
El nombre de Plaza Roja de Moscú no hace referencia al color rojo del comunismo ni tampoco al color de su muralla. Su origen lo encontramos en la palabra rusa Красная (Krásnaya), que significa “roja”. Otro significado que tiene en el ruso antiguo es “bonita” y así era como denominaban durante el siglo XVI a la Catedral de San Basilio que se encuentra en el interior del Kremlin, extendiéndose después el nombre a la plaza durante el siglo XVII.

El Kremlin lo comprenden un conjunto de edificios civiles y religiosos, en el mismo centro de Moscú, frente al río Moscova. Lo rodea su famosa muralla y dentro podemos encontrar cuatro palacios y cuatro catedrales.
Durante el siglo XII Moscú ocupaba solo una tercera parte del área del actual Kremlin y durante décadas, los príncipes rusos se vieron forzados a aceptar la soberanía mongol. En 1380 Dmitri Donskói “el del Don” –príncipe de Moscú- derrota a los tártaros (nombre que recibían los mongoles en aquellos tiempos). Tras un política de unificación de territorios, Basilio II afirma su poder a costa de los kanes mongoles de la Horda de Oro. Las metrópolis de Kíev, Vladímir o Nóvgorod pasan a un segundo plano delante de la emergente Moscú.

Con la llegada al poder de Iván III el Grande (1462) se cuadruplica el territorio de Rusia y reivindica a Moscú como la heredera del destino imperial de Bizancio. Tras la caída de Constantinopla se le considera como la “tercera Roma”. En 1480 rechaza a los tártaros a orillas del río Ugrá, dejándose de pagar tributo de manera definitiva y consagrando la independencia rusa.
En este momento comienzan los contactos de Rusia con Occidente enviándose embajadas a la corte toledana del emperador Carlos V, en España, pero también a Inglaterra y Austria. Sus ropas, con los típicos caftanes de mangas largas y estrechas, y sus altos sombreros de zorro, recordaban a los mongoles, causando cierto temor a los europeos.
Muchos de los clérigos de Rusia se habían educado en los monasterios griegos y el fuerte impacto que causó entre los rusos la toma de Constantinopla por el sultán otomano Mehmet II (1453), hizo que los religiosos percibieran Rusia como la única gran nación ortodoxa que debía salvar la pureza de la tradición, repudiéndose para siempre el catolicismo romano.
Iván III, tras enviudarse, se casó con Sofía Paleólogo, sobrina del último emperador bizantino y única sobreviviente de la familia imperial tras la toma de la ciudad por los turcos, reafirmándose en su creencia de que su Imperio sería el heredero del de Bizancio. Para ello, erige el Kremlin y llama al arquitecto italiano Aristotele Fiovaranti para dirigir la construcción de la catedral de la Dormición (1479), la más importante.
El 16 de enero de 1547, un joven de 16 años, entraría en esa catedral para celebrar su coronación siguiendo el antiguo protocolo bizantino. Ese joven sería conocido como Iván IV el Terrible, quien adoptaría el título de zar por primera vez e iniciaría la expansión de su imperio hacia Siberia.
No quiero terminar sin mostraros otras cosas curiosas que podéis encontraros en el Kremlin:
-El gran Cañón del Zar, el más grande del mundo, de seis metros de largo y 40 toneladas de peso. Nunca llegó a dispararse..

-El Campanario de Iván el Grande, el cual marca el centro exacto de Moscú y que cuenta con una llama eterna siempre encendida. Tiene una altura de 81 metros y fue terminado en 1600. Fue la estructura más alta de la ciudad hasta la Revolución Rusa.
-La mayor campana del mundo, conocida como Campana del Zar, fundida en 1733 y con un peso de 198 toneladas.
-La Catedral del Arcángel San Miguel (1505-1508), en cuyo interior fueron enterrados los Zares de Rusia y sus familiares, hasta el siglo XVIII.
Para saber más:
Una novela:
Rusos, Edward Rutherfurd. Punto de Lectura, Barcelona, 2001.
Información extraída parcialmente de El nacimiento de Rusia. El Imperio de los zares, de Ángel Luis Encinas Moral. Profesor de Historia y Cultura de los Pueblos eslavos y de literatura rusa. Universidad Complutense de Madrid. (N.G. Historia).
Links fotos:
Ed Yourdon; Viktor M. Vasnetsov; David Crawshaw; Graham Colm
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