Si hay algún cuadro en el que podamos ver representadas a la vez las ciencias, la filosofía y las enseñanzas del cristianismo, ese es el de La Escuela de Atenas, de Rafael Sanzio. Es una de sus pinturas más conocidas y seguro que todos la hemos visto en alguna ocasión, aunque puede que no pensáramos en poner nombre a cada uno de los personajes que allí aparecen.
Se encuentra en los Museos Vaticanos, en las estancias de Rafael, en una de las cuatro paredes de la habitación conocida como Stanza della Segnatura (1508-1511) donde el papa Julio II tenía su biblioteca y firmó los decretos del tribunal eclesiástico. Cada una de las paredes está dedicada a una actividad humana del pensamiento: Filosofía, Teología, Justicia y Artes. Con forma cuadrada, La Escuela de Atenas se encuentra frente a la Disputa del Sacramento. En las otras dos está el Parnaso y las Virtudes cardinales y teologales y la ley. La estancia representa ese orden de la Humanidad mediante la sabiduría tal como la concebían los humanistas del Renacimiento. Era la simbiosis de las enseñanzas cristianas con la filosofía griega.
Pero centrémonos en el cuadro que nos ocupa. Escenifica, en un templo romano (¿termas?), el saber antiguo y moderno, las siete artes liberales. En unos nichos se ven a los dioses Apolo y Atenea, y en un primer plano, a la izquierda: la Gramática, Música y Aritmética, a la derecha: la Astronomía y Geometría. En lo alto de la escalinata a la Retórica y la Dialéctica. El pintor se propuso mostrar a todos cómo podían vivir en armonía el pensamiento de Platón, las ciencias y las enseñanzas del cristianismo.
Aunque en el caso de Platón y Aristóteles no hay duda, algunos estudiosos no coinciden a la hora de dar nombre a los filósofos. Incluso hay personas que piensan que en el cuadro se puede ver a Jesús hasta en tres ocasiones y al propio Rafael en dos. Veamos a continuación las figuras más representativas (observa la capacidad de Rafael en mostrarlas con distintas expresiones y poses, algo poco frecuente en una misma obra en aquella época).
Existen dos reproducciones del fresco que se pueden ver en el auditorio de Old Cabell Hall en la Universidad de Virginia y en la catedral de Königsberb, en Kaliningrado. Pero ninguna de ellas es exacta a la original del Vaticano, primero porque no se permite ninguna reproducción idéntica de sus obras de arte y segundo porque no las pintó el genio de Rafael.
Rafael murió el mismo día que cumplió treinta y siete años, siendo velado su cuerpo al pie de su última creación La Transfiguración antes de ser enterrado en el Panteón de Roma. La Escuela de Atenas merecía un post en el blog y espero haberos acercado un poquito más a esta increíble obra maestra, aunque quedan muchos personajes sin identificar. ¿Te atreverías a hacerlo tú?
Para saber más
En este enlace puedes individualizar a cada personaje
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