Smoky, la heroína más pequeña de la Segunda Guerra Mundial

Smoky en un casco (imagen wikipedia.org)

Una altura de 20 cm. y un peso de tan solo 2.5 kg, esas son las medidas de una de las heroínas de la Segunda Guerra Mundial. Mirando la imagen podría parecer poca cosa, un juguete a manos de cualquier niño (o adulto), pero esta simpática perrita Yorkshire Terrier, de nombre Smoky, salvó la vida de más de 250 soldados en un solo día, participó en numerosas batallas y fue una de las pioneras en la utilización de animales para tratar enfermos. Claro, hizo méritos suficientes como para ser condecorada, recordada e inmortalizada.

El casual encuentro

Todo se lo debemos a un joven soldado americano de 22 años, el cabo Bill Wynne, fotógrafo de profesión, que durante la Segunda Guerra Mundial participó en múltiples misiones de combate, y entre septiembre y diciembre de 1944 voló con el 3er. Escuadrón de Rescate de Emergencia en el Sudeste Asiático. Unos meses antes, en marzo, mientras se encontraba destinado en el Cuerpo Aéreo del Ejército de los Estados Unidos en Nueva Guinea, vio como un compañero suyo encontró al animal desnutrido y abandonado a un lado de la carretera. Wynne se la compró por dos libras australianas, un precio que tiempo después resultó irrisorio al comprobar de lo que fue capaz de hacer.

Aunque los Yorkshire Terriers suelen ser una raza difícil de entrenar, Smoky aprendía rápido y sus trucos distraían y acompañaban a los soldados en el frente de la batalla. Entre Wynne y Smoky surgió una verdadera amistad que duraría hasta el fin de sus días, acompañándole en primera línea, escondida bajo su chaqueta, esquivando los disparos del enemigo e incluso tirándose en paracaídas, y es que Smoky le salvó la vida en una ocasión al advertirle sobre un inminente bombardeo y conducirle a un lugar seguro (nadie puede decir que no tienen un sexto sentido).

Tras entrenarla adecuadamente, Smoky comenzó a participar en primera línea del frente, encontrando su momento de gloria en una base aérea en el golfo de Lingayen, Luzón:

Un día los alemanes sabotearon las comunicaciones y el mando estadounidense necesitaba urgentemente pasar las líneas telefónicas a través de una pequeña tubería que discurría varios metros bajo tierra desde la base hasta tres escuadrones separados que carecían del equipo adecuado. El reducido tamaño de la tubería, tan solo 20 cm. de diámetro, obligó a doce hombres a cavar una zanja para colocar los cables bajo tierra, un titánico y peligroso trabajo durante los 21 metros de recorrido, que les llevaría días mientras se exponían al fuego del enemigo. Fue entonces que, conociendo las habilidades de Smoky, decidieron enviarla a través de la tubería con un cable de telégrafo atado a su collar. Al otro lado se encontraba Wynne, que la llamaba para que avanzara desde el otro lado. Smoky cumplió su peligrosa misión y esta acción salvó la vida de unos 250 hombres y 40 aviones.

El primer perro de terapia de la historia

Poco tiempo después Wynne enfermó de la fiebre del dengue y le trasladaron al hospital. Cuando unos amigos suyos le llevaron a Smoky para que le alegrara su estancia las enfermeras descubrieron la historia de la pequeña heroína y comprobaron cómo distraía al resto de soldados de la sala. Durante los cinco días que pasó en el hospital, Wynne dormía por la noche junto a Smoky y durante el día, las enfermeras la recogían para llevarla de visita de pacientes. Pronto advirtieron cómo conseguía con su presencia aliviar la tristeza que contenían.

Finalizada la guerra, Wynne y Smoky fueron invitados para interactuar con soldados heridos de otros hospitales resultando todo un éxito y extendiéndose esta práctica, calculándose que a finales de los años 40 se donaron unos 700 perros para dicha actividad, con gran efectividad.

Wynne y Smoky fueron invitados a programas de televisión, pasaron por Hollywood y continuaron recorriendo hospitales hasta 1955. Dos años después, con 14 años de edad, Smoky murió. Hoy, una estatua en Cleveland inmortaliza su alegría, su destreza y su valor.

Tras presentaros la historia de Smoky puede que os queden ganas de descubrir otras pequeñas heroínas de la Segunda Guerra Mundial, si es así, entrad en Palomas mensajeras, heroínas anónimas de la historia. Por cierto, la fama que adquirió Smoky fue en parte responsable de que los Yorkshire Terriers volvieran a ponerse de moda en los Estados Unidos.

Un video en el que puede verse a Bill Wynne con Smoky

En este enlace podéis ver más imágenes del héroe canino y su dueño en plena acción.

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