Gonzalo Fernández de Córdoba y Enríquez de Aguilar, más conocido por el apodo que le dieron sus soldados en Italia, el “Gran Capitán”, es uno de esos personajes injustamente olvidados y que debería ser recordado al igual que otros “grandes” forjadores de nuestra Historia. Son pocas las fuentes documentales que se tienen de él, puede que el principal motivo sea la “envidia” que generaron sus éxitos, y recientemente vuelve a estar en boca de muchos al atribuírsele un estandarte considerado por los expertos como la bandera más antigua que se conserva de España.
El surgimiento de una gran nación
Los que lleváis ya un tiempo siguiendo el blog sabéis que me gusta empezar por el final, en el caso de nuestro “Gran Capitán” no haré una excepción. Murió de fiebres cuartanas, a los 62 años, el 2 de diciembre de 1515, rodeado de su familia en su casa de Granada. Luchador infatigable toda su vida, la depresión y la melancolía que sufrió antes de su muerte no ayudaron a su recuperación. Sutilmente despreciado por algunos de sus influyentes coetáneos, ninguno superaría los incontables desplantes del rey Fernando El Católico, por cierto, el monarca fallecería un mes después que su Gran Capitán.
Siendo niño sirvió como paje al servicio del hermano de la futura reina Isabel I de Castilla, pasando después a su séquito, y no tardó en destacar su valor y lealtad. Desde el asalto de Antequera durante la Guerra de Granada sus batallas se cuentan como éxitos. Conquistó íllora, Montefrío y en Loja hizo prisionero a Boabdil, el monarca nazarí, con el que negoció la rendición de la ciudad a principios de 1492.
La unión de los reinos de Castilla y Aragón en el siglo XV y su avance territorial, inquietó tanto a Francia como a las ciudades-estado de la futura Italia. Es en este contexto que la figura del Gran Capitán adquiere gran importancia.
Persona de gran disciplina, moralidad y sentido del honor nacional, fue noble, gran diplomático, político y militar. Reforzó y reorganizó la infantería en coronelías –embrión de los futuros tercios- revolucionando la técnica militar y sustituyendo la guerra de choque medieval. A medida que ganaba batallas y fama en Italia, se hacía con más enemigos en España. Admirado por sus soldados, era el capitán que todo enemigo quería tener para su ejército. Esa fama y la fortuna y cargos que comenzaba a acumular (virrey de Nápoles, Duque de Santángelo…) hizo que en España muchos recelaran de él. Los interventores de la Hacienda real consideraron excesivo el gasto en la Guerra de Nápoles de 1501 a 1503 y los rumores de apropiación de fondos de guerra durante el conflicto hicieron que el rey Fernando El Católico le pidiera cuentas en 1506. Dolido por la falta de confianza que manifestaba su monarca, según narran las crónicas, respondió con una enumeración de gastos abultados, finamente redactados con humor e ironía. Por supuesto, el rey Fernando se enojó.
La bandera de España más antigua
La primera bandera que representó a toda España fue la Cruz de Borgoña, creada con la llegada de Felipe «el Hermoso», casado con Juana «La Loca», con el signo distintivo de la casa de su madre, María de Borgoña. Portada en la batalla de Pavía (1525) se utilizó hasta 1793 y permaneció como enseña del Imperio Español hasta 1898. Recientemente, la investigación de un documento que se encuentra en el Archivo General de Simancas por los expertos de la Universidad de Oviedo, Hugo Vázquez Bravo y Ramón Vega Piniella, ha descubierto que, en realidad, la primera bandera que llevó un ejército español a comienzos de la Edad Moderna fue el estandarte que el Gran Capitán llevó en su segunda campaña en Nápoles y que le entregó la reina Isabel la Católica. El escudo central se divide en cinco cuarteles, en los que a grandes rasgos se reparten Castilla y Aragón con un pequeño espacio para el recién incorporado reino de Granada. Con el paso del tiempo la bandera se modificaría sucesivamente.
En el año 1700 el rey Felipe V renovaría las instituciones y los Tercios pasaron a ser Regimientos. La bandera principal se llamó Coronela (1707), y en 1785, el rey Carlos III establecería la bandera encarnada y amarilla, de tres líneas (la central, amarilla, más ancha), actual Bandera de España. La Reina Isabel II, en 1843, decretaría que pasara a ser el símbolo de la monarquía española, además del ejército como hasta ahora. Los cambios políticos que se sucedieron durante el siglo XX, con la República y posterior Dictadura, cambiaría a la misma bandera hasta llegar a nuestros tiempos.

No sé si en el futuro se cambiará el diseño una vez más de la bandera, probablemente así será, pero permitidme terminar con otra curiosidad: según los expertos, el nombre de Hispania provendría del fenicio, significando “isla de los conejos”, adorables animalitos que seguro vio en más de una ocasión nuestro Gran Capitán por tierras españolas.
Una novela
Granados, Juan. 2006, ed. El Gran Capitán. Narrativa Histórica. Barcelona: Edhasa.
Imagen:
Información basada en el artículo de elcomercio.es
Pues se ve que seguimos en las mismas: despreciamos dentro a quienes son alabados fuera. En fin, qué le vamos a hacer
Un abrazo, Fco. Javier
Hola Juan Carlos,
es como si lo ajeno, por el hecho de ser extraño a nosotros, nos resulte mejor. ¡Craso error en muchas ocasiones! Nunca aprenderemos…
Abrazos
Muchas figuras importantísimas de la historia pasan al olvido. Creo que es mal de la humanidad. Se sobrevaloran algunos que solo hacen mal. Gracias por esta entrada, como siempre muy interesante. Un abrazo.
Hola Melbag,
las personas tienden a sobrevalorarse (y sobrevalorar a los demás) cuando menos inteligente es, y vicecersa, quien merecería sobrevalorarse y tenerse en alta estima, no lo hace. Esto recibe un nombre «El efecto Dunning-Kruger» que, por cierto, será el tema de este miércoles en el blog.
Abrazos
Pues ya espero con ansias tu entrada del miércoles. Abrazos.
Efectivamente, la raiz etimológica de «Hispania» se suele normalmente asociar a «Tierra de Conejos», pero hay otras hipótesis, todas, o casi todas, con raíces en razonamientos que parecen bastante válidos también, las cuales están descritas de manera muy completa en este artículo, muy interesante de leer, en mi opinión: https://hispaniamipatria.wordpress.com/2015/08/21/hispania-iberia-espana-etimologia/
Hola jlua,
sí, ciertamente, hay varias hipótesis que no quise añadir al post al no ser el motivo del mismo, pero que te agradezco que las trajeras en los comentarios. Un enlace que recomiendo leer a todos.
Saludos