
Desde que diera su primera campanada el 7 de septiembre de 1859, el reloj de la torre que corona el Palacio de Westminster es famoso por su precisión y por ser uno de los lugares más emblemáticos e icónicos de Londres. Descubramos el origen y algunas curiosidades del Big Ben.
El actual Palacio de Westminster, en estilo neogótico, fue reconstruido por el arquitecto Charles Barry con la ayuda del diseño de Augustus Pugin, tras el Gran Incendio de 1834 ocasionado a consecuencia de la fatal orden del Ministerio de Hacienda de quemar dos carretas llenas de madera en dos estufas situadas debajo del piso en el sótano de la Cámara de los Lores. La construcción del nuevo Palacio comenzó seis años después y el proyecto se alargó más de 30 años y costó más de £ 2 millones, mucho más de lo presupuestado inicialmente.

En el extremo nororiental del Palacio se encuentra la más famosa de sus torres, la Clock Tower, rebautizada en 2012 con el nombre de Elizabeth Tower, en honor a los 50 años de reinado de Isabel II, comúnmente conocida como Big Ben por su campana principal, no por el reloj en sí.
La campana pesa 16 toneladas y mide más de dos metros, y fue creada por la empresa inglesa Whitechapel Bell Foundry, que se dedicaba a construirlas desde trescientos años antes. Según se cuenta, la campana no estuvo exenta de problemas, ya que cuando construyeron la torre comprobaron que era demasiado pequeña para el tamaño del reloj, además, la campana se rompió tras la primera prueba y tuvieron que cambiar la manecilla de los minutos en dos ocasiones porque pesaba tanto que no se movía correctamente.
Con una altura de 96 metros es la tercera torre de reloj más alta del mundo, el reloj más grande y alto del mundo se encuentra en el imponente Abraj Al Bait de La Meca, a 400 metros de altura. Los diseñadores del reloj fueron el abogado y controvertido horólogo Edmund Beckett Denison, quien dijo en una ocasión «Soy el único arquitecto con el que nunca me he peleado»; y el matemático y astrónomo, George Biddell Airy. La construcción se encargó a Edward John Dent y su hijastro Frederick, y en la actualidad sigue funcionando con el mismo mecanismo que ellos crearon.
(Casi) siempre puntual
Existen dos teorías respecto al origen del nombre. La primera, y más probable, es la que hace referencia a Sir Benjamin Hall, el político e ingeniero que supervisó su instalación (Big= gran, Ben = apócope cariñoso del nombre Benjamin). La segunda es en homenaje al campeón inglés de boxeo de peso pesado Ben Caunt, apodado como «Big Ben».

The Illustrated News of the World , 4 de diciembre de 1858
Se dice que es uno de los relojes más precisos del mundo y es curioso saber que su puntualidad «Británica» se deba a un simple y rudimentario sistema. Para ajustar la velocidad del péndulo se colocan monedas de un centavo encima del péndulo para ralentizar las agujas, y para que vaya más rápido las quitan. Por cada céntimo se añade o quita 0,4 segundos al día. Los encargados de su mantenimiento suben tres veces por semana para controlar que todo vaya bien, eso sí, sin ascensor (hasta el momento) y por los 334 escalones que hay hasta llegar al reloj.

En la imagen de arriba podéis apreciar que debajo de la esfera hay una inscripción en latín que pone Domine salvam nostram victoriam primam (Señor, mantén a salvo a nuestra reina Victoria I).
Decía que es casi siempre puntual, ya que a lo largo de la historia solo se retrasó en contadas ocasiones. Estas son algunas de las incidencias ocurridas en este tiempo:
El 3 y 4 de junio de 1941 se paró debido a que un obrero despistado que estaba reparando el daño ocasionado por un bombardero dejó caer un martillo en la maquinaria atascándola; en 1949, una bandada de pájaros se posó en el minutero y retrasó la hora cuatro minutos y medio; la nevada del 13 de enero de 1955 lo paró y también en la víspera del año nuevo de 1962 a consecuencia de la nieve acumulada entre las agujas que lo retrasó 10 minutos; y el 27 de mayo de 2005 falló su mecanismo interno debido a las altas temperaturas en la ciudad de Londres (31,8 ºC).
La única avería sufrida fue debida al desgaste del metal, que rompió el mecanismo del repique del reloj el 5 de agosto de 1976. Ocasionó el periodo de tiempo más largo que estuvo sin funcionar al no reactivarse hasta el 9 de mayo de 1977. Más recientemente la campana ha estado silenciada desde 2017 por los trabajos de remodelación de la torre hasta que por fin en enero de 2022 volvió a sonar para dar entrada al año. El coste total de la restauración… ¡ 95 millones de euros!
Otras curiosidades…
- Hay cuatro relojes, uno en cada cara de la torre. Cada uno mide 7 metros de diámetro y tiene 312 piezas de cristal. Su minutero mide 4,3 metros y el horario 2,8 metros.
- Al contrario que muchos otros relojes con numeración romana, en las esferas del Big Ben el número 4 aparece representado como «IV» en lugar del más tradicional «IIII».
- En realidad no hay una, sino cinco campanas dentro del Big Ben, que tocan los cuartos de cada hora, cada una en una nota distinta (Mi, Fa #, Sol #, Si) y tocan la melodía Campanadas de Westminster, proveniente de un aria de Handel, que puede escucharse hasta una distancia de 14 kilómetros. El badajo que hace sonar la campana principal bate cada dos segundos, mide 13 metros de largo y pesa… ¡300 kg! El mecanismo del reloj, situado en una estancia superior, pesa 5 toneladas.
- Desde 1885 se enciende una luz en la torre para saber si hay sesión parlamentaria. Fue una orden de la reina Victoria para que pudiera ver desde el Buckingham Palace si los parlamentarios estaban trabajando.
- Con el fallecimiento de Jorge VI las campanas sonaron 56 veces en una hora, su edad; por contra, no sonaron con motivo de los funerales del ex primer ministro Winston Churchill (30 enero 1965) y Margaret Thatcher (17 abril de 2013); tampoco durante dos años en la Primera y en la Segunda Guerra Mundial, que dejó también de iluminarse por la noche para no servir de guía en los ataques alemanes.
- Durante la Segunda Guerra Mundial, el 10 de mayo de 1941 una bomba impactó en el Palacio de Westminster, pero solo tocó la parte superior de la torre. El palacio requirió remodelarse, sin embargo, el reloj siguió funcionando con normalidad.
- La torre se inclina unos 220 mm hacia el noroeste, algo que si uno se fija puede evidenciar.

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