Hoy hablaremos de un personaje que la literatura le dio a conocer mundialmente de manera más o menos fantasiosa pero de la que pocos son los que dudan en ponerle nombre y apellidos, Vlad Tepes (Vlad III), príncipe de Valaquia, Drácula. No tengáis miedo en seguir leyendo, no os morderá.
La confusión de su sobrenombre
El emperador Segismundo de Luxemburgo instauró en 1418 la Orden del Dragón (Drac, en húngaro) y diez años después se unió Vlad II de Valaquia. Desde este momento se le conoce como Vlad Dracul y a su hijo Vlad Draculea, es decir, hijo de Dracul. Pero he aquí el error, según la mitología rumana no existía la figura del dragón y dracul se refiere a diablo, por tanto es «el hijo del diablo».
En esos tiempos…
Creo que para ser justos deberíamos contextualizar la época y el lugar en que nos encontramos, los Balcanes a mediados del siglo XV, un momento de expansión del Imperio otomano por el suroeste de Europa en el que se habían convertido en rutina las guerras de extremada violencia con el reino de Hungría y los principados de Valaquia, Moldavia (actual Rumanía) y Transilvania (autónomo perteneciente a Hungría). Nuestro particular príncipe no se quedaba atrás sino más bien lo contrario. Disfrutaba con las torturas y la muerte lenta, bebiendo o mojando pan en copas con la sangre de sus víctimas a la hora de cenar. Se calcula que en siete años ejecutó a unas 100.000 personas, la mayoría empaladas. Tenemos muestras de esta crueldad en las crónicas de la época:
- En 1461, el turco Mehmet II visitó el Bosque de los Empalados quedando tan horrorizado que tuvo que retroceder. Vlad Draculea había hecho talar todos los árboles para empalar a más de 20.000 prisioneros.
- Al término de la campaña de 1462 contra los turcos, envió al rey húngaro dos sacos llenos de orejas, narices y cabezas, con una carta:
He matado a hombres y mujeres, a viejos y jóvenes, desde Oblucitza y Novoselo hasta Samvit y Ghigen. Hemos matado a 23.884 turcos y búlgaros, sin contar aquellos a los que quemamos en sus casas, o cuyas cabezas no fueron cortadas por nuestros soldados (…).
Se cree que nació en Sighisoara (Transilvania) en 1431 y al pactar su padre una alianza con los turcos se enemistó con Juan Hunyadi, regente de Hungría. En 1448 asciende al trono de Valaquia apoyado por los turcos aunque unos años después se enfrentaría en diversas ocasiones al sultán Mehmet II por dicho territorio, ganándolo y perdiéndolo hasta en tres ocasiones, apoyado esta vez por el rey húngaro, Matías I.
En 1476 muere en una emboscada turca siendo decapitado y llevada su cabeza a la misma Estambul, mientras que su cuerpo se enterró en el monasterio del lago Snagov. Pero hemos de pensar que estas muestras de crueldad no debe considerarse como algo excepcional aunque quizás las llevó a límites difíciles de superar. Podría considerarse que gobernó con mano férrea, con el terror como su mejor aliado.
Un libro:
Los «Drácula». Vlad Tepes, el Empalador, y sus antepasados. Ralf-Peter Märtin. Tusquets Editores, Barcelona 1993.
Información basada en el artículo Vlad el Empalador, el Drácula histórico, de la historiadora, Covadonga Valdaliso. N. G. Historia. nº 46.
Links fotos:
Dobre Cezar; Meister von Maria am Gestade; Orden del Dragón; Wikimedia (I); Wikimedia
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