
«Pequeño de cuerpo y grande de ánima», así le describieron sus coetáneos, y aunque nadie discute la gran personalidad, la tenacidad y el sacrificio de Isabel I de Castilla como reina, no podemos olvidar las enseñanzas y la influencia de su mentor, Gonzalo Chacón. Una relación que duró toda una vida y que marcaría el destino de España.
Gonzalo Chacón y Martínez del Castillo nació aproximadamente en el año 1429, en el seno de una familia hidalga, en la provincia de Toledo. Primer señor de Casarrubios del Monte (Toledo) y Arroyomolinos (Madrid). Contador mayor de Castilla, maestresala, guarda mayor y mayordomo mayor de la Reina Isabel I de Castilla. Contador mayor del príncipe don Juan, comendador de Montiel, de la Osa y de Caravaca; Trece de la Orden de Santiago, alcaide del Cimborrio de Ávila y de los alcázares de Segovia. Muchos e importantes cargos, sin embargo, la misión más importante de su vida fue la de educar y aconsejar a Isabel, la futura reina, quien afectuosamente le consideraba como un padre, instruyéndole en la defensa del poder de la Corona frente a los nobles y en la necesidad de hacer virar la política de Castilla para su mayor gloria.
Hijo de una familia hidalga, estuvo a las órdenes de Álvaro de Luna, valido del rey Juan II de Castilla, y se presupone que escribió la «Crónica de don Álvaro de Luna» por la cercanía e intimidad que tuvo con él. Siendo comendador de Montiel empezó a trabajar al lado de Isabel siendo muy niña todavía, viéndola crecer junto a su hermano Alfonso, ambos marginados por su hermano. Tras la muerte del rey Juan II, reinaría su hijo primogénito Enrique IV, pasando Gonzalo Chacón a un segundo plano, pero siempre cerca de los infantes. Conoció en Arévalo a quien sería su fiel esposa, Clara Alvarnáez, hija del alcalde de esa población y futura dama y camarera de Isabel I.
Tras la muerte de Enrique IV ascendería al trono Alfonso apoyado por la nobleza encabezada por el marqués de Villena, Juan Pacheco. Sin duda, Gonzalo Chacón no vio esto con buenos ojos por varias razones, la más importante que Pacheco fue el instigador principal de la muerte de Álvaro de Luna. Será tras el Tratado de Guisando en septiembre de 1468 en el que el rey Enrique IV reconoce a Isabel como princesa de Castilla, heredera del trono en detrimento de su hija Juana, que Gonzalo Chacón se involucraría directamente en la política y la apoyaría como futura reina.
En el reino de Aragón, el rey Juan II, sabiendo de la devoción de Isabel por Gonzalo Chacón, no dudó en agasajarle para que defendiera a su hijo Fernando frente a Isabel como el marido perfecto que necesitaba. Así fue, y tras acordarlo en secreto, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón pasaron por el altar, cambiando la historia de España para siempre.
El incondicional apoyo de Gonzalo Chacón resultó muy duro en sus inicios, como cuando no dudó ni por un momento en ir a defender Ávila a favor de Isabel con sus propios medios y dinero. Durante el reinado de Isabel y Fernando se rodeó de leales a los reyes como su sobrino Gutierre de Cárdenas, y participó en todos los acontecimientos importantes, incluida la guerra de Granada.
El linaje Chacón
La devoción de Gonzalo Chacón hacia Isabel fue recíproca y así quedó demostrado con sus herederos. La Corona le apoyó cuando concertaron la boda de su hijo con Luisa Fajardo, heredera del adelantado mayor de Murcia y la familia más rica disponible en aquél momento en el reino de Castilla. Los propios reyes aportaron la cifra de un millón de maravedís y un juro de 200 000 maravedís anuales para no depender de sus suegros. Los reyes quisieron honrarle, y entre otros favores su nieta emparentó con Manrique de Lara, uno de los linajes más importantes del reino. Siempre estuvo en el deseo de Isabel que el linaje Chacón destacara en el reino cuando falleciera Gonzalo.
Gonzalo Chacón nunca ambicionó poder y demostró durante toda su vida espíritu de servicio a la reina Isabel y a Castilla, un servicio recompensado antes y después de su muerte, en 1507, al reconocérseles títulos y favores a él y a su linaje. Enterrado en la sencilla y humilde Capilla de la Purísima Concepción o de los Chacones de San Juan Bautista en Ocaña, en la provincia de Toledo, se encuentra uno de los hombres en que más confió la reina y que más bien hizo a Castilla y a España.
Un video de la serie Isabel de rtve
Para saber más:
El documento del Pacto de los Toros de Guisando: estudios y estudiosos
Link foto:
He visto esta serie ya varias veces. Es muy interesante todo lo que concierne a esta época de la Historia. Chacón es un personaje honrado y generoso en un mundo de tiburones.
Besos.
Hola Mina,
a mí también me enganchó desde el primer capítulo y como tú la disfruté en diversas ocasiones. Pienso que es una de las series que más se ajusta a la época histórica que describe. El personaje de Chacón me cautivó por la influencia que llegó a tener, sin duda, un buen consejero en tiempos difíciles. Deberíamos tener más «chacones» en los tiempos que vivimos, seguro que no nos iría tan mal…
Abrazos
Así es.