Cuando se trata de la justicia, no existe un camino fácil para obtenerla. No se la puede endulzar. Se debe adoptar una posición y decir: esto no está bien. Y eso fue lo que hice
Claudette Colvin
Y Claudette realmente lo hizo. La Guerra Civil de Estados Unidos puso fin a la esclavitud pero no a los prejuicios raciales. Se promulgaron muchísimas leyes que tenían como objetivo final evitar la equiparación entre blancos y negros. No podían vivir, ni trabajar ni viajar juntos, por no poder ni tan siquiera podían ser enterrados en los mismos cementerios que los blancos.
Su historia…
Contaba con quince años cuando la tarde del 2 de marzo de 1955 salió de la escuela secundaria situada en el centro de Montgomery, en Alabama. Subió al autobús de Highland Gardens y se sentó en un asiento situado en el medio, al lado de la ventana. En ese momento no había todavía ninguna persona blanca presente. Las normas eran claras y todo el mundo las conocía: de los veintiséis asientos del autobús, los diez de delante eran para los pasajeros blancos y el conductor, mirando atentamente por el retrovisor, controlaba que no se incumpliera dicha medida.
Poco después comenzó a subir gente y una señora blanca se paró en el pasillo al lado de la fila donde se encontraba Claudette, esperando intencionadamente a que se levantara y marchara. El conductor se fijó y ordenó a las jóvenes afroestadounidenses que se sentarán atrás. Las compañeras de Claudette así lo hicieron pero ella no se movió. ¡Eh, levántate!, gritó el conductor. Pero nada, se quedó inmóvil. Entonces abrió la puerta y llamó a un policía del tránsito que pasaba en ese momento. El funcionario no estaba autorizado para efectuar un arresto y poco más adelante, unos agentes de policía, subieron al autobús exigiéndole que se levantara.
Al negarse, la agarraron y la arrancaron del asiento, haciendo volar sus libros de texto. Claudette gritó que era su derecho constitucional sentarse donde quisiera pero los agentes la empujaron al interior del coche de policía llevándola a la comisaría mientras la insultaban por el camino. El municipio le acusó de alterar el orden público, violar la ley de segregación y de asaltar al agente de policía que la había sacado del autobús.
No era la primera vez que había pasado un hecho similar pero Claudette era diferente. Ella no quiso pagar una multa para poder marchar a casa como en los anteriores episodios. Con la ayuda de la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAACP) y las iglesias negras de la ciudad, se recaudó dinero para pagar un abogado. Tras el juicio, el juez retiró los dos primeros cargos pero mantuvo el de asalto. Tras ponerla en libertad, regresó a la escuela, pero sus compañeros en lugar de tratarla como una verdadera heroína, se burlaron de ella.
Las inesperadas consecuencias de su acto
Era la mecha que prendió todo lo que vino después. Nueve meses más tarde, el 1 de diciembre, una costurera de 42 años llamada Rosa Parks fue arrestada también por un hecho similar. En esta ocasión, los líderes negros de Montgomery, preparados ahora sí gracias en parte a la experiencia anterior con Claudette, organizaron un boicot contra los autobuses que duró un año. Decidieron que se organizaría a la población afroamericana para que viajara por sus propios medios sin tomar ningún autobús. Esto provocó que la empresa comenzara a dar déficit.
Entre los líderes se encontraba el no tan conocido en ese momento Martin Luther King Jr., un pastor bautista que condujo la protesta. Decidieron demandar a la ciudad en el Tribunal Federal, alegando que las leyes de segregación violaban la Constitución de los Estados Unidos. El Tribunal Supremo confirmó el fallo final que no era otro que obligar a la ciudad a abolir la segregación en los autobuses, aplicándolo a las leyes estatales y no solo las interestatales, a diferencia de casos anteriores.
¿Y qué fue de estas dos heroínas?
Sus destinos no pudieron ser más opuestos. Mientras que Claudette a los 18 años se trasladó a New York para trabajar en el anonimato durante cincuenta años como ayudante de enfermería en un hogar de ancianos, Rosa Parks, se unió al movimiento de derechos civiles manteniendo una postura activa en la lucha. Esto hizo que se le reconociera como la «Madre del Movimiento por los Derechos Civiles moderno» recibiendo la Medalla de Oro del Congreso en 1999 y, tras su muerte en el año 2005, sus restos fueron honrados en la Rotonda del Capitolio, pasando a ser la primera mujer y la segunda persona afroamericana en recibir este honor.

Para saber más:
Discurso de Martin Luther King «Tengo un sueño».
Link imagen:
Los americanos… muy Americanos ellos, chuletas, creedores de ser los amos del mundo, con su XXX… y junto con otros muchos paises europeos, hicieron muchas injusticias a la raza negra. Quienes hace miles de años fueron los padres del mundo. En la historia se puede ver por los decubrimientos en Etiopía y El Chad. Se debe tener respeto al ser humano sea cual sea el color de su piel.
Abrazos…
Hola Rosa,
hace cosa de dos años estuve en Ciudad del Cabo y me impresionó el hecho del Apartheid y la discriminación que sufrieron. Un día, paseando por un parque de la ciudad, pude comprobar que conservaban en la calle un banco exclusivo para blancos y otro al lado, para negros. Otro hecho que me hizo pensar fue comprobar la «veneración» y respeto que tienen a Mandela.
Un abrazo
No habìa por menos…él lucho muchísimo por el horroroso Apartheid, pero por desgracia el despreciar a esta raza, aún continua, Ariiba cuando dije XXX, quería decir K.K.K….. horroroso.
😉
Una revolución puede comenzar con un sólo gesto aparentemente anodino.
Hola Hesperetusa,
son esos pequeños gestos los que arrastran, mueven y conciencian a la sociedad más que por las propias ideas.
Un abrazo
Me complace mucho ver que la olvidada Claudette Colvin recibe un merecido homenaje, lo cual te debemos agradecer Francisco. Ella fue una de las muchas heroínas de la lucha por los derechos civiles, pero la fama de Rosa Parks la tiene abandonada en el baúl de los recuerdos.
Una historia real de una persona valiente que se enfrentó al establishment y ayudó a alumbrar un movimiento justo, bien explicada y relatada en este genial artículo.
Muchas gracias Francisco.
Hola Jesús,
me llamó la atención como quedó en el olvido y me pareció justo explicar también su historia. Una niña (mujer) con las ideas bien claras desde el principio.
Un abrazo y gracias a ti.
Pues tú la has sacado del olvido para tus numerosos lectores, y seguro que ella te lo agradecería tanto como lo hacemos nosotros.
Enhorabuena por tan buen artículo.
Un cordial saludo.
La revolución significa: justicia, igualdad, el trato respetuoso a las personas, y la igualdad plena de sus derechos.
Un saludo.
Hola Andrés,
hay una frase de A. Lincoln que siempre me ha dado mucho que pensar y que hace referencia a la igualdad, mejor dicho, la desigualdad de las personas. Creo que decía algo así como que todos los hombres nacían iguales, pero era la última vez que lo eran.
Un saludo
Muy interesante artículo. Salvando las distancias, ahora los pobres estamos intentando recuperar los derechos que unos cuantos buscan eliminar: entre ellos el derecho a manifestarse. La policía obligando a Rosa Parks a abandonar su aiento me recuerda a toda esa gente que se sienta en una plaza gritando por la libertad y los derechos de los ciudadanos. En esas estamos en este país por culpa de quienes dicen que aman España y se les llena la boca de patriotismo. Un saludo.
Hola Toni,
desgraciadamente eso es algo que ocurre en España y en muchos otros países. Si hay algo que hemos podido comprobar con la crisis que estamos sufriendo, es que la gente ha salido pacíficamente a la calle a hacerse oír. Es algo que manifiesta el poder del pueblo y que ningún político debería hacerse el sordo ante el grito unánime y común de todos.
Un saludo reivindicativo.
El conjunto de leyes segregacionista era conocido popularmente como «Jim Crow Laws», o «Derecho de Jim Crow». Jim Crow es el protagonista de una antigua canción de la época de los orígenes del Blues, y cuenta cómo esa persona de raza negra se dedicaba a bañar los caballos del amo. M+as adelante, se escribió «Jum Crow Blues», un tema anónimo como el anterior, pero escrito ahora sí de manera crítica sobre los malos tratos y la discriminación de los derechos de los negros estadounidenses -siempre la canto en mis shows en vivo, y en le próximo album la voy a publicar-.
Hola Mario,
es un placer y un verdadero lujo contar con tu presencia en este blog. Permíteme aprovechar para decirte que también lo es escucharte. A los que nos gusta la música y en concreto la guitarra como a mí, escuchar tu voz y tu blues es un gozo.
Un abrazo y una recomendación a todos: no dejéis la oportunidad de oirle.
Es una historia preciosa. Sigue habiendo mucha discriminación en el mundo, en todas partes.
Hola Amira,
por desgracia tienes razón y me hago una pregunta: ¿cuándo llegará el día que nos demos cuenta de que la única raza que existe en el mundo es la humana y todos pertenecemos a ella?
Un abrazo muy humano.
¡Muy bonito, me ha encantado! Es una historia admirable y trasladable a nuestra sociedad actual, que nos debe hacer reflexionar sobre la importancia de la valentía y la defensa de nuestros derechos, por muchos bravucones que traten de intimidarnos
Hola Raúl,
por desgracia y sin irnos más lejos, esta semana se hicieron ecos los medios de comunicación en España de otro acto de violencia racial en el metro de Barcelona. El autor de la agresión tuvo la estupidez de colgarlo en las redes sociales y eso permitió identificarle, interrogarle y apresarle. Espero que caiga toda la justicia sobre el.
Un saludo
Ese terrorífico y rudo epílogo no termina de pasar, pasa, en la realidad. Los gritos de la desigualdad no cesan, enmudecen al contacto ardoroso y sereno del sol, quemando al sur. Gracias, Francisco Javier, por tu entrada y por recordarme a William Faulkner. Acciones que hacen mucho «ruido» y provocan «furia» mientras se agoniza. Parece que en esta «ciudad» seguiremos siendo «intrusos en el polvo», víctimas de «los rateros» en su «escapada». ¿ Hasta cuándo se podrá «levantar banderas sobre el polvo» ? Un abrazo, que no calle voces, mostrando nuestras manos blancas frente a tanta negrura.
Hola marimbeta,
yo soy optimista en ello. Sé que antes o después inundaremos la oscuridad de esa luz que existe en la sociedad y en cada uno de nosotros. Tampoco debemos permanecer ciegos ante las desigualdades que se sufren cada día en otros países. No nos deben ser ajenas. Está en nuestras manos. Muchos pequeños gestos pueden cambiar el mundo.
Un abrazo
Totalmente de acuerdo con Hesperetusa («Una revolución puede comenzar con un sólo gesto aparentemente anodino»).
Y me permito añadir que más allá de episodios heroicos que hacen historia, cada día, cada persona puede influir en el destino de muchas otras con pequeños gestos. También así se hace la revolución, revolución permanente y cotidiana.
Gracias por traernos héroes olvidados, precisamente ahora que tan faltos andamos de modelos, de vidas ejemplares.
Hola José Antonio,
leo tu comentario después de contestar a marimbeta y veo que coincidimos. Aunque una persona no pretenda o no crea que con sus gestos puedan cambiar el mundo, lo que sí que puede hacer es que en ese pedacito de espacio donde le tocó vivir puede hacer la diferencia.
Un saludo y gracias por tu reflexión.
Estupenda entrada: y es que -al fondo- normalmente los tiempos de la vida y la historia han de ser removidos por alguien; es cuando lo grande justo toma su fórmula profunda. Lo acomodaticio suele quebrar como casa ruinosa por los años.
Todo un buen abrazo, FJ.
Hola Al,
tu comentario me ha dado que pensar «la vida y la historia han de ser removidos por alguien». Sin duda es verdad. Con el paso del tiempo solo serán recordados algunos, muy pocos, pero han habido cientos, miles, millones que también lo han hecho a lo largo de los siglos y nadie se acuerda de ellos pero son parte de la Historia, de lo que somos.
Un abrazo
Reblogueó esto en ale.
Preciosa entrada, un homenaje a todos los heroes que, con gestos en su momento menores, vieron magnificados sus logros al pasar el tiempo.
Hola Jordi,
pequeño homenaje pero muy sentido.
Un saludo
Magnífico, gracias FJT.
Hola Enrique,
un placer compartirlo. 😉
Un abrazo
No tenía idea de que Claudette hubiera precedido a Rosa Parks. Buena historia.
Hola Elena,
la historia se olvidó de ella y no entiendo el por qué. Me alegra habértela dado a conocer.
Un saludo
Una vez más gracias por este post tan interesante y bonito. Lo es porque relata la enorme valentía de dos personas, dos mujeres que en una época muy difícil se enfrentaron al sistema desde su modesta posición en aquellos momentos. La única pena que me produce es que a Claudette Colvin no le hayan dado también la medalla de oro del Congreso americano. Y ya puestos, que no se la hayan dado a todas y cada una de las personas que tanto lucharon, a veces sufriendo cárcel, amenazas y gravísimos problemas, por defender algo tan básico como es el derecho a ser reconocido como un ciudadano igual a los demás, como un ser humano. Desde luego, tienen todo mi respeto, admiración y simpatía, incluso hoy día lo tienen también, porque el racismo sigue existiendo, por desgracia.
Hay una canción interpretada por Billie Holiday que se llama «strange fruit» que siempre recuerdo cuando leo estas cosas. Y me resulta espeluznante.
Gracias Francisco
Hola siestecita,
leyendo los comentarios que habéis dejado en este artículo me doy cuenta que casi nadie la conocía. Claudette siempre ha estado en la sombra de Rosa Parks y esto es debido a que en aquellos tiempos, cuando sucedió el incidente del autobús, muchos eran los que la consideraban demasiado joven como para ser un símbolo eficaz de la injusticia para el resto de la nación. ¡Qué equivocados! La justicia no entiende de edades.
Un abrazo y gracias por tu presencia en el blog, siempre enriquecedora.
Es la leche el asunto, se vendió la guerra de secesión como la liberación total de la esclavitud y el racismo, se vende como eso incluso hoy, nada más lejos de la realidad, al respecto siempre recomiendo un falso documental, «CSA Confederate», que es toda una joya, no ya por lo que pudo ser y no fue, sino porque a pesar de que no pudo ser lo fue, y al final de la peli se explica muy bien 🙂
Abrazos.
Hola Dess,
desde que el presidente Lincoln proclamara la Emancipación de los esclavos decretando que todas las personas esclavas serían a partir del 1 de enero de 1863 “en adelante, y para siempre, libres”, la guerra de Secesión se convirtió oficialmente en una guerra por la liberación de 4 millones de esclavos y se inició un proceso de revolución social. Pero esta revolución social nunca fue al 100% real. La segregación racial persistió y en algunos lugares con mucha fuerza. Tendría que pasar un siglo para comenzar a ver los frutos de esta «revolución». No sé que pensaría Lincoln si pudiera constatar lo que tardó en aceptarse la libertad que defendió.
Un abrazo y me apunto tu recomendación. 😉
La liberación de muchas opresiones se las ha conseguido a base de luchas, y precedentes como los mencionados en el post, son loables. A pesar de ello, el racismo sigue impregnando a las distintas culturas.
Hola Alejandra,
tristemente cierto. La revolución debe continuar…
Un abrazo
Y en el siglo XXI queda aún tanto por hacer… Fantástica entrada.
Hola Eduardo,
creo que debemos ser optimistas para el futuro.
Un abrazo
Alguien debe haber siempre con el valor de serlo, o nada cambiaría. Abrazo
Pues realmente poco ha cambiado la cosa, por desgracia. Las leyes externas, las que se publican y se leen, dicen una cosa, clara y equilibrada para todos, pero las leyes internas, las que llevamos cada uno dentro de nuestras cabezas, esas poco han cambiado, me temo. Seguimos siendo racistas, seguimos discriminando, a negros, amarillos, blancos de lugares distintos a los nuestros, a mujeres, a niños, a mayores, por religiones distintas, por creencias en las que otros no creen, por las ropas y peinados… y por tantas otras cosas, somos intransigentes. Creo que las primeras leyes que debemos cambiar son las internas, las que habitan en nuestras cabezas, que esas son las verdaderamente peligrosas y las que pueden cambiar para mejor las cosas… Claro, esto es solo mi opinión, pero es que hay tantas otras…
Seguiremos en la lucha para igualar la contienda…
La entrada en tu linea, fabulosa…
Un abrazo.
Hola Juan Ignacio,
tienes razón, la verdadera revolución debe empezar por uno mismo. Creo que en los países donde el contacto entre razas es menor es donde se tienen más prejuicios escondidos.
Un abrazo también para ti.
Muy interesante todos sus artículos. Conoci su pagina por las fotos que puso de los obreros en las alturas de NY. Me encanta cuando ademas de contar la historia, nos cuenta que termino pasando con estas personas. Tampoco sabia que había alguien antes de Rosa Parks . Todavia hay muchas luchas que ganar: en mi país por manifestar públicamente que no te gusta el gobierno, nos sacan la guardia armada , arremeten con gases lagrimogenas y se llevan preso a los jóvenes propinandoles grandes palizas. En algunos paises que se les tienen vetado el derecho de las mujeres a estudiar y trabajar , en otros existe la monstruosa costumbre de la ablación a las niñas y el matrimonio concertado entre hombres con niñas menores de edad. Saludos desde Venezuela.
Hola maria carlota,
me alegra haberte dado a conocer el blog a través de una de las fotos. Creo que esa foto es impresionante, sin lugar a dudas. Durante estos años Venezuela está siendo portada en noticias de todo el mundo, aquí en España puedo asegurarte que estamos informados de ello. Esperemos que todo vuelva a la normalidad. ¡Ánimos!
Un abrazo
Qué cierto es aquello que dice; solo un desconocido entre la humanidad puede hacer conocido una historia entre todas las historias. Muy buen artículo. Un abrazo
Hola Miguel,
qué gran verdad en lo que dices. Muchas veces no vemos más allá de lo que los ojos nos muestran. No sabemos (o no queremos) conocer la realidad de las cosas.
Un abrazo también para ti.
La fuerza la tenemos en nuestras manos y no a través de la violencia, si no a través de nuestros actos. Esta enseñanza no le damos valor ahora, pero el pueblo unido puede hacer mucha fuerza y cambiar muchas cosas
Excelente entrada.
Otro abrazo, hoy me he podido entretener y leer tus entradas
Hola Cristina,
…pues me alegra sobremanera que durante este domingo quieras entretenerte leyendo algún artículo del blog. Un placer que lo hagas.
Un abrazo
Saludos, les comento una nueva manera de discriminación a través de la mentira. El caso es que fui de paseo a Lázaro Cárdenas, en el estado mexicano de Michoacán. Compre el boleto en un servicio que va haciendo paradas a lo largo de la costa, cuando subí ya había pasaje a bordo, por lo tanto solo algunos lugares vacíos y como no era un viaje largo busque un asiento de las primeras filas, tampoco era un boleto con asiento numerado. Me toco sentarme con una extranjera a los pocos minutos de estar sentados juntos pinto su raya como se dice aquí en México; bajo el descansabrazo que divide a los asientos, momentos mas tarde empezó a decir que iba a ir a la embajada de Canadá a denunciarme pues yo la había matado en Canadá y que por lo tanto no podía estar sentado junto a ella. Tolere su mal español pues si la mate cómo es posible que este viva viajando. Después le dijo al muchacho que corta los boletos lo mismo que no podía estar sentado junto a ella. Ese muchacho le dijo que se dirigiera al chofer y así lo hizo, subio el operador, le repitió la misma historia y que por lo tanto no podía ir sentado junto a ella. Me indigno pues si fuera verdad no estaría yo libre y nos hicimos de palabras pero el chofer le dio la razón a ella y a mi me paso a otro lugar.
Hola Alejandro,
siempre la discriminación se basa en prejuicios y mentiras. Siento mucho que pasaras por esta experiencia que por desgracia se repite más de lo que nos pensamos. No obstante, el respeto, venga de donde venga, es el pilar que debería sustentar todas las sociedades.
Un saludo
Interesante artículo, muy bien redactado. América latina no escapó al racismo, sólo que en nuestro caso había movilidad social, los españoles practicaban una política de «blanqueamiento» y subían en grados, de manera tal que eras mulato, tercerón, cuarterón, quinterón, sesterón y después de sesterón ya te consideraban blanco, pero había una inmensa gradación social según las diversas mezclas posibles, entre indio, blanco y negro, y según tu mezcla racial ocupabas tu puesto en la sociedad, en mi país esto fie muy real, bendito capitalismo, que hizo desaparecer las castas según la raza. Saludos.
Hola Hermelo,
y donde también se sufrió mucho (y sigue sufriéndose) es en el Apartheid en Sudáfrica. Acciones valientes como las de Rosa Parks o Mandela son las que ayudan a cambiar las injusticias del mundo en que vivimos.
Un saludo también para ti y gracias por comentar.
Qué pena me da la humanidad que se deja manipular y ser tratado como robots,admiro a la humanidad consciente, haciendo uso de su libertad,de su discernimiento,de su capacidad de verse como somos,todos iguales,con los mismos derechos,por qué elevamos a los gobiernos,a las personas que se alimentan de su atención y poder,por qué menospreciar a los otros.Será que quien lo hace los ve enormes,grandiosos y les temen? …En pleno siglo XXI,no sólo deberían verse avances científicos y tecnológicos,deberían verse avances en el respeto por la humanidad y al planeta,eso si seria verdadera evolución…Gracias por tus documentales…Maravillosos. Saludos. 🙂 Feliz 2017!!… 🙂
Hola Laura,
eso que dices es una verdad como un templo. En la actualidad, con tantos avances que tenemos parece mentira que nuestra inteligencia no dé para más y no veamos que pecamos de muchas otras cosas, básicas, simples, pero mucho más importantes.
Un abrazo y buen Fin de Año.
Merecen ser recordadas ambas, principalmente por ser disparadores de un nuevo concepto de Derecho e igualdad. En mi país (Argentina) no quedaron casi afrodescendientes, debido a que durante las batallas por la emancipación, el general José de San Martín armó el Ejército de Blandengues, constituido por los beneficiarios de la «libertad de vientres» (hijos de esclavos) e indios de la etnia Huarpe. Ambas comunidades fueron utilizadas como punta de lanza y abatidas en su totalidad por el ejército realista español. Excelente artículo. Muchas gracias.
Hola Ismael,
por desgracia aún en muchos países siguen existiendo injustas desigualdades, pero yo soy optimista, antes o después terminarán superándose.
Un saludo
Hola Javier. Ya lo había leído, lo volví a leer y quiero comentarte que conocía la historia de Rosa Parkas, la otra heroína no la conocía, ni había oído de ella.
Abrazos de luz
Hola Silvia,
sí, es un artículo que quise recuperarlo para volver a compartirlo.
Abrazos de luz
Muy buen artículo, gracias. Abrazos de luz