Barcelona, año 1391: la revuelta contra los judíos

Publicado por
Matanza de judíos en Barcelona durante las Revueltas antijudías de 1391 - por Josep Segrelles, lámina para Historia de España, ca. 1910
Matanza de judíos en Barcelona de 1391 (Josep Segrelles)

La situación no podía ser más tensa. La crisis social y económica que sufría la población, junto con la aparición de la peste, ocasionó que el sentimiento religioso enfocara su rabia y se culpara de todos sus males a la comunidad judía. La chispa que encendió la inusitada violencia que se reveló fue las prédicas antisemitas del clérigo español del siglo XIV, Fernando Martínez, arcediano de Écija, que iniciaría los ataques a las juderías de Sevilla y de allí, al resto de la Península. Pero, la matanza ocurrida en el barrio Judío de Barcelona, aún se recuerda…

El Call de Barcelona

Se documenta la presencia de judíos hacia mediados del siglo IX, en una carta del presidente de las dos academias judías de Babilonia, Amram de Sura -líder espiritual de la comunidad judía de todo el mundo durante la Alta Edad Media- a los judíos de Barcelona, así como también, poco después, en el año 877, cuando el judío Judacot hace de emisario del rey de Francia Carlos II el Calvo y los barceloneses, entregando 10 libras de plata al obispo Frodoí. Pero los judíos se instalaron mucho antes, formándose como comunidad (aljama) en el noreste de la ciudad, concretamente en el barrio Gótico.

Su barrio se conocía como barrio del Call, el nombre vendría a significar «calle pequeña» (cal juich), y en él ejercían trabajos de artesanía, de orfebrería, de encuadernación… sin olvidarnos de la medicina, en la que eran muy apreciados por los mismos cristianos, y claro está, ejercían también una de las profesiones más rentables pero considerada usura por la iglesia,  la de prestamista.

En el Call, las autoridades municipales no tenían ninguna jurisdicción, dependiendo los judíos directamente del rey o del Baile General, permitiéndoles autogobernarse, incluso tenían su propio calendario, siendo el sábado su día sagrado. A partir del IV Concilio de Letrán (1215) se obligará a los judíos a llevar señales en los vestidos, se controlará los préstamos que realizaban y serán sometidos a estricto control bajo el recelo de los cristianos.

A principios del siglo XI la población judía de Barcelona representaba poco más de setenta familias, tres siglos después, la formaban más de 4000 personas (el 15 % de la población) siendo la comunidad más numerosa e importante de la Península y una de las más importantes de Europa. Tampoco debemos pensar que vivieran aislados, como en una ciudad dentro de la misma ciudad, los judíos poseían tierras de cultivo e incluso casas fuera del Call.

En realidad, habían dos barrios judíos, el Call Mayor y el Call Menor, separados entre ellos hasta que -según se cree- se comunicaron tras la apertura del muro romano. Entre ellas estaba el Castell Nou (Castillo Nuevo) que, como os explicaré después, tuvo su protagonismo en la historia. Podríamos pensar que el rey quisiera separar a los judíos de los cristianos, pero nada más lejos de la realidad, era una forma de protegerlos del antisemitismo que se respiraba. Pero nada salía gratis y esta protección se debía pagar anualmente con un impuesto conocido como «bossa e tresor del rei», algo que no estaba al alcance de todos los judíos.

Existían al menos cuatro sinagogas, una de ellas entre la calle Sant Domènech de Call y la calle Marlet, que puede visitarse en la actualidad, otras, en cambio, fueron reconvertidas en iglesias, como la actual iglesia de Sant Jaime.

El asalto a la judería

Localización de la Sinagoga de el Call Mayor visitable en la actualidad

A mediados del siglo XIV la implacable peste diezmaría drásticamente a la población y en este contexto surgirán los franciscanos y los dominicos, autorizados a predicar dentro de las sinagogas. Muchos de estos frailes, exaltados por una fe sin conciencia, provocarían revueltas y disturbios como el ocurrido el sábado 17 de mayo de 1348, en el que varios judíos de el Call serían asesinados acusados por envenenar el agua que, según pensaban, era la causa de la epidemia de peste. Pero todo estaba por suceder, y el día sagrado de los judíos, el sábado 5 de agosto de 1391, encontrándose el rey fuera de la ciudad, terminarían lo que empezaron años atrás:

El pueblo ocupó las calles protestando por los abusivos impuestos que no hacían más que empobrecerles acentuando su precaria situación. Las autoridades concentraron sus tropas fuera del barrio judío, para proteger sus propios intereses, permitiendo a la plebe enfurecida a tomar el Call. Atacaron las propiedades, los bienes de la comunidad y las sinagogas pasarían a ser propiedad del rey, y lo más grave, asesinaron cruelmente degollando con una violencia inusitada a más de 300 judíos. Solo se salvaron los que para evitar la muerte se bautizaron o huyeron.

Algunos judíos se refugiaron en el Castell Nou (situado en la actual calle del Call), pero no consiguieron hacer otra cosa que retrasar lo inevitable. El Consell de Cent (gobierno municipal) envió unos pocos soldados que poco hicieron, solo detener a alguno de los cabecillas de la revuelta. Al día siguiente, tras una aparente pero falsa calma la furia volvería a desatarse. Se liberaría a los cabecillas dirigiéndose al Castell Nou. Mientras, las campanas de la ciudad repicarían llamando a toda la población al ataque final que, enfurecida, accedió a la fortaleza. Allí, se masacraría a más de mil judíos, entre ellos, mujeres, niños y ancianos que fieles a sus creencias no renegarían jamás.

Y mientras, ¿qué hacía el Consell de Cent para evitarlo? Nada, solo deliberar sobre cómo disminuir los impuestos para apaciguar a la población. Tras la gravedad de lo ocurrido decidieron por fin terminar con los desórdenes apresando a muchos de los asaltantes y condenándolos a morir ahorcados, pero ya era demasiado tarde. Los pocos judíos que no renunciaron a su fe y que permanecían con vida serían confinados al barrio de Sant Pere, concretamente a la actual calle de la Volta dels Jueus, y será entonces que el rey dictaría un privilegio por el que la ciudad de Barcelona no volvería a tener un barrio judío.

Un video 

 

Un libro: 

La disputa de Barcelona de 1263: controversia judeocristiana (2009) de Alfonso Tostado Martín, Ed. Universidad Pontificia de Salamanca

Para saber más:

Museu d´història de la ciutat (PDF)

Links imágenes:

Call.jpg : MariusmmPere López

9 comentarios

  1. En la serie la catedral del Mar (netflix), se observa mucho de lo que aqui mencionas, como las revueltas ocasionadas por la creencia que los judios envenenaban el agua.
    saludos cordiales,

      1. Tienes mucha razón. En estos días estaba viendo la serie de los Medici en Netflix, claro que sé que parte es historia maquillada por Hollywood, pero Lorenzo nunca logró estar en paz con los Piazzi. No sé que cuesta vivir en paz, ¿será que solo algunos de nosotros estimamos ese gran bien? Paz para nuestro mundo. Abrazos.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.