
En el corazón de Castilla y León, en la provincia de Valladolid, encontramos el pueblo de Medina del Campo, una villa de origen prerromano con mucha Historia. Situado en una elevación del terreno o mota, se levanta majestuosamente, aunque con las heridas visibles en sus murallas de los impactos por los cañonazos recibidos en múltiples batallas, el Castillo de la Mota, toda una obra de ingeniería en su momento.
En la colina aún vemos restos de la antigua muralla del siglo XII, muros que se utilizarán y adaptarán en las obras del actual castillo a mediados del siglo XV a petición del rey Juan II de Castilla, aunque se tiene constancia un siglo antes de una fortaleza en el mismo lugar en tiempos de Pedro I de Castilla.
Enrique IV de Castilla terminará las obras del recinto interior y la gran Torre del Homenaje. Después, los Reyes Católicos dotaron al castillo de su barrera defensiva con una galería de tiro subterránea y excavando un foso sin agua que lo rodea, convirtiendo al castillo en la fortaleza de referencia del siglo XVI y uno de los primeros castillos de toda Europa que se adaptaron al uso de la artillería. Para ello dispusieron de techos abovedados para resistir mejor los impactos, muros de tres metros de grosor y chimeneas de ventilación para evacuar los humos que generaban los cañones que se disponían en la galería interior al muro.
En la imagen podemos ver las estrechas ventanas o aspilleras verticales y profundas de sus muros. También disponían de otras en forma de granada con cruz conocidas como troneras, a través de las que se disparaban con armas de fuego al enemigo (en la presentación de más abajo podréis verlas mejor).


Cárcel para ilustres
En su torre del Homenaje estuvo encerrado Hernando Pizarro, hermanastro del conquistador Francisco Pizarro, quien permaneció prisionero en el castillo desde 1545 hasta 1562, tras más de dos décadas de pleitos y apelaciones, sentenciándose finalmente al pago de diversas indemnizaciones. Eso sí, durante su estancia dispuso de una situación privilegiada al tener amplia capacidad de movimientos y poder seguir gestionando su patrimonio familiar.
Gonzalo Fernández de Córdoba, el «Gran Capitán», hizo preso a César Borgia, hijo del papa Alejandro VI (Rodrigo Borgia), encarcelándolo en primer lugar en el castillo de Chinchilla, en Albacete, y después ordenó su reclusión en el Castillo de la Mota. Al igual que con otros ilustres presos dispuso de grandes comodidades, y según cuenta la leyenda, logró escapar junto a la ayuda exterior de Rodrigo Alonso Pimentel, conde de Benavente, que era contrario al Rey Fernando, y el capellán La Mota.
Juana I de Castilla «la Loca» tras contraer matrimonio con Felipe I de Castilla «el Hermoso» y el regreso de éste a los Países Bajos, fue retenida en Medina del Campo por orden de sus padres los Reyes Católicos, de 1503 a 1504, en el viaje que hizo para reunirse con su esposo. Allí, viéndose encerrada, dio muestras de su inestabilidad mental, como cuando en una noche oscura salió en ropa de cama a la entrada del castillo, agarró un rastrillo y empezó a gritar que se quería ir. Ante estos hechos tuvieron que ir a buscar a su madre a Segovia para tratar de tranquilizarla. Finalmente, su madre decidió dejarla partir.

Aquí os dejo una pequeña presentación con imágenes del interior del castillo…
Para saber más:
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