo, fue condenado a siete años de cárcel.
Unos años antes, Fray Bartolomé de las Casas dijo:
Tomaban el aliento y humo para sí una y dos y tres y más veces hasta que quedaban sin sentido gran espacio o adormecidos de un grande y muy pesado sueño (…). Sé que algunos cristianos lo usan, en especial algunos que están tocados por el mal de las bubas (sífilis), porque dicen los tales que aquel tiempo que están así transportados no sienten dolores de su enfermedad.
El tabaco se introdujo en Europa a través de España. Primero como una planta decorativa, aunque los marineros la consumían en forma de humo o mascado. Su olor y desagradable sabor no llamó la atención al principio, pero todo cambió cuando el médico sevillano Nicolás Monarde hizo una publicación en 1571, alabando sus bondades en múltiples males: mal aliento, lombrices, piedras del riñón, jaquecas, asma y dolores del parto. Las primeras en consumirlo como alternativa terapéutica fueron las clases altas de la sociedad.
El embajador francés, Jean Nicot, curó las jaquecas de Catalina de Médicis en 1560, haciéndole inhalar por la nariz tabaco en polvo. Desde ese momento se convirtió en consumidora acérrima del mismo siendo sus cortesanos, nobles y burgueses los siguientes en imitarla. La planta recibe el nombre de Nicotiana tabacum, y su principio activo, la nicotina, en honor a Nicot.
En 1515 los españoles fundan la ciudad de La Habana y desde los inicios se dedican a desarrollar el cultivo de tabaco. Será en el año 1614 cuando se reserva el comercio del tabaco al Rey de España y en 1717 se crea la Factoría y Estanco de Tabaco, que otorga el monopolio de la elaboración de cigarros a la Fábrica Real de Tabacos de Sevilla, que se instala en 1731.
El origen del cigarro lo podemos encontrar cuando los mendigos de esa ciudad andaluza comienzan a recoger del suelo las colillas, desmenuzándolas y envolviéndolas en trozos de papel para fumarlas.
Con los años se pudo comprobar que era más lucrativo para los Estados poner impuestos al consumo del tabaco que prohibirlo, y este fue uno de los motivos de su rápida extensión por toda Europa.
No puedo terminar de escribir este post sin haceros una recomendación: NO FUMEIS pues a diferencia de épocas pasadas los dioses no os lo agradecerán y en cambio vuestros pulmones sí.

Para saber más:
Real Fábrica de Tabacos en Sevilla
Links imágenes:
O tal vez no, ya que el tabaco que fumaban originalmente los indios no tenía ni papel de fumar, ni, evidentemente, pegamento, ni los aditivos que tienen los cigarrillos modernos.
Muchos de esos chamanes llegaban a edades bastante longevas.
Hola ramrock,
tienes parte de razón pero también hay que tener presente que en la actualidad hay muchos fumadores que no desarrollarán un cáncer por el tabaco y también llegarán a edades muy longevas (por suerte). De todas formas se han identificado más de 4,000 compuestos individuales en el tabaco y en el humo del mismo, de los cuales cerca de 43 son carcinógenos, por lo que el riesgo de padecer un cáncer de pulmón está sin lugar a dudas aumentado. Por otra parte el cáncer de pulmón solo es uno de los 16 cánceres (pulmón, laringe, esógafo, vejiga urinaria, estómago, páncreas…) que puede provocar. ¿Por qué unas personas que fumaran la misma cantidad de tabaco o cigarrillos e incluso la misma marca tienen más riesgo que otros para desarrollar un cáncer por el tabaco? La susceptibilidad de cada uno ya sea por la genética u otros motivos tienen aquí un papel determinante.
Te dejo un link que puede ser interesante en este tema (además al final del mismo encontrarás otros enlaces relevantes):
http://www.url.edu.gt/otros_sitios/noTabaco/02-03cancer.htm
Un saludo
Bueno, yo ya estoy fuera del vicio, ahora bien, como anti-estatista, me niego totalmente a que el estado haga prohibiciones de este tipo arrogandose autoridad sobre lo que es una decisión totalmente privada y desde luego, en lo que no creo por mucho que me digan, es en eso de los «fumadores pasivos».
Es mucho peor lo que emiten los coches, las fábricas, etc., y no se van a quitar, así que sencillamente se debe convivir con ello y punto. Si empezamos con el «es que los fumadores me intoxican..», luego seguiremos con que «los chistes de gordos (o de bajos, o de locos …) me faltan al respeto», «no se debería llevar pelo largo porque es antihigiénico» y cosas por el estilo.
Deberiamos vivir con mucho menos de un octavo de la inmensa cantidad de las normas, escritas y no escritas, que existen y en este caso particular ¿que el humo del tabaco molesta a tal o a cual?, bueno, y a mi lo mismo me molesta su aliento, o el olor de su sobaco o las emisiones de CO2 de su moto, así que nos aguantamos los dos y disfrutamos de la vida lo que esta nos dure sin tanta prohibición ni tanta norma.
Salud.
La historia de Rodrigo de Jerez la cuento a veces en clase ante el asombro total de los alumnos. Es durante el contexto de los temas del descubrimiento de América o la Inquisición.
Parece, aunque el tema no lo he investigado que la iglesia también se oponía al uso del carbón mineral, pues una piedra que arde no puede venir más que del infierno, lo mismo que el pobre Rodrigo de Jerez con su cigarro, aquella planta sólo podía ser infernal.
En cuanto a lo fumar o no, pues yo no he fumado nunca, excepto de manera pasiva.
Hola Hesperetusa,
no sabía esta oposición de la iglesia al uso del carbón. Son curiosas (y tristes a su vez) estas asociaciones. Y esto hace que me pregunte: ¿cómo hubiera cambiado la historia si no se hubieran hecho?
Un saludo
Vamos que si fumamos, tendremos la oportunidad de ir junto a los dioses antes,
Francisco creo que Fray Bartolome de las Casas se merecería uno de tus artículos.
Hola Juan,
aunque nunca tendremos la certeza de ir antes junto a los dioses por fumar, no hay duda de que «reunimos más boletos para el premio».
No quiero crear polémica con el tema pero me gustaría compartir un encuentro que mantuve -y que nunca olvidaré- durante mis inicios como estudiante en la facultad:
En la unidad de oncología del hospital en uno de mis primeros contactos con pacientes tuve que hacer la historia clínica a un enfermo terminal de cáncer de pulmón. A medida que hablábamos me decía resignado que nunca había fumado, siempre había practicado deporte de forma regular y se consideraba una persona sana física y mentalmente. Entonces me hizo la inevitable pregunta: ¿por qué a mí? Yo, entre que era estudiante y me encontraba solo en el tercer año de carrera, me encontraba tan nervioso que no supe contestarle. Pero en la actualidad, a pesar de haber pasado 25 años de este primer contacto, creo que tampoco podría contestarle su pregunta.
Respecto a tu sugerencia sobre Bartolomé de las Casas, me lo apunto.
Un saludo
Dejar de fumar es uno de los propósitos más comunes al empezar un nuevo año (para los fumadores, lógicamente, y más aún -creo- como deseo para ellos de quienes le rodean). Lamentablemente, no entra entre los propósitos de este fumador empedernido que soy -no por estar antes junto a los dioses, que estoy bien donde estoy- y que lleva ya demasiado tiempo en fase contemplativa…
Pero, en fin, estupideces personales aparte, bien está, mi querido Francisco Javier, traer aquí esta historia tan interesante y que tanto tiene que ver con la Medicina, desde el sevillano Monardes… que además se hizo millonario como comerciante de productos americanos, tabaco fundamentalmente.
Siempre me ha hecho gracia la suerte -mala suerte- del primer fumador conocido europeo, el pobre Rodrigo de Jerez (que era onubense, de Ayamonte, como bien indicas). ¡Fumar le hizo mucho daño!
Y tiene razón Hesperetusa, la Iglesia se opuso al tabaco… Echar humo por la boca y la nariz no podía ser más que cosa del diablo.
¡Feliz Año a todos!
Hola Paco,
yo en cambio no tengo el vicio de fumar aunque reconozco que tengo otros como todo el mundo, no faltaría más ¡ja, ja, ja!.
Un saludo (libre de humos)
¡Ja, ja, ja! Entonces… tus vicios no serán tan nocivos ni nefastos… Me alegro.
Un saludo (ahora mismo, en homenaje a ti) sin humo. 😉
Hola Francisco.
En primer lugar quiero pedir disculpas por cualquier mal español que escribo aquí. No es mi primera lengua.
Me gustaría darle las gracias mucho por su apoyo a mi blog y he disfrutado mucho leyendo sus artículos. Ellos son siempre muy informativo y tiene una comprensión muy refrescante de temas históricos que la mayoría de la gente no se escriben en los libros convencionales y similares.
Espero que el nuevo año 2014 le traerá muchos éxitos y felicidades y grandes cosas nuevas en su carrera como blogger.
Mis mejores deseos,
Vijay
Hola Vijay,
no solo no debes pedir disculpas por tu español (que por otra parte es muy bueno) sino que soy yo quien te debe pedirlas por no contestarte en inglés. Es un placer apoyar tu blog y espero que durante este año podamos seguir visitándonos y compartir nuestras «experiencias blogueras».
Feliz Año Nuevo, amigo.
A la que ven negocio a ponerle impuestos, nada de prohibir o que quiten todo el veneno que mata en el cigarrito, bueno tiene que haber de todo aunque sepamos que no es bueno.
Besitos
Hola Esther,
tienes toda la razón. Al final todo se resume en una maldita palabra: el dinero.
Un beso también para ti.
Hola Francisco, no cabe duda que coincidimos en intereses. Hace muchos años (antes de internet) escribí un artículo sobre la historia del tabaco, que aún no he publicado, pero leyendo el tuyo, ya pasó a mi lista de pendientes. Mi opinión en cuanto a que el tabaco tenía uso medicinal y que no dañaba a los chamanes, es que sabían cuándo y cómo usarlo. Infinidad de medicamentos actuales, en sobre dosis son mortales, lo mismo que el tabaco, porque hay que reconocer que tiene muchos elementos nocivos. Si me permites subo aquí enlaces a artículos anti tabaquismo que he publicado, pero no quiero hacerlo sin tu permiso. Saludos
Hola Silvia,
el tabaco como cualquier droga a dosis bajas, puede tener efectos positivos sobre la salud. Si mal no recuerdo se conoce a este fenómeno como hormesis. Y en el caso concreto del hábito de fumar tabaco existen publicaciones que demuestran una disminución de ciertas enfermedades como el parkinson. Pero esto no quita que se deban hacer campañas en contra del mismo dado que sus efectos perniciosos superan con creces cualquier otro. Por otra parte, ya sabemos que el género humano lleva mal eso del autocontrol, por tanto, imagina lo que pasaría a nivel mundial si se incentivara el consumo de tabaco a bajas dosis. Un cigarrillo llevaría a otro, y este a otro…
En cuanto a tu sugerencia de incluir algún link, por supuesto que te permito subirlos.
Un saludo
Hola Francisco, gracias por el permiso para subir enlaces.
En cuanto al uso terapéutico del tabaco, sinceramente creo que ya se perdió ese conocimiento y el fumar indiscriminadamente lleva al hábito y después a la adicción, que es difícil, pero no imposible de vencer. Te pongo dos enlaces, uno sobre los daños del tabaquismo y el otro con recomendaciones si se quiere dejar de fumar. Tengo otros posts sobre el tema en otro de mis blogs, por ahora sólo te pongo dos. Un saludo.
http://serunserdeluz.wordpress.com/2013/05/25/los-peligros-de-fumar-dia-mundial-sin-tabaco-dia-mundial-de-no-fumar/
http://serunserdeluz.wordpress.com/2013/05/27/de-verdad-quieres-dejar-de-fumar-como-dejar-de-fumar/
Hola Silvia,
felicitarte por los enlaces. El primero es completísimo. Lo aconsejo a todo aquél que quiera conocer todas las sustancias nocivas que contiene un cigarrillo. Respecto al segundo enlace para dejar de fumar, soy de los que opinan que cuando hay muchos métodos ninguno es mejor que el otro. De todas maneras todo se reduce a dos cosas, querer dejarlo y tener voluntad para hacerlo. Quizás la mejor forma es hacerlo de golpe buscando algún sustituto al tabaco (pero esto es solo mi opinión).
Gracias Francisco, la verdad lo que digo de dejar de fumar es por investigaciones bibliográficas y algunas entrevistas a exfumadores, pero no tengo la experiencia, puesto que nunca he sido fumadora, aunque sí he visto a muchos fumadores tratar de dejar de serlo, algunos con éxito (la mayoría), otros no tanto. Saludos
Hace poco – si no recuerdo mal leyendo algo del chino Lin Yutang ( https://es.wikipedia.org/wiki/Lin_Yutang ) -, noté por primera vez una asociación que nunca antes yo había hecho: algo así como que en Occidente se nos había dado por «fumar» y en Oriente se les dió por el «incienso» pero que en ambos está en juego el sentido del olfato; llamó mi atención esta comparación. Saludos!
Hola Acuarela,
la palabra incienso deriva del latín y significa «encender». Su uso viene de muy lejos, ya en el Valle del Nilo se encuentran inscripciones en los templos de Deri el-Bahari con dibujos de rituales donde se puede ver su quema. Es interesante la anotación que haces de su relación con el olfato y la costumbre oriental-occidental y si me lo permites destacaría algo que tiene en común con el tabaco: el riesgo de cáncer. Existen estudios que dicen que en los templos budistas de Taiwan hay más riesgo de padecer un cáncer, de vias respiratorias altas básicamente aunque también de otras localizaciones, porque allí se concentran toxinas en cantidades elevadas. Con esto no quiero decir que el incienso que se quema en las casas incremente el riesgo porque su concentración es mínima.
Saludos y buena semana 😉
Hola Javier ¡y yo que estaba entusiasmada porque ahora sí iba a ser de las primeras en comentar, pero no, bueno, de todos modos ya hace tiempo publiqué el post que te mencioné en mi comentario anterior, te lo comparto acá, es casi lo mismo, pero visto desde este lado del charco. Abrazos de luz
https://serunserdeluz.wordpress.com/2014/05/15/%C2%ADhistoria-del-tabaco-y-el-tabaquismo/
Hola Silvia,
¡ja, ja, ja! No, tranquila, si este es un post antiguo, recuperado del olvido. Como siempre muchas gracias por tu aportación que en este caso es doblemente interesante para poder tener una visión más amplia del tema.
Abrazos de Luz
Hola Javier, sí, ya lo había leído, pero pensé que era el mismo tema en otro post, de todos modos, me gustó mucho desde la primera vez que lo leí y como ves, cumplí mi promesa y publiqué mi post sobre el origen del tabaco.
Antes de leerte ignoraba muchas cosas de las que pasaron «allá», creo que es bueno ver estos temas desde varios puntos de vista.
Abrazos de luz