San Vicente Ferrer, el santo dominico valenciano, se le conoce popularmente con cariño como el santo del «dedito», pues según la leyenda obró varios milagros alzando su dedo. Es el patrón principal de la ciudad de Valencia (España) y en «La Seu» (catedral) encontramos numerosas referencias a su persona. Lejos de sus prodigios, su importancia histórica resultó ser fundamental en la historia de España y este es el motivo principal de querer acercaros hoy su figura.
Nació en el seno de una familia acomodada a mediados del siglo XIV, cuando la ciudad de Valencia salía de una epidemia de Peste Negra. De gran inteligencia, se doctora en Teología a los veintiocho años, con la calificación «Summa cum Laude». Su predicación por Europa hizo que se le reconociera y apreciara por todos.
Su participación en el Cisma de Occidente
Contribuyó activamente a solucionar el Cisma de Occidente cuando los Papas regresaron a Roma tras casi tres cuartos de siglo en Avignon. La Iglesia se dividió entre los que obedecían a Roma y a los de Avignon, y Urbano y Clemente se excomulgaron mutuamente, así pues, toda la cristiandad se encontró excomulgada. Imaginaros el caos reinante: diócesis con dos obispos, monasterios con dos abades… incluso entre las provincias de los dominicos las habían que obedecían al papa de Roma, mientras que otras al papa aviñonés.
San Vicente Ferrer se pondría a favor de Avignon, con el papa Clemente VII, al igual que el rey Pedro IV de Aragón, el Ceremonioso. Más tarde, y para complicar más la situación, es elegido Papa en Avignon el cardenal Pedro de Luna, futuro Benedicto XIII, quien llamaría a Vicente Ferrer para ofrecerle distinciones cardenalicias y obispados. Al no ver con buenos ojos el ambiente de la curia en Avignon, Vicente Ferrer decidiría marchar al convento de los predicadores de la ciudad y dedicarse a la predicación itinerante por toda Europa hasta su muerte, aunque seguía siendo partidario de los papas de Avignon. El conflicto terminaría cuando el emperador Segismundo convocó el Concilio de Constanza (1414-1418) para poner fin al conflicto con la elección del papa Martin V como el Papa de toda la Cristiandad.
Decisivo en el Compromiso de Caspe
Tras la muerte del rey de Aragón Martín I «el Humano» sin descendientes legítimos que le sucedieran, se extinguiría la estirpe de la casa condal de Barcelona. Desde entonces todos quisieron imponer sus candidatos según sus propios intereses: Alfonso de Aragón y Foix, Fadrique de Luna, Luis III de Anjou, Juan de Prades, Jaime II de Urgel y Fernando Trastámara, este último el más próximo en parentesco al rey de Aragón. Jaime II y Fernando Trastámara eran los mejores posicionados para conseguir su objetivo, y para evitar la inminente guerra civil, se acordaría en 1412 firmar la Concordia de Alcañiz entre Cataluña y Aragón, por la que se establecía que nueve compromisarios representarían los intereses de la Corona en la localidad aragonesa de Caspe, y así decidir quién sería el próximo rey.
Vicente Ferrer sería junto al prior de la Cartuja de Portaceli, Bonifacio Ferrer, y el experto en derecho Ginés Rabassa, los representantes por Valencia. Tras largas y duras negociaciones (no hay constancia escrita de cómo se sucedieron) se firma la decisión de nombrar a Fernando de Castilla como rey y señor de Aragón, un fallo en el que Vicente Ferrer resultó ser decisivo.
Muerte y milagros
En el proceso de su canonización se le atribuyeron 860 prodigios o milagros (uno arriba, uno abajo) y se le recuerda por su «Don de lenguas» por el que predicando siempre en valenciano era comprendido por franceses, castellanos, italianos… También se le atribuye la fundación del primer orfanato registrado en Europa y que todavía sigue funcionando en Valencia. La muerte le sorprendió predicando, en Francia, concretamente en Vannes, en 1419, donde se puede ver actualmente su sepulcro en la catedral.
Con la muerte sin descendientes de Martin I, el Humano, se extinguía la sucesión directa de la Casa Real de Aragón, que había asumido, entre otros títulos menores el de Conde de Barcelona.
Con Fernando I, el de Antequera, continúa por línea de sangre esa Casa Real de Aragón, aunque cambia la Dinastía reinante. Los demás títulos supeditados (condados, baronías, señoríos, etc) a esa Casa Real también pasaron a los Trastámara aragoneses, como es obvio.
Hola José Carlos,
sin duda, una de las épocas más trascendentales de nuestra historia, en ocasiones, mal interpretada o simplemente ignorada.
Saludos
¡Dios te bendiga mucho!
Bueno, pues FJT y sus fans que sepáis que por unos 100 € existe un microtraductor que se coloca en el oído como los llamados pinganillos intraauriculares y que traducen en tiempo real español, francés, inglés e italiano, se llama The Pilot y creo que planeaban ir añadiendo otras lenguas.
Hola astolgus,
algo había oído hablar de ese «aparatito». Creo que los traductores (me refiero ahora a las personas) pueden tener los días contados en sus trabajos, aunque claro, la tecnología y los robots,acabarán por quitarnos el trabajo a todos en un futuro no muy lejano. En fin…
Abrazos
San Vicente Ferrer, que su canonizacion es muy discutida, hay que matizar que estuvo unido al Cisma de Occidente, y que se salió, por decirlo de alguna manera , por miedo a que se derramar4a sangre por paerte de Francia y Alemania, fue durante muchos años confesor de Benedicto XIII, predicando por sdu causa, de3cide4 por los motivos señalados dejar la Obediencia Avigñonensa, y lo dice cobn estas contriovertidas palabras » Es el verdadero papa, pero por eol bien de la Iglesia debe dimitir» El tiempo que siempre pone las cosas en su sitio, ha demostraedo hasta la saciedad que la tesis de Benedicto XIII, era la verdad, confirmada por concilios
Hola Boira,
un apunte de lo más interesante el que aportas aquí, y si me lo permites añadiría que Benedicto XIII (el Papa Luna) es protagonista de la expresión «estar en sus trece» por mantenerse firme en su actitud (como buen aragonés que era) al pensar que era el auténtico pontífice. Así fue desde su retirada a la población de Peñíscola hasta su muerte.
Saludos
Gracias, pero te aclaro, Esa frase no viene de la tenacidad de Benedicto XIII ante las arbitrariedades del poder político.
Viene como cuenta muy bien Adro Xavier del juego de las 15 donde los jugadores se paraban en la carta 13 para así no pasarse
También mas adelante se decía de las controversias Judía de Tortosa donde los judíos al llegar al punto 12 se paraban porque al llegar al 13 era abjurar de sus creencias Dichas controversias judías las impulso Benedicto XIII, Así que seguir en sus trece, sería sinónimo de no renuncia al judaísmo, o falso converso.
Por otro lado no confundir Tenacidad, con terquedad Hasta donde yo llego Benedicto XIII, como luego se encargaría, el concilio de Trento y posteriormente el concilio vaticano I, tenia toda la razón un concilio nunca puede estar por encima del papa y es éste quien debe libremente convocarlo
Una cosa, es cabezonería y otra tenacidad, Benedicto XIII, demostró TENACIDAD, es decir, defendió aun a costa de su vida lo que le dictaba su conciencia, el propio san Vicente Ferrer aunque dejó su obediencia por las muchas presiones que recibió dijo que Era el verdadero papa, pero que debía renunciar. Para mi es uno de los grandes papa que ha dado la Iglesia, creo que su titulo correcto es » Papa en la Obediencia de Avignon»
Un Saludos
… desconocía este posible origen de la expresión. Como en tantas otras, se barajan más de uno, pero todos nos enseñan pequeños trocitos de historia.
Tienes toda la razón, hay un desconocimiento sobre este dicho es como decir aguas de borrajas, es una deformacion del dicho agua de CERRAJAS, ya que la borraja, esta cientificamente que es saludable para prevenir el cancer de prostata, mientras que la cerraja es ujhnas berzas insulsas
Unn saludo por que de tu blog se aprende mucho Un saludo
Hola Boira,
… si es que de eso se trata, de aprender entre todos.
Encantado de tenerte por aquí
Tu sigue deleintandonos con tus historias y saber, yo en sabiendo demi amado Benedicto XIII, ya tengo un grann trecho hecgo Saludos
😉
Francisco Javier, ¿ese brazo es de verdad?
Hola Melbag,
sí, así es, ¿pero no te fijaste en el alabastro que le rodea? ¡Ja, ja, ja!
A- brazos
Sí, me fijé… Pero luego lo del brazo captó toda mi atención. ¿Y por qué se lo cortaron? ¡Madre mía! Qué manera de hacerle honor a un santo.
Buenos días Javier. Muchas gracias por compartir cosas tan interesantes.
Respecto al brazo momificado de San Vicente Mártir ¿sabes si se ha publicado algo sobre el estudio científico que le hicieron? Otra cosa más ¿el fémur que se exhibe en la catedral de Notre Dame, es también del mismo San Vicente Mártir?. Un cordial saludo.
Hola Mercedes,
pues no sabría responderte pero dejo tu pregunta abierta a quien de más información al respecto.
Un saludo y bienvenida a los comentarios.
Muchas gracias, Francisco Javier.
Un saludo.
San Vicente Mártir y San Vicente Ferrer son personajes distintos y de épocas lejanas la una de la otra. Imperio romano y final del medievo, no? No se si estoy confundido.
Hola akenaton57,
estás en lo cierto, San Vicente Mártir vivió en el siglo IV d. C. y fue encarcelado en tiempos de Diocleciano. Nació en Huesca y murió en Valencia, de aquí la confusión que puede dar.
Saludos
Hay un error al colocar la foto del brazo pues es de san Vicente mártir y no de Ferrer.. Corregirlo por favor, saludos Marian
Hola Marian,
efectivamente se trata de Vicente de Huesca conocido como san Vicente Mártir, un clérigo encarcelado en tiempos del emperador Diocleciano a finales del siglo IV de nuestra era. Dejo la aclaración a pie de foto para no llevar a confusión a nadie. Muchas gracias por la apreciación, de veras te la agradezco.
Saludos