
Del enlace entre Fernando III el Santo y de Beatriz de Suabia nacería en Toledo una de las personalidades más destacadas en la historia de España, el rey Alfonso X, era el año 1221. Heredó los reinos de Castilla y León en un contexto histórico complicado, con la nobleza castellano-leonesa enfrentada y fracasando después en sus aspiraciones como emperador del Sacro Imperio Romano, pero no fue recordado por ser un conquistador ni por ganar grandes batallas, sino por convertir a la ciudad de Toledo en capital del saber e integración cultural, por eso se le conoce como Alfonso X «el Sabio».
Ya de pequeño mostró interés por las ciencias, las letras y la historia, algo que bien pudo ser heredado de su madre, educada en la prestigiosa corte de su primo Federico II. Destacó por su inteligencia y buen quehacer como dirigente y administrador, siendo el promotor de un proyecto más que ambicioso. Elevaría a rango de Universidad a los Estudios Generales de Salamanca (1254) y Palencia (1263), fundaría Escuelas generales en Sevilla y Murcia, y convertiría la Escuela de Traductores de Toledo en el mayor centro de fusión cultural de Europa.
Desde que el rey Alfonso VI reconquistara la ciudad en 1085 y fundara la Escuela de Traductores, comenzarían a recuperarse las obras clásicas olvidadas desde la caída del Imperio romano de Platón, Aristóteles, Hipócrates… Recordemos que por aquél entonces el mundo árabe era el depositario del conocimiento de las ciencias. La comunidad judía a partir del siglo XII comenzaría a abandonar el territorio musulmán para instalarse en los reinos cristianos y con Alfonso X muchos destacados sabios de todo el continente se trasladarían a Toledo. Poetas, médicos, astrónomos, historiadores, juristas… todos juntos, judíos, cristianos o musulmanes, algo inédito ya que pocas veces en la historia encontramos un cruce de culturas y una convivencia en paz como la que entonces se vivió.
Dejando a un lado sus diferencias y sus luchas, cristianos y musulmanes trabajarían juntos, pudiendo encontrar maestros de las tres religiones impartiendo clases en los Estudios Generales, así como eruditos traduciendo esos textos relegados, una labor que dejaría una inestimable herencia que influiría en los siglos posteriores y en el inicio del Renacimiento, legado que se transcribiría no solo al latín sino a la lenguas vulgares, siendo pues asequibles a más personas.
No cabe duda del impulso que recibieron las lenguas romances, tanto el galego-portugués como el castellano, que se promovió como lengua en la Corte, utilizándola para redactar sus obras entre las que destacan «El Libro de los juegos», «El Fuero Real de Castilla, el Espéculo y las Siete Partidas», «Las Tablas alfonsíes», «Las Cantigas de Santa María» y «La Estoria de España» primera Historia de España escrita en romance.
No sé, puede que la comparación sea odiosa, pero Alfonso X siempre me recordó a otro ilustre personaje de la historia, otro gran humanista mucho más posterior a él en el tiempo, Lorenzo de Medici, que ayudó a llevar al Renacimiento a su apogeo, sin lugar a dudas un adelantado a su tiempo. Hoy, ocho siglos después, la Escuela de Traductores de Toledo sigue siendo un prestigioso instituto cultural e investigador con sede en el antiguo Palacio del Rey Don Pedro, pero el Toledo de entonces es digno de recordar como ejemplo de convivencia entre las diferentes culturas y el saber.

Para saber más:
Página oficial del Ayuntamiento de Toledo
Links imágenes:
Dan Vaquerizo Molina; Tiberioclaudio99; Santiago Lopez-Pastor
From a distance, it looks like a forbidden city
Hello 365dniwobiektywielg,
It might give that feeling, but nothing further from reality. I invite you if you come to Spain one day to know it, Castilla has many incredible cities.
A greeting
I would like to see Spanish towns but this time I am inviting for Polish sightseeing 🙂
Good destination, enjoy it!
🙂
Gracias por tan interesante artículo. Siempre he pensado que lo de Edad Oscura es un tanto injusto y simplificador con todo un milenio que tuvo de todo: luces y sombras. Un afectuoso saludo.
Hola Paloma,
injusto del todo. El término fue creado por Petrarca en el siglo XIV y evocaba al período comprendido entre la caída de Roma y el Renacimiento. Si nos fijamos, el término «Edad Media» también tiene una connotación similar, al evocar el período intermedio entre la Antigüedad clásica y la Edad Moderna. En la actualidad, ningún historiador se refiere a este período así, pues se consiguieron también muchos logros.
Saludos
Hola Javier, qué interesante saber dónde y cómo se conservaron tantos conocimientos, muy alentador saber que sabios de las tres religiones se unieron para dejarnos un gran legado de sabiduría. Gracias por compartirlo.
Aún no he retomado mi vida normal, todavía no empiezo a visitar a mis amigos, eres el primero, iré poco a poco, sé que me he perdido mucho tuyo y de los demás, ni modo, tenía y tengo que procesar los cambios en mi vida.
Abrazos de luz
Hola Silvia,
poco a poco, no tengas prisa. En ocasiones se tarda más o se tarda menos en asimilar este tipo de experiencias, pero seguro que al final todo volverá a ser como antes. El tiempo, queramos o no, es el alma de este mundo.
Abrazos de luz
Hola Javier, quizá volverá a ser «normal», pero nunca «como antes», pero así es la vida, lo único constante es el cambio. Gracias por tus palabras.
Abrazos de luz
Qué mucho tenemos que aprender de la historia. Es posible que vivamos en armonía. El hambre de conocimiento, la sabiduría, el deseo de aprender, las letras, la música, el arte, nos une. Cuánto me gustaría que nuestros líderes políticos tomaran unas clases de historia y se dieran cuenta de que es posible convivir sin guerras. Gracias por compartir este pedazo de la historia que nos devuelve la esperanza. Un abrazo, amigo.
Enfrentar crisis y rebeliones ha sido la disyuntiva de siempre. Alfonso el Sabio las vivió. ¿Cómo sobrevivir? Cascar al diente de la sabiduría es una forma de dar salida. Las horas se vuelven minutos cuando se necesita saber y se transforman en siglos cuando sabemos lo que se puede aprender, decía Machado. Cantar en coro, «Saber, nada sabemos…» ¿De dónde vinimos? si «La luz nada ilumina y el sabio nada enseña…». Gracias, FJ, por recordar cómo se documentan las cosas. Abrazos, pretendidos, aprendidos.
Hola marimbeta,
en estos tiempos de globalización, de mezcla de culturas y religiones, es cuando más se valora que muchos siglos atrás se consiguiera esa convivencia en beneficio de la cultura y el saber. En ocasiones deberíamos mirar atrás en el tiempo para aprender algo en beneficio de nuestro presente y futuro.
Abrazos entremezclados
🙂 En la Escuela de Traductores, hace años, cursé un ulpán durante un tórrido verano. Tu entrada me ha traído preciosos recuerdos 🙂
Me alegra saberlo, en cuanto a lo de tórrido verano… este parece que será pero que muy tórrido también.
Un abrazo
Eso parece. Habrá que ponerse en remojo 😉