El adamismo y el misterioso el Bosco

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El jardín de las delicias El Bosco
El jardín de las delicias (hacia 1500-1505), el Bosco. Óleo sobre tabla (220 cm × 389 cm.) Museo del Prado (Madrid). Haz clic en la imagen para ampliarla.

Si hay un pintor enigmático este el Bosco. Sus cuadros reflejan esa Humanidad pecadora, condenada al infierno, representando en muchas ocasiones a santos en actitudes grotescas, caricaturas de simples personas. Puede que quisiera dar mensajes morales con sus pinturas, pero los símbolos que utiliza son frecuentemente de difícil comprensión. Una de sus obras más conocidas, El jardín de las delicias, es buena muestra de ello y las interpretaciones que se dan de cada una de sus figuras son de lo más diversas. No haré un análisis de todas ellas, sino que me centraré en una, solo en una, no la más llamativa del cuadro pero podría tener cierta relación con una doctrina herética surgida entre los siglos II-III en el norte de África, el adamismo.

Sus seguidores (ahora me refiero al adamismo, no a el Bosco) practicaban el nudismo y vivían en una anarquía absoluta para así poder regresar a esa inocencia del Edén que nos relata el Génesis. Consideraban el matrimonio una consecuencia del pecado original y por eso lo rechazaban, siguiendo además una estricta abstinencia sexual. Su origen no está claro. Unos piensan que pudo surgir de la unión de distintas doctrinas ascéticas y gnósticas, mientras que otros dicen que eran ascetas descarriados, sin embargo, fuera como fuera, nunca fueron muy numerosos.

Encontramos la primera reseña histórica de esta secta en una obra de Epifanio de Salamis, el Panarión y en los escritos de San Agustín. Desapareció en el siglo IV para resurgir nueve siglos después en los Países Bajos como los Hermanos y Hermanas del Espíritu Libre. Después, en el siglo XIV, surgieron los Begardos en Alemania, ocupando una isla en el río Nezarka en Bohemia para poder vivir en paz. Solo perduraron dos siglos más a consecuencia de las persecuciones que sufrieron. Hubo posteriormente otros conatos de resurgimiento en los siglos XVIII y XIX, siendo todos ellos reprimidos a la fuerza. Más cercano a nuestro tiempo, en 1985, apareció un movimiento similar conocido como la Iglesia Nudista Cristiana del Santo Doncel Jesús.

¿Dónde está la relación de los adamitas con el Bosco? 

Como decía antes el rastro de los adamitas llega hasta la época del pintor. En el año 1411, un siglo antes de que pintara en la ciudad francesa de Cambrai, muy cerca de Flandes, El jardín de las delicias, el obispado de la zona abrió un proceso contra esta secta condenando a la hoguera a algunos de sus máximos responsables. A raíz de los interrogatorios que se hicieron se sabe que practicaban sus ritos en cavernas esperando la llegada del fin de los tiempos. Así pues, confiando que estaba próximo, ese día demostrarían a todo el mundo que eran los verdaderos hijos de Adán.

No consideraban que el ir desnudos fuera un pecado ni fruto de la lujuria, todo lo contrario, defendían la idea del amor platónico espiritualizando la erótica del desnudo. Ahora mirad el extremo inferior derecho del panel central, ¿lo veis en el cuadro de arriba? No os preocupéis que lo amplio…

El jardín de las delicias El Bosco
Haz clic en la imagen para ampliarla.

Se ve un corrillo de personas y una especie de cueva de la que asoma un muchacho y una mujer. El hombre está vestido y mira descaradamente al espectador. Esto hace pensar que quiso retratar a Dios (que solo aparece con ropa en la tabla izquierda) representado como el maestro del Espíritu Libre.

Hay autores, entre los que destaca el historiador de arte alemán Wilhelm Fraenger, que defienden que el Bosco fue un adepto a esta secta y su cuadro, El jardín de las delicias, un encargo para ilustrar la Biblia Adamita. Algunos piensan que el Bosco conocía muy bien el culto de esa secta por los contactos que tuvo con alguno de sus líderes, y algunos aventuran a especular dando un nombre, Enrique III de Nassau (o quizá su tío Engelberto), quien bien pudo regalar el cuadro a su mujer como regalo de bodas. Puede que incluso quedara retratado (como era costumbre entonces hacer con los mecenas que encargaban los cuadros) como ese maestro del Espíritu Libre.

Seguid mirando la escena ampliada. El hombre vestido señala con su índice a una mujer desnuda que sostiene una manzana, está claro que se trata de Eva en su Edén. Pero no se acaba aquí. Apoyado en su hombro derecho, en la sombra, sumiso, se entrevé una cara, ¿quizá la del propio el Bosco?

El Bosco
Retrato de El Bosco atribuido a Jacques Le Boucq, hacia 1550.

El hecho de no disponer de un retrato contemporáneo al pintor (el más cercano se pintó cincuenta años después de su muerte) hace difícil identificarlo, pero lo curioso del caso es que se pintó en la misma actitud, con la mano derecha haciendo el mismo signo que el maestro del Espíritu Libre (no es el de la foto adjunta pero aquí podéis verlo).

Lo que acabo de explicar es una teoría que tiene sus adeptos, aunque no deja de ser eso, una teoría. De el Bosco no sabemos mucho. Nació en Aquisgrán y en su familia le precedían tres generaciones de pintores. De su formación artística todo son suposiciones, gracias a su posición social (en 1481 se casó con la hija de un rico comerciante burgués) tuvo la libertad de elegir sobre qué pintar. En 1486 ingresa en la «Ilustre Hermandad de Nuestra Señora», una cofradía de laicos dedicados al culto de la Virgen y a obras de caridad de donde, tanto social como culturalmente, se cultivó en esa corriente mística prerreformista. Será a partir de 1490 que empieza a llamarse a sí mismo «Jheronimus Bosch», nunca fechó ninguno de sus cuadros y el que os presento hoy es el único que no firmó, ¿o quizá sí?

Su obra influyó en Pieter Brueghel el Viejo quien pintó varios cuadros que recuerdan a el Bosco, como El triunfo de la Muerte, y en nuestro más reciente Dalí.

Que este cuadro se encuentre en el Museo del Prado se debe al rey Felipe II de España, quien compró muchos de sus obras tras la muerte del pintor, motivo por el que en la actualidad cuenta con gran número de sus obras. Y me permito recomendaros la novela de Javier Sierra El Maestro del Prado en la que nos enseña algunas de las claves para resolver esos misterios ocultos en algunas de las grandes obras de esa pinacoteca, entre ellas, la que os acabo de explicar.

Un video:

Una novela:

El Maestro del Prado (2013) Ed. Planeta

Para saber más:

El jardín de las delicias (míralo en detalle)

Hieronymus Bosch, de Wilhelm Fraenger (en inglés)

Un artículo curioso sobre los artrópodos en la obra de El Bosco

43 comentarios

    1. Hola Bercian,
      un cuadro para entretenerse durante horas mirando todos sus detalles además lo que puede sorprender más es el hecho de que se pintara en aquella época. No deja indiferente a nadie.
      Saludos

  1. Uno de mis cuadros preferidos de El Prado. Deep Purple utilizó esta pintura como portada de su tercer disco, en concreto el tríptico de la derecha:

    Este disco finaliza con «April», uno de mis temas preferidos de rock sinfónico de influencia psicodélica. Aquí lo dejo por si alguien se anima a escucharlo. Saludos, Francisco

    1. Hola Raúl,
      creo que le has pisado la propuesta a Salva (aunque seguro que nos sorprenderá con alguna otra canción) ¡ja, ja, ja! No recordaba esa portada. ¡Grandes Deep Purple! ¡Grandes Blackmore y Lord!
      Saludos

      1. Estamos muy preocupados con Salva, ha eliminado su blog, y sus cuentas de facebook y twitter, y no contesta a los correos … Suena muy mal.

  2. Hola Francisco, buenísimo el post como siempre y la descripción del cuadro una para quitarse el sombrero, hoy he conocido mejor al Bosco gracias a ti. Saludos.

  3. Francisco este artículo es más que bueno, no sabía casi nada de el Bosco, ni había visto tan detenidamente el cuadro… gracias, cuando vuelva a Madrid ire a ver la pintura, cuando estuve hace poco con las prisas me lo perdí. Lo volveré a mirear detenidamente. Tampoco conocía lode la tapa del disco de Deep Purple. Cuanto se aprede aquí!!!

    1. Hola Rosa,
      se aprende de todo un poco, y como puedes comprobar entre todos. Historia, Música, Arte, Medicina… vaya, Humanidades a tope. ¡Ja, ja, ja!
      No dudes en buscar el cuadro cuando regreses a El Prado, no te defraudará.
      Abrazos

  4. La verdad es que me encanta leer tus artículos, pues siempre aprendo algo nuevo. Creía conocer algo del Jardín de las Delicias y de El Bosco.
    Después de leerte, me doy cuenta de lo poco que sé del tema.
    Gracias como siempre, Francisco Javier.
    Un saludo y feliz semana.

    1. Hola Luis,
      revisando un poco para el artículo me encontré con multitud de información sobre el tema y en lo que hace referencia a las figuras del cuadro, cada una tiene sus interpretaciones (muchas veces no coincidentes entre los expertos). Te dejo este link por si quieres saber algo más del tema (aunque como te digo las interpretaciones son variadas)
      Saludos

  5. Pingback: Bitacoras.com
  6. Cuando estuve en el Museo del Prado lo vi, pero con esta clase magistral que has dado, si vuelvo en septiembre lo volveré a ver, y recordaré tu maravilloso artículo Gracias!

  7. Hola Francisco, como bien sabes soy muy curioso.He encontrado esto, como aporte curioso al post:

    Una bloguera y su compañero han utilizado parte de su tiempo libre para rescatar una melodía oculta en el famoso tríptico de El Bosco El Jardín de las delicias, pintado en torno al año 1500, y que se expone en el Museo del Prado de Madrid. Y para ser más concretos, han trasladado a notación moderna la partitura que aparece en el panel derecho (El infierno) y que, para más señas, está escrita (en parte) en el trasero de uno de los hombres castigados por Satanás.

    Así lo explica la autora del descubrimiento, que responde al nombre de Amelia y que es graduada en una doble titulación de música e informática por la Universidad Cristiana de Oklahoma: «Luke y yo estábamos observando El Jardín de las Delicias de El Bosco y descubrimos, para nuestro gozo, la música escrita en la parte posterior de uno de los muchos habitantes torturados del panel de la derecha de la pintura, que pretende representar el infierno». Según explica ella misma, ambos se pusieron manos a la obra en transcribir las notas a un pentagrama actual, «suponiendo -añade- que la segunda línea está en tono de Do, que es lo habitual en los cantos de la época».

    El resultado es una melodía inquietante que ella misma ha grabado en una versión de piano y subido posteriormente a la red. «Es literalmente una ‘canción del culo’ de más de 600 años, desde el infierno», bromea. A partir de ahí, la canción ha circulado por la red y, claro, la cosa ha ido a mayores. Algunos le han añadido una letra (humorística, claro: haciendo referencia a las posaderas del pobre infeliz) e incluso otro usuario se ha atrevido a arreglar y grabar una versión para canto coral.

    Un saludo y mis felicitaciones por la entrada, me ha encantado ( a pesar de tener escasos conocimientos en pintura y menos, de interpretación de las mismas).

    Suso.

    1. Hola Suso,
      si es que siempre nos sorprendes. Aún recuerdo el comentario que hiciste en el artículo del ojo de Horus y la similitud que tenía con esa parte anatómica del cerebro. En esta ocasión tampoco te quedas corto. Añado simplemente la imagen que ilustra lo que explicas (ampliarla que merece la pena)

      Un abrazo

  8. Grandioso post Francisco, se nos viene a la mente de inmediato una pregunta tonta ( básica) pero a veces las que gustan más, ¿ Y qué es una secta?. Saludos Cordiales.

    1. Hola Teresa,
      según la RAE la define de tres maneras:

      .com el conjunto de seguidores de una parcialidad religiosa o ideológica.
      .doctrina religiosa o ideológica que se diferencia e independiza de otra.
      . conjunto de creyentes en una doctrina particular o de fieles a una religión que el hablante considera falsa.

      Siempre ha tenido una connotación negativa y para evitarlo se ha ido incorporando el término de «nuevos movimientos religiosos» en los pasados años ochenta. Pero también se ha ido incorporando otro término, el de «sectas destructivas» para identificar aquellas especialmente peligrosas para el individuo.

      Un tema con mucho debate que, aunque siempre han existido de una manera u otra, es en la actualidad cuando adquiere su máxima expresión (al menos eso creo yo).

      Un saludo

      1. Supongo Francisco que como todo en la vida, habrá de todo, porque de una manera sencilla y normal me viene a la cabeza lo que Francisco Nieva llamaba » los raros», tu tocayo el dramaturgo, Francisco es demasiado, genial, esto dice Francisco Nieva:

        » Siento una especial debilidad por lo raro, quién sabe si a partir de los catorce años, después de leer «Los raros», un brillante ensayo de Rubén Darío. Mi padre no me impuso seguir carrera alguna. Ya se vería con el tiempo qué rumbo tomaría mi vida. Pero si me hubiera preguntado alguna vez: – «¿Tú, qué quisieras ser en la vida?», habría respondido: – «Yo quiero ser un raro, papá». En el mundo del arte y de la sociedad en la que me desenvuelvo, lo raro me fascina, lo mismo si se trata de Valle-Inclán que de Freddie Mercury. Lo raro es excepcional, lo raro es original y lo original es lo raro. Yo entiendo y admiro a los raros en cualquier nivel o estrato social en que se den. Mi amigo, el poeta Claudio Rodríguez, era un buen raro en la Academia, por completo carente de una mentalidad académica. Un niño poeta, un «purísimo», sin resabio alguno. Yo lo consideraba una prenda de lujo para la Institución..». jajajjaja,. Saludos Cordiales.

  9. Hablando del título del cuadro, y siguiendo con tus tocayos Francisco, hay un libro del escritor Francisco Ayala, genial escritor y magnífica persona, mente lúcida y dulcemente objetiva a la vez que generosa, titulado » El Jardín de las Delicias», me encantó el libro, así como muchas otras obras de él, en este libro tiene escrito una frase de Gracian: » ¡Qué a este llamen Mundo!…Hasta el nombre miente. Llámese inmundo y de todas maneras disparatado».

    1. Hola Enrique,
      extraordinario enlace y sorprendente que esa figura con la partitura pegada «en sus partes» se pueda escuchar cinco siglos después. Un enlace recomendable 100%.
      Añadiría otra recomendación para los ávidos de lectura, la novela «El alquimista holandés» de Isabel Abenia.
      Abrazos

  10. He leído «El Maestro del Prado», de Javier Sierra, y me parece una excelente recomendación, Francisco Javier. En las pinturas del Bosco siempre se encuentra algo nuevo. Pero lo que me ha sorprendido enormemente es el tema del «adamismo»… ¡Qué interesante! Yo hubiera sido un buen adamita si no fuera por la cuestión de la abstinencia… Hablando en serio, nunca se me habría ocurrido relacionar «El Jardín de las Delicias» y al Bosco con una secta así.
    Gracias por este estupendo post.

    1. Hola Martín,
      es una hipótesis de lo más factible y que cada vez son más los estudiosos que la dan por cierta (claro está que también los hay que no la aceptan). En cuanto a la novela, pienso como tú.
      Saludos y gracias a ti por comentar.

  11. Un post, espléndido y unos variados comentario. Increíble la música, y muy buenos los videos. Llego después, de 83 me gusta…Y digo aunque tarde…me gusta.
    Un abrazo y gracias por enseñarme lo que es el adamismo.

  12. Qué análisis más enriquecedor sobre este misterioso y mágico pintor. Me agrada encontrar y leer artículos de calidad y profundidad. Bosco entre lo infernal y lo celestial. Quizá con tinta de Dante en sus obras. 🤗 graciaa

    1. Hola Claudia,
      no sé si lo has visto pero si tienes un día la oportunidad de tenerlo delante no te defraudará, bueno, eso si puedes verlo con calma porque todo el mundo lo busca en el museo.
      Saludos 😉

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