
El Castillo Templario-Pontificio de Peñíscola se comenzó a construir a finales del siglo XIII y entre sus ilustres moradores destacó el Papa Benedicto XIII (Papa Luna). Sin embargo, pocos saben que en una miserable mazmorra de su interior permaneció preso durante casi siete años un fraile. Su delito, conocer un secreto que pondría fin a la Dinastía de los Borbones en España. Su nombre, fray Juan de Almaraz.
En 1834 tras tomar posesión del cargo el gobernador de Peñíscola encontró encerrado en una celda a un sacerdote, calificado de reo de alta traición. Tenía 67 años y su aspecto físico mostraba el rigor de la condena: delgado, con barba blanca y largos cabellos que le llegaban hasta la cintura, enfermo y con dificultad a la hora de hablar tras su largo e incomunicado cautiverio. Apiadándose de él escribió a María Cristina de Borbón, que en ese momento ejercía la regencia tras la muerte de su esposo el rey Fernando VII, solicitándole el perdón de fray Juan de Almaraz que le permitiera pasar los últimos años de su vida en Extremadura, su hogar, a lo que accedió.


No me preguntéis porqué los turistas arrojan monedas al suelo…¡Nunca lo entenderé y menos en una prisión!
Resulta ser que ese fraile fue el confesor de la reina María Luisa de Parma, esposa del monarca Carlos IV y madre de Fernando VII. Entre los archivos del Registro del Ministerio de Justicia se encontró un documento privado del fraile clasificado «Reservadísimo» escrito por su puño y letra el 8 de enero de 1819 en el que decía que en la última confesión a la reina María Luisa de Parma, el 2 de enero de 1819 le dijo:
“Ninguno de mis hijos lo es de Carlos IV y, por consiguiente, la dinastía Borbón se ha extinguido en España”.
Así lo declaraba para descanso de su alma y que el Señor le perdonase.

Aparecen Goya, los infantes Carlos María Isidro, Francisco de Paula, Carlota Joaquina, María Josefa, María Luisa, Gabriel Antonio, Carlos Luis. También se observa a Luis de Etruria, esposo de María Luisa. Esta carga en brazos a su hijo Carlos Luis. Otras figuras son los reyes Carlos IV y María Luisa de Parma, el príncipe Fernando y su esposa María Antonieta.
La relación entre María Luisa y Godoy
María Luisa de Parma, aunque no hermosa era atractiva, dominante, de carácter fuerte, manipuladora e intrigante, contrajo matrimonio por poderes en 1765, con tan solo catorce años de edad. En 1788 son proclamados reyes de España y conoce a un apuesto guardia de corps, Manuel Godoy, nombrándole poco después su principal asesor. Carlos IV, de carácter abierto y franco, pero poco interesado en la política, dejó estos asuntos en manos de Godoy, colmándole de honores y títulos.
Carlos IV y su esposa tuvieron catorce hijos de las veintitrés veces que la reina estuvo embarazada, pero solo siete llegaron a la edad adulta. La relación entre María Luisa y Godoy fue muy, pero que muy intensa, y se considera que fueron suyos tanto la undécima hija de la reina, la infanta María Isabel, como los tres hijos siguientes. Los continuos embarazos hicieron mecha en su físico, la descalcificación la dejó sin dientes y perdió casi toda su dentadura, evitando no abrir la boca cuando hablaba, obligándola a utilizar una dentadura postiza. Encontramos una divertida anécdota al respecto:
En mayo de 1808, encontrándose los reyes de España en Francia, después de abdicar a favor de su hijo Fernando VII, acudieron a una cena con Napoleón y Josefina en el castillo de Marrac en Bayona. Josefina quedó impresionada con la perfecta dentadura de María Luisa sin darse cuenta de que era postiza. A mitad del banquete María Luisa sacó su dentadura de la boca dejándola sobre la mesa, algo que Josefina vio con desagrado y una prueba de su mala educación.
En el testamento del 24 de septiembre de 1815, con la aprobación y firma del Rey, se nombraba heredero universal a Godoy a modo de devolverle lo mucho que les había dado “esta indemnización por las muchas y grandes pérdidas que había sufrido, obedeciendo sus órdenes y las del Rey y porque, cuando lo había solicitado, le habían impedido hacer dejación de los empleos y cargos que tenía”. En el mismo documento se suplicaba que sus hijos e hijas respetaran la decisión, algo que no cumplieron. Lo cierto es que Manuel Godoy fue siempre fiel a los Reyes y eso también le ocasionó verse privado de su patrimonio, acompañándolos incluso en su destierro, a partir de aquí, este sorprendente testamento da mucho que pensar… María Luisa falleció en 1819, acompañada por Godoy en sus últimos días. Carlos IV murió pocos días después y sus restos trasladados al monasterio de El Escorial.
Tras la muerte de sus padres, Fernando VII se enteró de la peligrosa declaración que hizo su madre antes de morir a fray Juan de Almaráz, algo que no podía permitir al poner en duda la legitimidad de los Borbones posteriores, además de insinuar que él mismo era hijo bastardo de su madre y su amante. Así pues, urdió su plan.
En 1827, encontrándose fray Juan de Almaráz en Roma, fue secuestrado mientras dormía en su habitación. Tras embarcarlo en la fragata Manzanares, llegó a Barcelona, donde se encontraba Fernando VIII durante la sublevación de Cataluña, y de allí trasladado al castillo de Peñíscola.
El mismo rey acusó y dictó la sentencia.
Un libro
Las páginas secretas de la historia, de José María Zavala
Siempre me ha llamado la atención esto sobre María Luisa. Me sigo preguntando si es verdad su confesión al fray Juan de Almaraz y su relación fon Manuel Godoy, porque aparte de los rumores, no hay ningún documento histórico que lo pruebe. Hay un historiador que sostiene que esto sólo fue una leyenda negra creada por los fernandinos para desacreditar la figura de Godoy y de su madre. Pero la verdad es que todo esto del fray Juan de Almaraz parece cierto, además qué necesidad tendría Fernando VII de encarcelar al fray si era solo un rumor. Faltaría un estudio al archivo para comprobar su legitimidad, alguien debería hacerlo. Y de ser cierta, no creo que cambiara mucho las cosas, Alfonso XII no era hijo de Francisco de Asís y muchos antepasados de los borbones tienen sospechas de ilegitimidad como Alejandro de Battenberg o Luisa Augusta de Dinamarca. Muchas gracias por su publicación en el blog, espero algún día se pueda resolver este misterio.
Hola Puta la wea mala,
interesante aporte y ciertamente la historia, al final, debería ser escrita siempre con certezas, no rumores.
Saludos y bienvenido a los comentarios
Buenas tardes. Mi nombre es Matheus. Leí su historia sobre la historia de la confesión de la reina María Luisa de Parma al fraile que afirma que todos sus hijos no fueron el rey Carlos IV. Pero, ¿no puede confirmar esta controvertida historia haciendo una prueba de ADN, tomando muestras de los hijos de María Luisa y comparándolos con el rey Carlos IV
Hola Matheus,
imagino que sería posible, aunque ya sabemos que para exhumar los cadáveres de todos y realizar este estudio necesitaría muchas aprobaciones y lo que es más importante, la voluntad de hacerlo por parte de los que «mandan».
Saludos y gracias por el comentario, bienvenido 😉