
Puede que compararlo con Hipócrates sea algo exagerado (o quizá no), sin embargo, el Dr. William Osler es considerado por muchos como el médico más famoso, pero poco conocido tanto por el gran público como para los propios médicos.
Ver enfermos (Práctica) sin leer libros (Teoría) es como navegar en el mar sin tener cartas de navegación, pero leer libros sin ver enfermos es como nunca navegar
William Osler
Un profesor de la universidad me dijo en una ocasión que con los enfermos no se practica, así, cuando de estudiantes pasamos por el hospital, no realizamos prácticas, sino enseñanzas clínicas. No obstante, este aforismo del doctor William Osler resume en pocas palabras la concepción que siempre tuvo de la medicina, una gran verdad, base de sus enseñanzas y de la medicina moderna. Descubramos qué hizo para merecer tanto reconocimiento.
Su vida
Sir William Osler -porque recibió el título de Sir- nace en 1849 en la actual Ontario (Canadá) y estudió medicina en Quebec. Durante dos años amplió sus conocimientos en distintos hospitales de Londres, Berlín y Viena, y con 27 años de edad aceptó el puesto de doctor en el Hospital General de Montreal.
Le gustaba el método empleado por el escritor y médico británico Arthur Conan Doyle cuando su personaje Sherlock Holmes realizaba sus grandes descripciones deductivas y cualquier detalle que pudiera obtenerse durante la historia clínica a un paciente, por insignificante que pudiera parecer, debía aplicarse en el diagnóstico. En 1888 es nombrado Jefe de la Cátedra de Clínica Médica y del Servicio de Clínica del Hospital Hopkins, del que fue el primer profesor de medicina, inaugurando cinco años después la Escuela de Medicina de dicho hospital. Fue, junto con el cirujano William Stewart Halsted del mismo hospital y a quien dediqué una curiosa entrada, uno de los médicos más célebres de la época.
En 1904 se traslada a la Universidad de Oxford, en Inglaterra, donde obtiene el cargo de Profesor Regio, algo así como catedrático designado por el rey o la reina, ocupándolo brillantemente hasta su muerte.
Su método
Admiraba la escuela de Hipócrates y partió del principio de la diversidad biológica por el que las enfermedades no eran iguales en cada paciente pudiendo manifestarse y seguir un curso clínico distinto. Introdujo la enseñanza de la medicina al lado del enfermo y dio máxima importancia a los conocimientos y a las técnicas de exploración, así como la comprobación de los diagnósticos y también de los errores con la autopsia del paciente.
La investigación fue uno de sus pilares y enseñó la necesidad de atender a los pacientes sin recursos económicos y aliviar el dolor de los enfermos. Publicó más de 1500 trabajos y escribió en 1892 su tratado «Los Principios y la Práctica de la Medicina», utilizado por estudiantes y médicos de todo el mundo durante años, del que se publicaron hasta 16 ediciones, traducidas a varios idiomas.
Hoy no entendemos la Medicina sin las distintas especialidades. El conocimiento médico es tan vasto que un médico no las puede dominar todas. A principios del siglo XX nacen las subespecialidades y comienza a aparecer una tecnología cada vez más compleja, siendo el Dr. William Osler uno de sus principales precursores. Sus aportaciones clínicas son numerosas, así, fue uno de los primeros en manejar la apendicitis quirúrgicamente de forma prioritaria y sus principales contribuciones pertenecen a la Reumatología, describiendo por primera vez el síndrome de Cushing, el síndrome Churg-Strauss, los nódulos de Osler en la endocarditis, la enfermedad de Jaccoud-Osler-Libman, el signo o maniobra de Osler… y tantos otros.
Amante de la Historia llegó a coleccionar más de 7 000 libros y tras una vida dedicada a la medicina, a la ética y al humanismo, falleció en 1920. En la autopsia que se le realizó se determinó que la causa fue a una neumonía complicada con abscesos originada por el Haemophilus influenzae durante el fin de la Gran Gripe. Hoy sus cenizas se encuentran en la biblioteca Osler de la Universidad de McGill, en Montreal, donde inició sus estudios de medicina.
Con él comienzan a ampliarse de forma notoria los conocimientos en la Clínica Médica y su legado más importante fue el de la enseñanza al lado del paciente.
Ser buen médico significa poseer conocimientos y tres H: Humanidad, Humor y Humildad
Sir William Osler
Información basada en el artículo Sir William Osler: el padre de la medicina moderna. Aportes a la reumatología, Revista Cubana de Reumatología (2015)
Gracias. Todos los médicos del mundo debemos respeto y agradecimiento a este gran personaje, cumbre de la historia de la medicina.
Hola Francisco, me gustaría te unieras a la comunidad de Masticadores… Sería un honor publicar alguno de tus textos ya publicados en tu blog, en nuevos lectores cada 15 días. Si te apetece hablamos en fleminglabwork@gmail.com saludos j re crivello