Los tiempos cambian, de eso no hay ninguna duda, y encontramos buena muestra de ello en nuestro día a día. Permitidme que en esta ocasión os acerque, con cierta nostalgia, uno de esos objetos que están a punto de desaparecer al quedar relegado por las nuevas tecnologías, me refiero a las cabinas telefónicas.
Las pioneras
El primer teléfono público instalado en el mundo lo encontramos en un banco de Hartford (Connecticut), era el año 1889. El éxito no se hizo esperar y en poco tiempo comenzaron a verse en las principales calles de todas las ciudades. Las cifras hablan por sí solas, en solo tres años se había instalado más de 80.000 cabinas telefónicas.
En España el primer teléfono público se instaló en 1928 en pleno centro de Madrid, concretamente en el Parque del Retiro. Para ser exactos fueron dos, uno en el actual Florida Park (antes conocido como Viena Park) y el otro en el desaparecido Bar Regio. Funcionaban con fichas y no sería hasta 1966 que se pondrían en marcha las cabinas de monedas en la Puerta del Sol de la misma ciudad.
Lo que obliga la Ley
La ley obligaba a que existiera un teléfono público de pago por cada 1500 habitantes en los municipios de más de 500 habitantes, así pues, este servicio podía encontrarse en muchos pueblos, además de las ciudades. Es por ello que a finales del siglo XX existían unas 100.000 cabinas en activo, número en descenso imparable sobre todo en los últimos años hasta las poco más de 30.000 que podemos encontrar en la actualidad (estas cifras varían a la baja según la fuente que se consulte). Los móviles han ganado el partido por goleada. Hoy existen en España más de 55 millones de móviles, más de uno por habitante.
Un Real Decreto del 2005 y modificado seis años después, obliga a Telefónica «a garantizar una oferta suficiente de teléfonos públicos de pago hasta el mes de diciembre de 2016» y aunque sigue vigente la obligación de mantener este servicio todo parece apuntar que tiene los días contados.
Ahora os hago una pregunta… ¿Cuándo fue la última vez que utilizasteis una cabina para llamar por teléfono? Puede que la mayoría ni se acuerde, y al menos aquí en España, en breve, nadie podrá hacerlo al no quedar ninguna en pie. Si Telefónica hace números (seguro que ya los ha hecho) no creo que tarden mucho en retirarlas todas ya que los gastos que requieren su mantenimiento no compensan su uso.
Así pues, ¿dónde se cambiará a partir de ahora Clark Kent para convertirse en Superman? Bueno, siempre tendrá un ascensor.
¿Por qué son rojas las cabinas en Gran Bretaña?
Será a partir de 1912 que la Oficina General de Correos de ese país se encargara también del servicio de telefonía y para ofrecer mejor cobertura decidieron instalarlas junto a los servicios de Correos en 1920, especialmente en las zonas rurales donde no podía mantenerse abierta una oficina.
Originalmente estas cabinas eran blancas con la puerta y la ventana rojas (conocidas como K1) de las que se conserva una (en uso hoy en día) en el Mercado Trinity de la ciudad de Kingston upon Hull en el Condado de Yorkshire.
El color del servicio postal británico era rojo y a partir de 1924 aparecerán totalmente pintadas de ese color con un diseño realizado por el arquitecto Sir Giles Gilbert Scott (K2). Con los años se irían modificando hasta la más popular y conocida K6, también con un diseño del mismo arquitecto del año 1935.
Eran conocidas como «quioscos» al ofrecer también un servicio de correo donde se depositaban las cartas o se compraban sellos en máquinas expendedoras anexas a la cabina, todo pintado con su llamativo color rojo, lo que no sé es si también en Gran Bretaña desaparecerán o resistirán el embiste de la telefonía móvil. Todo dependerá del uso que siga haciéndose de ellas.
Todo un clásico, una película protagonizada por el actor José Luis López Vázquez en 1972 «La cabina» (a partir del minuto 9)
Para saber más:
Fotos de las cabinas en Gran Bretaña
Exposición «Historia de las Telecomunicaciones» (Espacio Fundación Telefónica)
Links fotos:
Link información:
Artículo de Alfred López en su blog Yaestaellistoquetodolosabe
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