
El Bar Velódromo de Barcelona se inauguró en 1933 y es de esos lugares de la ciudad con historia dentro y fuera de sus paredes. Políticos, intelectuales, artistas o simplemente jóvenes con ganas de pasarlo bien se han reunido allí a lo largo de casi un siglo. Hoy al igual que antes es lugar de encuentro de muchos, pero no tantos son los que saben que su nombre se puso en recuerdo del antiguo Velódromo situado en aquél lugar. Además, en esas mismas calles encontramos otras muchas historias curiosas…
A principios del siglo XX el solar comprendido entre las calles Muntaner, París (antes Industria), Casanova y Londres (antes Coello) dispuso de un campo de fútbol, uno de los primeros de la ciudad. Inicialmente jugó allí el FC Hispania, hasta que desapareció como club en 1903. Dos años después se alquiló al FC Barcelona hasta que a principios de 1909 se trasladó al campo situado a la vecina calle de Industria.
El Velódromo Parque de Sports

La idea de construir en ese solar un Velódromo a la altura de otros europeos es del ciclista belga Victor Touron. Las obras se iniciaron el 18 de enero de 1909 sobre maderas inclinadas y dos meses después lo inauguraron. Lo cierto es que la afluencia de público brilló por su ausencia y aunque se celebró el campeonato nacional de velocidad y medio fondo, a finales de ese mismo año terminó cerrándose prematuramente.
En aquellos tiempos la idea de celebrar una maratón en las calles de la ciudad no era factible porque no eran lo suficientemente transitables, así pues, el 30 de enero del 1910 se celebró la primera maratón de España en el recinto del velódromo. Ese mismo mes, otro empresario, Francesco Alberici, lo reabrió incluyendo césped en la zona central permitiendo así la práctica de otras disciplinas. El 23 de mayo de 1910 se jugó el primer partido de hockey hierba de España.

La idea del velódromo volvió a fracasar y fue entonces que se decidió derribar y reconvertirlo una vez más en campo de fútbol manteniendo las graderías que ya tenía, con una capacidad para 8000 espectadores. En ese momento el Real Club Deportivo Espanyol de Barcelona lo gestionó e inauguró el 26 de febrero de 1911. Como curiosidad decir que cuando nació este equipo de fútbol en Barcelona existía otro llamado Catalá y otro llamado Hispania, por lo que optaron por el nombre de Español. Por cierto, en sus camisetas lucen rayas blanquiazules desde 1910 a iniciativa del socio Eduardo Corrons, pero antes jugaban de amarillo porque uno de sus socios, fabricante de tejidos, dispuso de numeroso material de esas características que pudo ser aprovechado para hacer uniformes.

Información basada en barcelofilia.blogspot.com
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