Que no, que no, que los vikingos no llevaban cuernos

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vikingo

Pobre, seguro que es una maravilla de persona, pero aunque la foto no lo muestre y mirándole la cara nos es difícil pensar que este vikingo salvaje, sanguinario y con barba pelirroja no lleve cuernos en su casco, aunque la realidad era otra. Ni este ni ningún otro los llevaba.

Es un mito muy extendido y se barajan dos hipótesis para explicarlo. Una afirma que la historias de estos hombres del norte fue escrita por sus víctimas, que los veían como verdaderos demonios, y el diablo sin cuernos no da tanto miedo. La otra posibilidad, y quizá la más probable, es la que dice que fue la literatura romántica del siglo XIX la que caracterizó a estos guerreros nórdicos con cuernos como una forma de idealizarlos. Si os paráis a pensar sería muy poco práctico llevar cuernos en el casco durante los combates, incluso sería más un inconveniente, y de hecho la arqueología no ha encontrado ningún casco vikingo cornudo.

vicki el vikingo

Recordemos que el término vikingo no se refiere a una aldea del norte en concreto sino a los diferentes pueblos escandinavos que allí se encontraban entre los siglos VIII al XI, siendo las crónicas históricas más fiables  las anglosajonas, francas y las escritas por los arzobispos de Hamburgo y Bremmen, que nos los muestran como guerreros agresivos y sin ningún tipo de remordimiento en su conciencia.

Quizá movidos por la presión a la que estaban sometidos por los nobles nórdicos se hicieron a la mar llegando a la mítica Inglaterra, El Dorado para ellos. Y como todo tiene un inicio este lo encontramos el  8 de junio del año 793 con el desembarco y posterior asalto al monasterio de Lindisfarne, una comunidad de pacíficos monjes que tuvieron el fatídico honor de ser los primeros en morir a hachazos por ellos. Ese día murieron cientos de monjes indefensos creyendo que les atacaban los demonios del infierno. Después vendrían otros hasta acabar arrasando gran parte de Inglaterra, desembarcando en España y remontando el río sena para invadir París, que abandonaron a cambio de una gran cantidad de oro.

Pero ni eran demonios ni venían del infierno. Su único objetivo era saquear los poblados para conseguir tesoros y su única religión era la de sus dioses mitológicos, totalmente favorables a la guerra -recordar que Thor empuña un martillo de guerra- y los vikingos eran muy creyentes, de eso no cabe la menor duda.

Tampoco actuaban anárquicamente sino que contaban con una gran capacidad para la estrategia, esforzándose en conocer las costumbres de las tierras que saqueaban y así fue como aprendieron a atacar a los cristianos cuando se encontraban rezando en el interior de la iglesia, sin armas. Desembarcaban sin previo aviso, matando a mujeres y niños, más para “publicitar” su fiereza e infundir miedo que por placer, huyendo en sus veloces barcos, una estrategia conocida como “strandkogg”. Otra idea equivocada es que todos sus barcos se llamaban «drakkars» cuando estos solo eran los que utilizaban para la guerra, disponiendo de otros muy distintos para la carga y algunos de recreo para sus condes y reyes.

Fueron unos pueblos muy avanzados si los comparamos con otros en lo que a consideración de las mujeres se refiere. Estas podían tomar decisiones trascendentes dentro de la familia, podían salir de viaje solas, podían saber leer y escribir e incluso decidir con quién se casaban. No era raro tampoco verlas enfundar un hacha y un escudo para acompañar a los hombres en la batalla.

casco vikingo
Casco vikingo de hierro de Gjermundbu, Ringerike, Buskerud. Museo de Historia Cultural, Universidad de Oslo.

Sí, eran temidos, feroces y sanguinarios, pero no, los vikingos no llevaban cuernos, o al menos yo no consigo verlos en el casco de la imagen 😉

Serie de tv creada por Michael Hirst para The History Channel, Vikingos, aquí puedes ver algunos episodios

Un blog The Valkyrie’s Vigil, de Laia San José Beltrán

Para saber más:

Vikingos en España

Links imágenes:

Hans Splinter

NTNU Vitenskapsmuseet

38 comentarios

  1. Has descubierto un mito que probablemente chafe las viejas teorías de los incómodos cuernos que portaban estos guerreros.
    Como siempre genial.

    Saludos.

  2. Ya se sabe eso de la fama… cuando califican a alguien o a un grupo y les dan un apodo, se queda para toda la vida y muchas veces no es cierto, como por ejemplo los cascos con cuernos, no lo sabía, si es cierto que los cuernos en la antigüedad era para avisos lejanos, todos hemos visto como soplar por la punta del cuerno (precisamente en inglés el verdadero nombre del claxon es «horn» ..cuerno). Ese pueblo y todos a la hora de invadir no se iban con chiquitas y TODOS hacian barbaridades, quizás ellos invadian las tierras más al sur de las suyas pues éstas debido a la extremidad del tiempo, eran casi yermas. Que invasor no ha arrasado las tierras con sangre? y lo más penoso es que de alguna manera sigue pasando, sea por un motivo u otro.
    Como siempre… otro 10!

    1. Hola Rosa,
      no puede negarse que los vikingos daban miedo. Su aspecto imponía, los gritos, cómo luchaban, pero también fueron grandes exploradores. Atreverse a navegar a tierras lejanas y desconocidas en sus barcos y en aquellos tiempos no era cosa de cobardes precisamente. Fueron los primeros en vislumbrar y colonizar Groenlandia y Terranova, cinco siglos antes de que Cristóbal colón pusiera el pie en América. De hecho, cuando en verano se dirigían al círculo polar ártico a cazar focas estuvieron a tan solo mil kilómetros del polo Norte (existen restos arqueológicos que así lo demuestran).
      Abrazos vikingos (sin cuernos) 😉

  3. Cuando hace años Christina Rosenvinge vino a mi país y asistió a la conferencia de prensa con una gran copa de cerveza, dije «Esta es una vikinga». Me ha quedado mucho mas clara mi apreciación sobre esta cultura, gracias a este material. Realmente lo he disfrutado.
    Muchas gracias.

    1. Hola Sergio,
      si es que donde esté una buena cerveza que se quite lo demás 😉 Personalmente una de las cosas que me sorprenden más de los vikingos es la posición que tenían las mujeres en su sociedad, unas guerreras que luchaban codo con codo con sus maridos. Puede que incluso pudieran haber igualado en número a los hombres en los combates y en sus razzias o al menos eso se sospecha a raíz de los entierros vikingos de la época que la arqueología ha encontrado. Puede que en las primeras invasiones por Inglaterra las mujeres acompañaran a los hombres en un número mayor de lo que se pensaba hasta ahora, bajo una apariencia guerrera masculina.
      Un saludo

  4. Cuando estuve en Noruega, ya me desmontaron el mito. También me dijeron que eran buenos marineros, y aunque se cree por el tamaño de sus barcos que solían navegar costeando, también hay opiniones que contradicen estas teorías puesto que hay datos de que llegaron a Groenlandia e incluso se habla de que pudieron llegar hasta las costas americanas por tanto también navegaban a mar abierto en sus expediciones.
    Un abrazo.

    1. Hola Alberto,
      ya pocos discuten que fueron los primeros europeos en pisar el continente americano. Oficialmente se dice que Erik «el Rojo» (lo de rojo parece venir por el color de su barba) sería el primero en llegar a Groenlandia, concretamente a la costa suroeste a finales del siglo X, tras salir de Islandia exiliado por ser acusado de asesinato. Da la casualidad que la única zona habitable de Groenlandia es esa, regresando tres años después a Islandia para que le acompañaran en la colonización de ese lugar. Fue él quien bautizara con el nombre de Groenlandia (que significa Tierra Verde) para animar a los pobladores de Islandia a ello. No obstante, no fue el primero. Las sagas islandesas sugieren que otros exploradores nórdicos la divisaran antes, como el navegante Gunnbjörn Úlf-Krakuson, nombre que recibe hoy la montaña más alta de Groenlandia.
      Abrazos

  5. Efectivamente, los cascos vikingos no llevaban cuernos. Eran los galos los que adornaban sus cascos con unos pequeños cuernos. Yo creo que , como tú bien apuntas, era una idealización de su fiereza y crueldad, lo mismo que los santos y santas se representan con un halo de luz alrededor de sus cabezas.
    De lo temidos que eran nos da fe una de las letanías que se rezaban en todas las iglesias europeas de la época:»Líbranos Señor, de la ira de los hombres del norte».
    Y de los derechos de la mujer entre los vikingos, nos da fe el hecho de que cuando no acompañaban a sus maridos en sus largos viajes de rapiña o exploración (cosa bastante común, como bien apuntas), al volver el hombre encontraba a su mujer con uno o dos hijos más de los que tenía cuando partió. Pues bien. el guerrero acogía a aquellos hijos como suyos, sin ningún inconveniente.
    Gracias como siempre por tu artículo, Francisco Javier, y que tengas un buen día, amigo mío.

    1. Hola Luis,
      ¡genial apunte el que haces! La moral sexual era mucho más permisiva de lo que pudiéramos imaginar. Los hombres podían tener concubinas y en algunos casos más de una esposa, pero las mujeres podían solicitar el divorcio si el marido no podía darles hijos o simplemente porque el marido no las satisfacía sexualmente, un divorcio que normalmente salía muy caro a algunos hombres y que el único requisito para pedirlo era haciéndolo delante de testigos.
      Un abrazo y buen día.

  6. Pues mira, Francisco, que se me acaba de caer un mito. Cachisss!
    En serio, siempre un placer leer y aprender contigo.
    Por cierto, me he tomado la libertad de dedicarte mi entrada de hoy 😉 😉
    Besetes

  7. Hola Francisco, gracias por el artículo pues yo era de aquellos que visualizaban a los vikingos con cuernos en los cascos, si no es así ¿entonces qué tribu los usaba?, además pienso que pudiera haber otros adornos como plumas, huesos, puntas, etc. (me hace mucho recordar a Ásterix y su tribu), por favor : ¡¡Ilumíname Maestro!! 😋

    1. Hola Luis Humberto,
      los cascos celtas se hacían de bronce y podían tener más que cuernos, unas protuberancias laterales similares. Su función era la de dar a los guerreros un aspecto de fiereza. En muchas tumbas de jefes celtas y galos se han encontrado cascos más o menos bien conservados. Pero el más célebre, y de gran belleza, es el llamado «casco del Támesis», que fue descubierto por unos obreros mientras construían los cimientos del puente de Waterloo, en Londres. En este enlace podrás ver dicho casco (no puedo dejar la foto por derechos de imagen) 😉
      Saludos

  8. Vikingos fuertes soportando el hogar en compañía mientras ellos guerreaban. En sus luchas, parecía como si los gritos salieran de otras gargantas… era su forma de colocarse más allá del dolor estéril, aunque corporalmente se encogieran tratando de estirase. Alguien dice que «era preciso destrozar sus oídos para que aprendieran a oír con los ojos». Atacaban en tiempos de cuaresma, dejaban tartamudos a la gente, por aquello de que a diferencia de otros que dijeron no sé y, no hablaron. Aceptaron a su mujer con todas sus virtudes. Era su cultura, cifrando en ello su orgullo. Un hablar de sí, pero no hablaban; una nueva categoría. Parecían máquinas apartadas de su cuerpo a patadas. ¡ Qué ritual ! Se creían el último hombre sobre la tierra, por eso les hería la palabra desdén. ¿ Dónde quedaba su orgullo ?. Gracias, FJ, por mostrar esa raza que, con el tiempo, perdieron, perdieron toda esperanza. Un abrazo, arreglado.

    1. Hola marimbeta,
      con o sin cuernos en sus cascos, los vikingos eran feroces guerreros, diestros artesanos, osados marineros, magníficos exploradores y leales tanto a sus dioses como a su pueblo. Todo ello les convierte en algo más que esa imagen salvaje que se tiene de ellos.
      Un abrazo conquistador.

  9. Buen articulo Francisco como siempre, el tema de los cascos puede ser que los confundieran con alguna tribu gala que lo utilizase, por otro lado aparte de guerreros se le ha de reconocer que fueron una grandes comerciantes y fundadores de ciudades, hay escritos árabes de algún embajador árabe de vista en la corte de algún rey Vikingo, también decirte que aunque guerreros temibles también les dieron la suya como les paso en una incursión en Galicia o en la Sevilla árabe de don tuvieron que salir por piernas, en fin grandes saqueadores pero también grandes comerciantes y viajeros puesto que se habla de algunas huestes vikingas al servicio de algún emperador del imperio Bizantino.

    Saludos Francisco

    1. Hola Juan,
      nada les detenía. Fueron lo suficientemente inteligentes y osados como para adentrarse en el interior de la península ibérica e incluso después llegar a París, apoyados por sus magníficas naves que les permitían surcar los ríos ante el asombro de todas las gentes que se encontraban a su paso.
      Un saludo y gracias por tu interesante aporte.

  10. Hola Javier, me encantó tu artículo, yo admiro a los vikingos por ser exploradores y tengo la impresión de que no eran tan salvajes como los pintan, ahora con tu información de la posición de las mujeres entre ellos, me agradan más.
    Abrazo de luz

  11. En una aventura de Mampato y Ogu en la tierra de los vikingos – historieta chilena muy querida para los que hoy tenemos entre cuarentaycincuentamasomenos – Ogu soluciona el problema del casco con cuernos para pelear girándolo en 90° de manera que un cuerno quede al frente y otro detrás.

    En fin, lo del casco con cuernos tiene mas que ver con la niñez de uno que con la arqueología…

    1. Hola Wichiluca,
      quién no recuerda también las aventuras de ese niño tan listo que tras frotarse la nariz le venían ideas brillantes que salvaban a toda la aldea de cualquier desgracia, Vicky, el vikingo. Claro, también le representaban con cuernos en los cascos y es que como bien dices, estos dibujos, cuentos o leyendas sin cuernos no serían lo mismo 😉
      Saludos

  12. He de reconocer que como a mi tocayo Icástico me has tirado por tierra la imagen que tenia de ellos haber ahora que hago yo cuando tenga que dibujar un vikingo como le pongo cuernos sabiendo que no los lleva, sería como meterme en la intimidad se su vida personal y decir que la pareja le engañaba. No podría. 🙂 Saludos.

  13. Buenoooooo, no canteis victoria, que algo de cuernos si que había……… pero en esta ocasión eran las mujeres las que los ponian pero en lugar de ponerlos en los cascos o cabezas de sus maridos, cuando estos iban de batalla o salian de aventuras y no volvian por que perdian las vida o los detenian, los metian en la carcel, o cualquier otra cosa, como decía antes las mujeres de estos aguerridos guerrerosque se habían quedado solas, si por cualquier motivo se volvian a casar o juntar con otro hombre, éstas ponían unos cuernos (casi siempre de ciervo o similar) en el quicio de la puerta de sus casas para así comunicar al viquingo tardón que en su lugar había otro hombre y que el que se fué a Sevilla perdió su silla.

    1. Hola Francisco,
      ¡ja, ja, ja! Al menos tenían la «decencia» de señalizarlo de alguna manera, no creo que sus maridos, cuando llegaran, les explicaran con pelos y detalles todo lo que hacían en sus «correrías» vikingas. No, si con cuernos o sin cuernos, al final, en algunas cosas no hemos cambiado tanto…
      Un saludo y bienvenido por los comentarios del blog 😉

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