Muchos de nosotros hemos crecido con las aventuras de Popeye el marino. Sus característicos tatuajes de ancla, su forma de hablar, su pipa, su ojo izquierdo -por cierto, sigue siendo un misterio como perdió el otro-, y sobre todo, la superfuerza que conseguía tras ingerir una lata de espinacas y que le permitía machacar a sus enemigos, especialmente a Brutus. Bien podría considerarse el primero de muchos otros superhéroes de cómics que vendrían después, pero no todo es lo que parece, y en realidad, en esa «milagrosa» lata de espinacas no había tanto hierro como nos quisieron hacer ver.
El error y los inicios de Popeye
Su nombre viene del inglés «Pop-eye», es decir, «Ojo saltón», refiriéndose a su ojo dormido. Creado por Elzie Crisler Segar, apareció por primera vez en una tira cómica en The New York Evening Journal en 1929. Tras la crisis económica vivida en ese momento era habitual estar anémico, sobre todo los niños, y el dibujante Max Fleischer se tomó la licencia de asociar la creencia popular de que las espinacas eran ricas en hierro para que Popeye se volviera superfuerte tras comerlas. ¡Seguro que recordaréis cómo vuestras madres os obligaban a comer espinacas por ser un plato rico en hierro!
Todo viene de un error ocurrido en 1870 en el laboratorio del químico alemán Erich von Wolf mientras analizaba la cantidad de hierro de diversos vegetales de hoja verde, entre ellos las espinacas. Se piensa que cuando publicó un año después los resultados colocó mal la coma de los decimales y la cantidad fue multiplicada erróneamente por diez. En realidad, existe otra versión al respecto que dice que lo más probable fue que las pruebas se contaminaran del hierro de los platos que usó para su experimento, y es que hace más de un siglo no se era tan preciso en los métodos utilizados.
En 1937 el error fue corregido, sin embargo, los dibujos de Popeye influyeron en la población y el consumo de este vegetal aumentó más del 33% en los EE. UU., tanto que, podemos encontrar una escultura a Popeye en Crystal City (Texas) en agradecimiento al haber fomentado su consumo y permitido su producción a gran escala en la región. La idea de su elevado contenido en hierro era una idea aceptada y divulgada por la sociedad, y así llegó a nuestros días.
Existe otra leyenda urbana que dice que lo que realmente consumía Popeye en esa lata era cannabis, y es que en los años 20 y 30 del siglo pasado se conocía la marihuana con el sobrenombre de «espinaca». Particularmente, me gusta más la otra explicación.
Beneficios de las espinacas
Con esto no quiero decir que las espinacas no sean un alimento saludable, todo lo contrario. si bien es verdad que su contenido en hierro es de 4 milígramos por cada 100 gramos, los pistachos, la levadura de cerveza, el mijo, el marisco, las carnes de órganos y las lentejas tienen más proporción.
Su consumo es muy saludable y aporta:
- Caroteno, precursor de la vitamina A, necesaria para el mantenimiento del colágeno de los tejidos, piel y cabello.
- Su contenido en fibra y agua ayuda a prevenir el estreñimiento.
- Vitamina K, necesaria para mantener una buena salud ósea.
- Magnesio, potasio -contiene más que los plátanos- recomendable en las personas hipertensas.
- Ácido alfa-lipoico, un antioxidante que reduce los niveles de glucosa y aumenta la sensibilidad a la insulina.
- Fósforo, zinc, proteínas, ácidos grasos omega-3 y ácido fólico, tan necesario para la formación del material genético.
Actualmente no es una de las verduras más consumidas, así que, animo a que se repongan en televisión los dibujos de Popeye, porque contenga o no mucho hierro, es sin duda uno de los alimentos que más beneficios aporta a la salud de nuestro cuerpo.
Para saber más:
Beneficios de la ingesta de espinacas
Espinacas y crecimiento muscular
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