
Una mañana del año 2009, en la necrópolis tebana de Dra Abu el-Naga en la orilla occidental del Nilo, frente a la ciudad de Luxor, se descubrió la tumba de un alto dignatario del Antiguo Egipto supervisor del Tesoro de la influyente reina Hatshepsut de la XVIII dinastía, su nombre, Djehuty.
Cuando bajaron a su sepulcro no encontraron tesoros, máscaras mortuorias ni tampoco ninguna pieza de su ajuar funerario, por no encontrar, no hallaron ni su ataúd pues su tumba ya había sido saqueada. Sin embargo, vieron algo que les dejó atónitos, algo que no habían encontrado en ninguna otra tumba descubierta hasta ahora, el más antiguo (1470 a.C.) y uno de los más extensos Libro de los Muertos. Pero no estaba escrito en ningún papiro sino que estaba plasmado… entre sus paredes.

Supuestamente tenía el poder de ayudar al difunto a superar los obstáculos que encontraría en su camino hacia la vida eterna del Más Allá. Comenzó a escribirse en torno a 1550 a.C. sobre las vendas de lino que envolvían a los fallecidos más acaudalados, extendiéndose cien años después la costumbre de hacerlo en los papiros que luego se depositaban dentro del ataúd o junto a él, con la ventaja de poder trazar los signos más pequeños y hacer versiones más extensas ilustrándolas con figuras.
Pero la importancia del descubrimiento de la tumba de Djehuty radica en que encontramos el Libro de los Muertos decorando las paredes de la cámara sepulcral y para ello los escribas utilizaron tinta negra, excepto para el título de cada capítulo o en las ocasiones que querían dar énfasis en algún diálogo que utilizaban la roja. En lugar de escribirse con la grafía cursiva de la época, emplearon jeroglíficos separados entre sí, en columnas con líneas verticales leídas de izquierda a derecha.
Lo que nos dice el Libro en sus paredes:
Consta de 41 capítulos aunque se han perdido otros doce por estar sus paredes muy picadas. Su análisis y traducción es una ingente tarea que sigue en la actualidad:
- Los primeros capítulos son sortilegios que dotan al muerto el poder de transfigurarse y adoptar distintas apariencias: golondrina, loto, cocodrilo, serpiente… para ayudarle a superar las dificultades que se encontrará en su camino hacia la eternidad.
- Los siguientes le proporcionan la información que necesita para subirse a la barca solar y así recorrer el subsuelo de la Tierra de oeste a este y renacer con el sol del amanecer. Para esta difícil misión deberá burlar la cola de Apofis (la serpiente demonio que representa el mal) y para ello deberá responder correctamente las preguntas de la barca para que les diga el nombre secreto de cada una de sus partes:
(…)Dime mi nombre, dice la vela. Nut es tu nombre.
Dime mi nombre, dicen los remos. Los dedos de Horus el Mayor es tu nombre(…).
- En otro -escrito en la parte inferior de las paredes- se describe cada uno de los 14 montículos que emergen de las aguas y que ayudarán a no perderse por los canales del inframundo.
- Encontramos un capítulo en el que se describe como el cuerpo de Djehuty se divide en 18 partes, correspondiendo cada una a una divinidad concreta a la que se solicita ayuda: los ojos a la diosa Hathor, los labios a Anubis, su espalda a Seth, su falo a Osiris…
- El techo merece una atención especial pues recoge los capítulos más importantes en los que se proporciona el conocimiento sobre las almas que habitan en las ciudades de Hermópolis, Pe y Nekhen. Allí se escribe sobre su entrada en el “vestíbulo de las Dos Verdades” y la celebración del juicio final, en el que su corazón será evaluado en la balanza de la justicia (maat). Justo en el centro de la escena encontramos a la diosa Nut, vestida con un traje azul oscuro y con los brazos alzados y extendidos en señal de protección.

Junto con otro sepulcro, el de Senenmut, es una de las pocas sepulturas del Antiguo Egipto decoradas de un miembro no perteneciente a la realeza, pero la singularidad del mismo hace pensar en la importancia que tuvo Djehuty en su tiempo. A pesar de todo no se tiene la certeza de que Djehuty fuera depositado en su tumba y pudiera alcanzar su anhelado objetivo: la vida en el Más Allá.
Un libro:
Mitos Egipcios, de George Hart. Ed. Akal.
Para saber más:
Información extraída de diversas fuentes, a destacar el artículo de José Manuel Galán, egiptólogo del CSIC y director del Proyecto Djehuty.
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