
El debate sigue abierto. Muchas personas opinan que a las momias hay que considerarlas como personas y por tanto no deberían permanecer expuestas en los museos a la vista de curiosos. La discusión también la encontramos entre los mismos arqueólogos y científicos. Unos dicen que no podemos saber si la persona momificada hubiera dado su permiso para ser objeto de miradas tras su muerte, por el contrario, otros dicen que en el caso de las momias egipcias, su momificación era una manera de evitar caer en el olvido, y si las estudiamos, recordamos su nombre, descubrimos aspectos de su vida, de su muerte y es una forma de que no caiga en el olvido.
En la cultura inca de Perú las tenían en casa y las exhibían en las calles para que siguieran participando del mundo de los vivos. Sin embargo, los católicos son partidarios de que no se les moleste. Por desgracia, encontramos a lo largo de la historia ejemplos de barbaridades, como cuando se utilizaba el polvo de momia como tratamiento sanador o cuando se decapitaban sus cabezas para engrosar la colección en las vitrinas de los turistas ingleses.
Según el director del proyecto suizo de las momias en la Universidad de Zúrich, Fran Rühli «la mayoría de las personas no saben que se puede aprender sobre medicina moderna a través de las momias». Entonces, ¿por qué no hacerlo con el respeto que merecen?
Enfermedades ocultas en las momias
El estudio de los restos momificados nos enseña cómo se han propagado enfermedades mortales a lo largo de los siglos y esto puede utilizarse para poder tratarlas mejor hoy. Desde las enfermedades cardíacas en la América prehispánica hasta la tuberculosis en la Europa del siglo XIX. Desde el raquitismo, los parásitos intestinales, la osteoartritis y la temida viruela.
Sabemos, con la certeza que da la ciencia, que las enfermedades cardíacas son muy antiguas y han estado presentes en cualquier parte del mundo. El Dr. Randall C. Thomson, un cardiólogo de Misuri, estudió en el año 2013 a 130 momias del Perú prehispánico y del antiguo Egipto practicándoles tomografías computerizadas. Descubrió que un tercio de ellas manifestaban alguna forma de arterioesclerosis. A día de hoy, el caso más antiguo de enfermedad cardíaca coronaria que se conoce es el de la princesa egipcia, Ahmose-Meritamón, que vivió de 1550 a. C. a 1580 a. C. y el de obstrucción arterial el de una momia egipcia del 2000 a. C. Es decir, los problemas cardíacos no son un simple resultado de las dietas actuales.
Las momias de la cripta de Lituania
Cuando hablamos del estudio de enfermedades en los restos de momias, quizás, uno de los más importantes que se ha realizado hasta la fecha sea el iniciado en la década de 1960 por el científico forense Juozas Albinas Markulis, en las encontradas bajo una iglesia en Vilna, Lituania. Allí permanecieron durante siglos 500 cuerpos correspondientes a los siglos XVIII y XX, de los cuales 200 estaban momificados y en 23 de ellos conservaban los órganos en su interior. Entre los años 2008 y 2011, los investigadores aplicaron las más modernas pruebas diagnósticas y en ellas descubrieron casos de arterioesclerosis y tuberculosis, que ofrecieron conocimiento de los problemas de salud de la población en esos siglos. En una de las momias se encontró la presencia del virus de la viruela y comparando este ADN con muestras modernas de viruela, se encontró que compartían un ancestro común que apareció entre 1530 y 1654, indicando que es posible que los tipos más letales de esta enfermedad evolucionaran más recientemente de lo que se creía.
Una aplicación médica relevante en su estudio
El egiptólogo Oliver Gauert, experto del museo arqueológico alemán de Hildesheim lo tiene claro «las modernas técnicas científicas ya no ponen en peligro las momias. Ya no se abren ni se cortan para estudiarlas. La TC, la estereotaxia o la holografía, permiten ver cada órgano de su interior (…)»
Las técnicas utilizadas en la momificación por parte de los egipcios requerían extraer los órganos internos. Como la mayoría de las enfermedades dejan huella en dichos órganos, resulta imposible saber si padecían cáncer de pulmón, una malformación del corazón o cualquier otra enfermedad.
Especialmente interesante resulta el aislamiento de los microorganismos que habitan aún en ellas. Según la OMS, cada año mueren 700 000 personas en todo el mundo por la resistencia de los antibióticos, cifra que se multiplicará por diez en los próximos cinco años. Y me preguntaréis: ¿qué tiene que ver la actual resistencia de los antibióticos con los microorganismos de más de 2000 años presentes en las momias?
En opinión de Oliver Gauert, debemos tener presente que los microorganismos de las momias son de un tiempo que no habían antibióticos, por tanto, no habían desarrollando ninguna resistencia a ellos. Hoy podemos extraer la secuencia de ADN de esas bacterias y compararlas con patógenos actuales y reconstruir cómo estos se hicieron resistentes para contrarrestar e incluso invertir el proceso.

Existen pocas momias que conserven sus órganos internos lo que hace especialmente interesante su estudio. Un caso excepcional es el de la momia Lady Dai, esposa del gobernador de Dai en la época de la Dinastía de los Han Occidentales (190-168 a. C.), encontrado en el año 1972 en la provincia de Hunan. Envuelta en veinte capas de tejidos fijadas por nueve cinturones y colocada en cuatro féretros encajados y rodeados de compartimentos, es considerada por los expertos como la momia mejor conservada del mundo. Se sabe que era una mujer de unos 50 años de edad que sufría de dolores de espalda y de sobrepeso. El estudio de su estómago reveló que habían semillas de melón que comió una hora antes de morir y al padecer de una enfermedad de la vesícula biliar, tras ingerirlo, una de las piedras biliares bajó hasta el duodeno causándole dolor, el colapso de los vasos sanguíneos y finalmente un ataque de corazón.
Sin duda, la ciencia actual permite estudiar a las momias con el mismo respeto que en cualquier paciente hoy en día, revelando datos que no solo nos explican el pasado, sino que pueden ayudarnos a encontrar soluciones a problemas médicos que en el futuro salvarán millones de vidas. ¿No merece la pena su investigación?
Para saber más:
Las bacterias se hacen cada vez más resistentes a los antibióticos en los hospitales, elPeriodico
Muertes atribuibles y años de vida ajustados por discapacidad causados por infecciones con bacterias resistentes a los antibióticos en la UE y el Espacio Económico Europeo en 2015: un análisis de modelado a nivel de población, The Lancet.
Link imagen:
Información basada en el artículo El CSI de las momias de ElPeriódico
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