Un día le preguntaron a Aristóteles qué pediría a los dioses si le concedían un deseo y quisiera beneficiar a toda la humanidad. Él, sabio como era, contestó: “Pediría que hicieran que las palabras significaran lo mismo para todos”.
Puede que si nos hicieran esta pregunta, contestaríamos cosas diferentes: unos querrían la paz mundial, otros que desaparecieran las enfermedades y el hambre, otros la pobreza… Si me preguntaran yo contestaría que lo que el mundo necesita es educación, con ella podemos evitar el resto de males.
El matemático Andrejs Dunkels, firme defensor de que los número explican el mundo, dijo en una ocasión que es fácil mentir con estadísticas, pero que es difícil decir la verdad sin ellas. Para intentar ser lo más objetivo posible permitidme que os explique en las siguientes líneas lo que el economista de la Universidad de Oxford, Max Roser, publicó hace poco más de un año mediante gráficos. En ellos –dejo un enlace al final del artículo- muestra cómo han cambiado en los últimos dos siglos seis aspectos que afectan a la humanidad.
Proporcionalmente antes había más pobres que ahora. En 1820 la gran mayoría vivía en condiciones de extrema pobreza. A mediados del siglo XX, eran tres cuartas partes y en la actualidad el 10%. En lo que respecta a las libertades, aunque se ha avanzado, aún queda mucho camino por recorrer. Actualmente solo el 50% de la población vive en una democracia. Debemos recordar el hecho de que es en China el país que proporcionalmente tiene el mayor número de personas que viven en un régimen dictatorial al acumular el 80% de las personas de todo el mundo.
La alfabetización, junto con la salud, quizás sean dos de los indicadores que más han mejorado. A principios del siglo XIX, solo el 10% de las personas de más de 15 años sabían leer y escribir, y el 43% morían antes de alcanzar los 5 años de edad. En 1930 una persona de cada tres sabía leer y escribir, porcentaje que en la actualidad es del 85%. La salud, como es bien sabido por todos, ha mejorado y se han alcanzado niveles de expectativa de vida impensable hace pocos años.
En lo que a educación se refiere, los jóvenes reciben más y mejor educación que en el pasado y es en este punto donde coincido plenamente con la opinión del profesor Max Roser al decir que esto “tiene consecuencias en la mejora de la economía y, por tanto, en la reducción de la pobreza. También en la difusión de ideas democráticas y en la salud, ya que se conocen mejor los beneficios de prácticas como las vacunas”.
Llevando la educación a los países subdesarrollados mejoraríamos su calidad de vida a corto, medio y largo plazo, abriendo una puerta que ahora permanece cerrada a su futuro. Además, mejorando la educación en los países desarrollados, aumentaríamos la tolerancia y la conciencia entre nosotros y con el medio ambiente.
Puede que en lo que hoy no estamos mejor que hace dos siglos es en lo que se refiere al calentamiento global y sus consecuencias, pero tenemos la capacidad de ser conscientes del problema y revertirlo.
La percepción de que antes se vivía mejor y que con los años el mundo va peor, puede que sea falsa… va a ser que el mundo no va tan mal. Los humanos tendemos a dar más importancia a lo negativo que a lo positivo. Puede también que hace siglos no fueran tan conscientes del verdadero alcance de sus problemas, ni de que en sus manos estaba el hecho de poder revertirlos, pero hoy no tenemos ninguna excusa.
Para saber más:
Los gráficos que muestran el avance espectacular de la humanidad en los últimos dos siglos, artículo de Jaime Rubio Hancock, en el pais.com
Estimado amigo: Como siempre, excelente artículo, y estupendo tema para la reflexión sosegada. Algo tengo escrito al respecto. Me permito la libertad de enviarte el enlace:
https://libreoyente.wordpress.com/2019/09/09/ex-libris-iv-reposo/
Hola libreoyente,
qué bien que lo aportaras. El libro que recomiendas Factfullnes, de Hans Rosling habla precisamente de ello y aporta los datos de Max Roser. Gran aporte que te agradezco y recomiendo.
Saludos
Sobre el calentamiento global: dices que somos capaces de ser conscientes del problema. De acuerdo, pero ‘revertirlo’ va a requerir más que la mera conciencia, va a requerir de mucha voluntad política, y de eso, por desgracia, hay poco.
Hola Amira,
mucha, muchísima voluntad. Imagino que oíste el emotivo discurso que hizo ayer Greta Thunberg en la Cumbre de Acción Climática en la sede de las Naciones Unidas en el que entre otras cosas dijo algunas grandes verdades: «Si nos fallan no se los vamos a perdonar» ; «Ustedes me han robado mi infancia y aún así yo soy una de las afortunadas. La gente está sufriendo y muriéndose y ustedes solo pueden hablar de dinero» ; «Si nos fallan no se los vamos a perdonar» ; «Aquí y ahora es donde damos un paso adelante, el cambio viene, les guste o no’.
Pienso que el cambio viene de la gente joven que no está dispuesta a dejar que el mundo se autodestruya.
Saludos
Con todo respeto, a lo mejor no somos tan culpables del calentamiento y sus consecuencias, hace unos días el meteorólogo sr Maldonado decía que abderraman III en Córdoba tenían una tremenda sequía y los campos estaban muertos.
Hola José Luis,
mirando la meterología con la perspectiva del pasado, durante estos miles de años se han sufrido múltiples sequías y pequeñas edades de hielo. Puede que en la actualidad, los expertos en el tema y la ciencia son los que pueden dar luz a tanta confusión al respecto. No obstante, pienso que lo importante es concienciar a la gente de lo limitado de nuestros recursos y de la Naturaleza que nos rodea.
Saludos