
En los Pirineos, entre Francia y España, se encuentra un microestado soberano conocido por Principado de Andorra, cuyos jefes de Estado, los copríncipes de Andorra, son el obispo de Urgell y el presidente de Francia, y como jefe de Gobierno, el presidente del Gobierno de Andorra. Con una población de 76 000 habitantes, su territorio se organiza en siete parroquias. Aislado y pobre por tradición, en los últimos ochenta años consiguió prosperidad gracias al turismo. Sus pistas de esquí, sus centros termales o su románico son suficiente atractivo para todo aquél amante del deporte, la tranquilidad y la cultura. Poco se habla de su historia, un pasado influido por las grandes potencias que le rodeaban y que conformaron el país que es hoy.
La primera referencia escrita de los andosinos la encontramos en la descripción del historiador griego Polibio sobre el paso de Aníbal por los Pirineos. El territorio se adjunta a la provincia romana Hispania Tarraconense en el año 27 a. C. y trescientos años después, los musulmanes lo conquistan, hasta que Carlomagno crea la Marca Hispánica y queda integrada en el Imperio carolingio en el año 817.
Durante la Edad Media los valles de Andorra pasan al Condado de Urgell y se comienza a organizar su territorio por parroquias. El 8 de septiembre de 1278 se establece un coprincipado entre el conde francés de Foix y el obispo de Urgell, en lo que sería la fundación del Principado de Andorra definiéndose las obligaciones en lo que a diezmos y asuntos militares se refiere.
El Consejo de la Tierra
El 11 de febrero 1419 el obispo de Urgell y el conde de Foix otorgan el derecho de crear el Consejo de la Tierra con el objetivo de defender los intereses locales. Lo formaban dos o tres representantes de las seis parroquias del momento, que tiempo atrás ya se reunían.
Tras reincorporar el territorio momentáneamente por el rey Fernando «el Católico», los reintegra a la futura amante de Carlos V, Germana de Foix, donación ratificada por el propio emperador renunciando a todos sus derechos con la excepción de nombrar el obispo. La sociedad andorrana hasta el siglo XVII la conformaban dos grupos sociales: los focs, familias con siglos de tradición y que tenían recursos suficientes para pagar sus impuestos y que participaban en la vida política, y los casalers, más pobres y también mucho más numerosos.
En el siglo XVII se agregó a la corona francesa hasta que en tiempos de la Revolución Francesa vuelve a independizarse. Poco después, Napoleón volvió a aceptar su soberanía, por petición de los propios andorranos, hasta 1814, liberada por Inglaterra y sus aliados, reconociéndose su independencia y formalizándose el condominio entre Francia y Urgell.
El Consejo de la Tierra ha tenido tres momentos cruciales en los seis siglos de su existencia. El primero, con el Manuel Digest escrito por Antoni Fiter i Rosell en 1748 y que sería la primera historia de Andorra; el segundo, el 22 de abril de 1866, la democratización con la publicación del decreto de Nova Reforma, que otorgaba más participación del pueblo en el gobierno y permitía votar, aunque no será hasta 1933 que todos los hombres puedan hacerlo y en el año 1970, las mujeres. A partir de entonces el Consejo de la Tierra se le conocerá como Consell General hasta nuestros días; y el tercer hito de su historia, la aplicación de la Constitución Andorrana por sufragio universal en 1993.
Manual Digest de las Valls neutras de Andorra
El veguer episcopal de Andorra, Antoni Fiter i Rossell, recopila en 1748 por escrito en 536 páginas, en catalán y en latín, la historia, las costumbres, las tradiciones y el Gobierno en los valles de Andorra desde principios del medievo. A pesar de su importancia, nunca se llegó a publicar. En la actualidad, se conserva el manuscrito original en la casa solariega Fiter-Riba, en la localidad natal de su autor, en Ordino. Existen dos copias más, una en el obispado de la Seu d´Urgell y la otra en la Sede del Consell General en la capital Andorra la Vella.

En 1763, el reverendo Antoni Puig, escribió el Politar Andorrà, una versión más simple de 410 páginas extraída del Manual Digest, aportando documentación nueva, con una postura más nacionalista, siendo más utilizado en la actualidad. Hoy, al igual que hace dos siglos, estos dos textos presiden las sesiones del Consell General.
La explicación al hecho de que surgiera el Politar Andorrà tan solo quince años después del Manuel Digest se debe a que resultaba cada vez más difícil mantener los tradicionales privilegios francos de un cierto número de mercancías ante los conflictos acontecidos en el siglo XVIII en los que se veía inmerso su territorio entre España y Francia al no estar reconocido el status quo andorrano.
Hoy, el Manuel digest es fuente del derecho en Andorra y una de las obras más nombradas por políticos, abogados e historiadores del país. Referente en la política actual, el nuevo parlamento andorrano tiene sus orígenes en las reuniones que se celebraban en las puertas de las iglesias en el siglo XIV.
Por cierto, os invito a descubrir en este enlace cómo se autoproclamó rey de Andorra un barón ruso en 1934, por supuesto fue depuesto a los pocos días.
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