
José Saramago, el primer escritor de la lengua portuguesa en obtener el Premio Nobel de Literatura, dijo en una ocasión que «el humano es un ser que está constantemente en construcción, pero también, y de manera paralela, siempre en un estado de destrucción». ¡Cuánta verdad en estas palabras! El ser humano, y más concretamente el cuerpo humano, es fascinante. Sabemos mucho de su formación, de su desarrollo y de su destrucción, pero lo que entendemos es solo una mínima parte de todo su funcionamiento y sus defectos. Si me lo permitís os dejaré una pequeña muestra de la maravillosa estructura en la que habitamos todos y cada uno de nosotros, así como algunas curiosidades que seguro no dejarán indiferente a ninguno.
- Una célula de la sangre tarda un minuto en circular a través de todo el cuerpo.
- Si estiramos todas las venas del cuerpo, la distancia obtenida daría la vuelta a la Tierra dos veces y media, algo que se queda en ridículo si desenrollamos todo el ADN del cuerpo, que llegaría al doble de la distancia hasta el planeta Plutón, algo así como 12 000 000 000 km.
- A lo largo del día nuestra altura cambia y por efecto de la gravedad somos dos centímetros más altos por la mañana que por la noche.
- Perdemos tantas partículas de piel en un día que la mayor parte del polvo en nuestra casa proviene en realidad de uno mismo.
- Los hombres perdemos alrededor de 40 pelos al día y las mujeres casi el doble, y tenemos aproximadamente el mismo número de pelos que un chimpancé.
- Si hablamos de las uñas estas crecen un nanómetro por segundo y la que lo hace más rápido es la del dedo medio. ¿Que no sabéis lo que es un nanómetro? Pues la milmillonésima parte de un metro. Para hacernos una idea, un cabello humano promedio tiene aproximadamente 60 000 nanómetros de espesor.
- La longitud del pie es exactamente la misma que la distancia de la muñeca a la curva del codo.
- La nariz y las orejas siguen creciendo a lo largo de la vida hasta el final de nuestros días. Y si no, que se lo digan a Pinocho.
- La boca produce una botella de saliva cada día (dependiendo lo que comamos), el equivalente a llenar dos piscinas a lo largo de toda la vida, y si nos paramos a pensar que ahora mismo tenemos más bacterias en la boca que gente hay sobre la Tierra, puede que nos laváramos más a menudo los dientes y la boca.
- Durante las 12 horas que estamos despiertos pasamos 1.2 horas con los ojos cerrados al parpadear.
Dormir, dormir y dormir
Dicen que pasamos un tercio de nuestro tiempo dormidos y que puede que sea el tiempo en que nos sintamos más libres, así que, descubramos también alguna que otra curiosidad sobre este estado inconsciente de nuestras vidas.
- Por más que lo intentemos no podemos entrenarnos para necesitar menos horas de sueño. Lo siento por los amigos del ocio nocturno. 😉
- No se puede «recuperar» el sueño perdido. Vuelvo a sentirlo por ellos…
- La cantidad de tiempo de sueño profundo que dormimos comienza a disminuir alrededor de los 40 años de edad, y habrá desaparecido por completo hacia los 80 o 90 años. Ahora lo siento por mí.
- Somos animales de costumbres, pero el motivo por el que queremos hacer una siesta o tomar una taza de café a la misma hora cada día es que nuestros cuerpos se sienten más cansados de las 2 a las 6 de la madrugada y entre las 2 y las 6 de la tarde.
- Se puede dormir toda la noche con los ojos abiertos y sentirse perfectamente descansado al día siguiente.
- Entre un 0.5 % y un 1.5 % de la población tiene el sueño corto, necesitando tan solo de cuatro a cinco horas de sueño para sentirse descansado, y de un 2 a un 3 % sueño largo, necesitando al menos 10 horas de sueño.
- Si nos llevamos el móvil a la cama, por desgracia algo muy habitual, perdemos de media una hora de sueño cada noche.
- Cuando se está a mayor altura se duerme peor y los que entienden del sueño recomiendan dormir en un ambiente de entre 18 y 19 º C.
- Sin darnos cuenta podemos dejar de respirar varios minutos mientras dormimos.
- Existe la fobia al acto de dormir y recibe el nombre de somnifobia (onirofobia o hipnofobia), un miedo irracional y excesivo ante el acto de dormir. Algo que no se lo deseo a ninguno y menos a ese 3 % que tiene el sueño largo.
Para los más curiosos y que quieran animarse a hacer un simple experimento científico con su cuerpo, os invito a frotaros las plantas de los pies con cebolla en rodajas o ajo, en media hora, a lo sumo una hora, experimentaréis su sabor en la boca.
Y si os habéis quedado con ganas de saber otras curiosidades del cuerpo humano no dejéis de entrar en este otro enlace.
Una exposición increíble
Impresionante, FJT. Voy a ver si me aprendo unos cuantos de esos párrafos que nos has regalado aquí y me sirven para ganar puntos ante mis nietos cuando los vea el domingo.
Gracias, no hay edad para aprender, doy fe.
Hola Enrique,
pienso que no valoramos en muchas ocasiones la maravillosa máquina que es el cuerpo humano. Como comento en el post aún no entendemos muchas cosas de su funcionamiento o su deterioro, y como dijo en una ocasión alguien… No tarda nueve meses sino sesenta años en formarse un hombre (o mujer) 😉
Abrazos
Así es, FJT, el hombre tarda poco en hacerse viejo y mucho en hacerse sabio.
Con tu permiso hice el reblogueo a una página de noticias amiga: https://esnoticia.co/noticia-116143-datos-curiosos-de-nuestro-cuerpo-que-te-quitaran-el-sueno
encantado, ya sabes.