Trasplante de heces, un tratamiento con futuro (y pasado)

Publicado por

La medicina avanza con pasos de gigante, de eso no tenemos ninguna duda. Una de las cosas que hacen apasionante a la Historia es que al echar la mirada atrás podemos aprender y hacer progresar la medicina con tratamientos que nos pueden parecer innovadores, pero que hace miles de años ya practicaban. Uno de ellos es el trasplante de microbiota fecal, vaya, el trasplante de heces.

Las bacterias son nuestras amigas. No podemos verlas como un simple enemigo, ya que solo una mínima proporción de las 39 billones que tenemos en nuestro cuerpo pueden dañarnos. Pues bien, uno de los ecosistemas más complejos que existen en la faz de la Tierra lo tenemos dentro de nuestro cuerpo, concretamente en el tracto gastrointestinal, que es el principal reservorio de microorganismos.

Antes de la aparición de la penicilina la principal causa de muerte del ser humano eran las enfermedades infecciosas -aún lo sigue siendo en muchos países del mundo-, y hoy nos estamos enfrentando a un nuevo problema, la resistencia de las bacterias a los antibióticos. Esto hace que dirijamos nuestros esfuerzos a encontrar alternativas y estrategias terapéuticas eficaces para combatir las infecciones. Una de ellas es el trasplante de microbiota fecal o trasplante de heces (FMT Fecal Microbiota Trasplant, por sus siglas en inglés)

¿En qué consiste?

Es un proceso mediante el que se transfieren a través de un enema, una colonoscopia o por vía oral en cápsulas, los microbios intestinales de las heces de un individuo sano al intestino grueso de una enferma, restaurando así la microflora. Sí, puede que el hecho de que te apliquen un enema o una colonoscopia no sea del agrado de muchos, pero este tratamiento ya se realizaba hace muchos siglos y como veréis se aplicaba de forma muy distinta 😉

El pasado

En el Charaka Samhita, un texto sánscrito de hace más de 3000 años sobre Ayurveda (medicina tradicional india), se recomienda la ingesta de orina o estiércol de vaca para tratar trastornos relacionados con el estómago. El médico chino Ge Hong describe en el siglo IV el uso de heces frescas, secas o fermentadas de donante sanos para elaborar una «sopa amarilla» conocida como «jarabe dorado», que el enfermo bebía para tratar la diarrea severa. Sí, puede que si nos paramos a pensar en el tratamiento en cuestión más de uno se lo pensara dos veces, pero cambiaríamos de opinión si nuestra vida corriera peligro.

Varios siglos después, concretamente en el XVI, encontramos un libro de medicina escrito por Li Shizhen -se ve que los chinos no hacían ascos a nada- en el que describe el uso de heces para tratar dolencias abdominales, y en el siglo XVII, pero ya en el ámbito veterinario, el médico italiano Girolamo Fabrizi d’Acquapendente, utilizó la transfaunación para tratar a los animales enfermos con heces de animales sanos.

Más cercano a nuestros tiempos, durante la Segunda Guerra Mundial, el Cuerpo Africano Alemán (Afrika Korps) utilizó este tratamiento para la disentería que afectaba a sus soldados, a menudo ocasionada por el consumo de alimentos contaminados o agua sucia. Estos lo copiaron de los beduinos que consumían heces de camello frescas y calientes para tratar esta infección.

… y llegó la ciencia

Tenemos que esperar a la publicación de un artículo en 1958 por Ben Eiseman, para demostrar científicamente su eficacia aplicado vía enema para tratar la enterocolitis pseudomembranosa, llamada también colitis asociada a antibióticos o colitis por un crecimiento excesivo de la bacteria Clostridioides Difficile. Eiseman y sus colaboradores de Colorado trataron a cuatro personas gravemente enfermas por este tipo de colitis y mediante la aplicación de enemas fecales sanaron rápidamente.

El Dr. Thomas Borody realizó con éxito en 1988 su primer trasplante de heces en un paciente con colitis ulcerosa. En un año trató a 55 pacientes y tras el trasplante de heces curó a 20 de ellos y redujo la sintomatología de forma significativa a otros nueve. Desde entonces, y durante más de dos décadas, lo ofreció como tratamiento en el Centro de Enfermedades Digestivas, en Five Dock, demostrando su eficacia en 2010 mediante ensayos clínicos realizados en Europa y América del Norte.

El futuro

La microbiota es un elemento clave en la homeostasis humana y a pesar del escepticismo inicial, el trasplante de heces es hoy una realidad cuya eficacia ha quedado demostrada en estudios científicos, como el ensayo controlado y aleatorio publicado en enero de 2013 que evidenció la curación del 80 % de los pacientes afectos por colitis pseudomembranosa severa tras una sola infusión y del 90 % tras una segunda.

Al igual que hay bancos de tejidos y órganos, desde 2012 se han creado nueve bancos de heces repartidos por Asia, Europa y los Estados Unidos, desde donde se distribuyen a los hospitales donde realizan el trasplante fecal. Pero no todo el mundo puede ser donante de heces (lo digo por si te lo habías planteado). Solo uno de cada cuatro personas sanas tienen las heces con las condiciones idóneas para serlo, y los candidatos deben hacerse un análisis de sangre y tres pruebas de heces. No solo eso, deben seguir una dieta que evite el maíz, los mariscos, el jamón, las salchichas y los antibióticos, y que incluya alimentos ricos en fibra, vegetales frescos y fruta. Si finalmente tienes la suerte de ser aceptado como donante puede que te paguen los 8 000 euros al año que pagaba el centro del Dr. Thomas Borod en 2018.

Estudios posteriores demuestran que el trasplante de heces puede ser una alternativa terapéutica no solo para enfermedades del aparato digestivo. Un equipo de científicos de la Universidad de Harvard, en 2016, descubrió una posible relación con la esclerosis múltiple al comprobar que ciertas variaciones en la dieta de los pacientes propiciaban que las bacterias de su microbiota fabricaran unas moléculas que bloqueaban en el cerebro los procesos de inflamación y neurodegeneración de los astrocitos, uno de los principales tipos de células cerebrales junto con las neuronas que participan activamente en la coordinación de la actividad cerebral.

Recientemente el equipo de la Universidad Estatal de Arizona dirigido por el profesor James B. Adams publicó el primer ensayo del trasplante de heces para el trastorno del espectro autista, indicando una mejoría del 80 % tras dos años de seguimiento en los síntomas gastrointestinales y del 50 % en los síntomas relacionados con este trastorno. Y otros estudios están dando buenos resultados para combatir otras enfermedades, incluso alergias.

Una muestra más de que para seguir avanzando en el futuro debemos seguir aprendiendo de nuestro pasado.

Para saber más

Superdonantes en el trasplante de microbiota fecal

Borody, TJ (2016). Desarrollo de nuevas terapias para las disbiosis intestinales. Publicaciones Abiertas de Becarios UTS (OPUS). Identificador: http://hdl.handle.net/10453/52985 Enlace a la tesis

Trevor O. Kirby & Javier Ochoa-Repáraz. The Gut Microbiome in Multiple Sclerosis: A Potential Therapeutic Avenue. Med Sci (Basel). 2018; 6(3): 69. doi: 10.3390/medsci6030069

Microbiota: a key orchestrator of cancer therapy. 2017. Nature Reviews Cancer. 17:271-285.

7 comentarios

  1. Tú siempre escribiendo cosas interesantes incluso cuando escribes un artículo de mierda como este. 😜
    Un saludo Francisco Javier

    1. Hola bisílaba,
      la medicina avanza. Enfermedades que han estado con nosotros durante siglos, desaparecerán. También aparecen otras nuevas, pero lo que está claro es que se están investigando nuevos tratamientos revolucionarios que pueden parecernos sorprendentes a día de hoy, pero que serán el futuro de la medicina. En ocasiones, como en este caso, los encontramos echando la mirada atrás en la Historia. 😉
      Saludos

    1. Hola libreoyente,
      sí, puede que si nos quedamos con lo superficial del tratamiento pueda sonar mal, pero los rigurosos estudios científicos sobre su aplicación en determinados casos auguran un futuro prometedor al mismo.
      Saludos

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.