En 1880 se subastó públicamente el Castell dels Montcada de Vic, un municipio español, capital de la comarca de Osona, situado en la provincia de Barcelona, adquiriéndolo por 6.205 de las antiguas pesetas, un pastelero de la ciudad y un comerciante residente en Barcelona. El castillo, castigado por el paso de los siglos, no presentaba el aspecto de tiempos pasados, de hecho, sirvió como prisión en sus últimos años de existencia y su estado era más que lamentable. El propósito de sus nuevos propietarios era derrumbarlo para levantar nuevas construcciones en su lugar, en contra de las voces que se alzaron alegando su interés histórico. Lo que nadie sospechaba entonces era lo que se escondía en su interior: ¡Un auténtico templo romano!
Su historia
No se conserva ningún documento que hiciera sospechar que existiera un templo en la ciudad romana de Ausa (actual Vic), así que la sorpresa fue mayúscula al aparecer restos de hace 2.000 años en el muro norte, durante los trabajos de demolición iniciados en 1882. Poco después, en la esquina del mismo muro, aparecería un gran capitel corintio.
Desde el punto más alto de Ausa, podía divisarse toda la ciudad, y es allí donde se levantó el templo siguiendo los consejos de Vitruvio, el gran arquitecto romano. Construido a principios del siglo II d. C. puede que estuviera dedicado al culto imperial o consagrado a la tríada capitolina (Júpiter, Juno y Minerva), pero la prohibición de dar culto a los dioses paganos impuesta en el siglo IV, haría que se destinara a otros servicios de la ciudad.
Tras la fundación de la actual Vic, en el año 879, el conde Guifré el Pilós lo utilizaría como castillo y desde el siglo XI residencia de los señores de Montcada, pasando los cuatro muros del templo a formar parte del patio interior del castillo. Así, la construcción románica ocultaría durante siglos el templo romano.
Su reconstrucción
En ella se tuvo que sacrificar el castillo, siendo larga y costosa. Construido con piedra arenisca de la zona, entre 1883 y 1959 se reconstruirían la celda, la columnata y el frontón. Es un templo con seis columnas solo en la parte anterior, similar a los erigidos en el norte de África, de 19 metros de largo, 10 metros de ancho y 11,50 metros de altura. Dejo un enlace al final que explica más detalladamente el proceso de su reconstrucción.
El castillo

De planta casi cuadrada, sus dos pisos y los bajos se disponían alrededor del patio. Según cuenta una leyenda, claro, solo es una leyenda, fue construido por Hércules cuando fundó la ciudad de Ausa con los ausones italianos que le acompañaban. Lo que sí está más documentado es el hecho que el rey Jaime I se alojó en él en 1231 después de conquistar Mallorca.

Por toda la geografía de España encontramos restos de templos romanos, siendo el de Vic uno de los dos únicos que se conservan prácticamente completos. El de Alcántara; la Basílica de Santa María de Arcos; el Templo de Augusto, de Barcelona; el Templo romano de Córdoba; el Templo de Hércules gaditano; Santa Eulalia de Bóveda; el Templo de Diana, en Mérida y el Templo de Trajano en Itálica, todos ellos, testimonio de la antigua Roma en Hispania.
En la actualidad, el Templo romano de Vic se puede visitar gratuitamente y está catalogado como Monumento Nacional y Bien de Interés Turístico y Cultural, y si nos fijamos en sus columnas podemos apreciar las secuelas del bombardeo que sufrió la ciudad en 1938, otro testimonio de la Historia y del paso del tiempo.
Para saber más:
raco.cat (catalán)
Links fotos:
Información basada en Patronat d´Estudis Osonencs
Interesante.
Hola Amira,
un lugar sin duda de lo más interesante y a la vez desconocido,, a diferencia de muchos otros a los que se les da más publicidad. Merece la pena conocerlo y visitarlo.
Saludos