Todos los que hemos visitado en alguna ocasión la Ciudad Eterna hemos oído hablar de la Cloaca Máxima. Su nombre significa «Alcantarilla Mayor» y fue una de las redes de alcantarillado más antiguas que se conocen. Los numerosos monumentos, templos y obras de arte que hay dispersos por las calles eclipsan esta gran obra de ingeniería y mi intención con el post de hoy es acercaros esta importante contribución de la antigua Roma.
Según la tradición, data del año 600 a. C. en tiempos del rey Lucio Tarquinio Prisco, quinto Rey de Roma durante la Monarquía Romana, que planificó la urbanización de la ciudad atribuyéndosele también el foro, calles, barrios y el Circo Máximo así como el Templo de Júpiter en el Capitolio. En su construcción participaron ingenieros etruscos y obreros de clase social baja. En aquella época Roma se encontraba en un terreno donde se hacía necesario drenar al río Tíber el agua de un arroyo que solía empantanar los valles situados entre las colinas de Roma. Si añadimos el hecho de que era una de las ciudades más pobladas de aquellos tiempos se hacía imperioso evacuar los desperdicios que se acumulaban.

Se piensa que originalmente la Cloaca Máxima fue excavada en el subsuelo aunque también presentaba zonas a cielo abierto que con el tiempo se fueron cubriendo por necesidades de espacio. En total 600 metros de longitud con un diámetro de 4-5 metros, atravesando el foro del nordeste a sudoeste. Se bifurcaba en múltiples ramas que conducían los desperdicios de los retretes y baños públicos y aunque nos pueda parecer mentira, las residencias privadas quedaban excluidas de este desagüe y no podían disponer más que de un pozo ciego para ello.
Permaneció en funcionamiento mucho tiempo después del declive del Imperio romano de Occidente, y por los restos arqueológicos se sabe que se utilizaron materiales y técnicas de construcción diferentes dependiendo de las épocas, requiriendo múltiples intervenciones de mantenimiento a lo largo de los siglos. Todavía hoy se puede admirar el triple arco de dovelas de toba, ajustadas milimétricamente sin argamasa, formando la bóveda de su abertura.
La Cloaca máxima representó un gran avance sanitario en la antigua Roma y muestra de su importancia la encontramos en el hecho de que la regía una diosa, la diosa Cloacina.
Un video (muy recomendable):
Para saber más:
Links imágenes:
Patrick Denker; Jean-Pierre Dalbéra; indissoluble.com
Información basada en Wikipedia
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