En el interior del Monasterio de Montserrat, en la provincia de Barcelona (España), se conserva un antiguo documento del siglo XV escrito por el padre Gerard Joana en el que describe la extracción de salitre del interior de una de las cuevas de la montaña de Montserrat, la Cueva de Collbató o Cueva del Salnitre.
«La denominación de la cueva del Salitre viene de que en la centuria de mil i quinientos se sacaba de allí mucha abundancia de salitre i que el monasterio percibia 12 libras anuales de su arriendo» .
Fragmento extraída de la revista Cordada 1971 BCN
¿Qué es el salitre?
Ni más ni menos que el componente más importante de la pólvora negra, junto con el azufre y el carbón. Este compuesto químico es nitrato de potasio (KNO3) y resultó ser muy preciado desde que la pólvora probablemente se introdujera en Europa procedente del Oriente Próximo. Su aparición cambió la forma de guerrear e inclinó la balanza de la victoria a los países que disponían de ella al usar cañones y armas de fuego, sin olvidarnos de su uso como conservante de ciertos alimentos.
¿Y qué relación tiene el salitre con los murciélagos?
La respuesta la tenemos en la especial naturaleza del macizo de Montserrat y su piedra calcárea. Estas cuevas, conocidas desde el Neolítico, contaban con grandes colonias de murciélagos que vivían en su interior. Los excrementos (la orina especialmente) de estos quirópteros se acumulaban en grandes cantidades y se descomponían sobre la roca calcárea, rica en fosfatos, formando nitrato potásico.
No eran frecuentes las cuevas donde obtener el salitre y según los escritos encontrados, a partir del siglo XIII el único suministro de la Europa cristiana era una montaña de Aragón y en «montepellusanus». Era tan difícil su obtención que en 1561, durante la guerra que enfrentó a la reina Isabel I de Inglaterra con Felipe II de España, se quedó sin poder importarlo y tuvo que pagar «300 libras a un capitán alemán por un libro que explicaba qué hacer para hacerlo crecer». El lucrativo negocio se gestionó y explotó por las autoridades de Barcelona, y así se hace constar en manuscritos de mediados del siglo XVI.
Agotado el salitre las cuevas pasan al olvido y con el paso de los siglos comienzan las leyendas que envuelven a la montaña. Entre bandoleros, monjes y diablos, han inspirado ese aire de magia y misterio de Montserrat.

El interior de las cuevas encontramos el conjunto de salas más grandes de Cataluña a lo largo de casi un kilómetro. Su peculiar silueta esculpida por su composición y la filtración de la lluvia, inspiró el genio de Gaudí en obras como la Sagrada Familia.
Hoy ya no quedan murciélagos en las cuevas, pero su visita resulta ser «explosivamente» interesante. ¿Quién se anima?
Para saber más:
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Explosivo reportaje. Sigo leyéndote. Siempre has sido de mis favoritos de WordPress. Que tengas un felíz 2021. Un abrazo.
Hola Melbag,
¡qué bien! Espero que tú también tengas una buena entrada de Año Nuevo. Estoy convencido de que, aunque vengan meses complicados, al final, el 2021, será mejor para todos.
Abrazos
Yo estoy segura de que esta pesadilla acabará y nos quedaremos con lo aprendido. Un abrazo desde el otro lado del mar. Bendiciones.