
No sé si alguno de vosotros os habéis hecho un selfie haciendo el signo de la victoria con las manos, pero este inocente gesto puede tener graves consecuencias. Según expertos chinos en ciberseguridad (sí, chinos tenían que ser), y si la cámara se encuentra a menos de tres metros de distancia de nuestros dedos, los amigos de lo ajeno pueden llegar a leer nuestras huellas y entrar en los sistemas que tengamos activados por control dactilar, incluso en nuestra cuenta bancaria. Así que, mucho cuidado con hacerse fotos así. Dicho esto, hablemos de este popular signo.
En la batalla de Azincourt (1415) los arqueros ingleses se enfrentaron a los franceses durante la Guerra de los Cien Años. El pueblo francés y el propio monarca Carlos IV, seguros de la victoria, declaraban que cortarían los dos dedos que usaban los arqueros ingleses para disparar, sin embargo, la victoria se inclinó a favor de los ingleses y tras la lucha mostraron sus dedos intactos a los franceses capturados. El propio rey inglés Enrique V en su discurso anterior a la batalla incluyó una referencia a la amputación de los dedos de los arqueros.
No es más que una leyenda y no encontramos ninguna fuente histórica que apoye que esto ocurriera en realidad, pero lo cierto es que existen referencias más antiguas de este gesto en la iconografía católica mostrando a Cristo con los dedos en «V». Podéis apreciarlo en la imagen de abajo y que corresponde al Mosaico Redentor entre la Virgen y San Miniato, de 1297, de la Basílica de San Miniato al Monte.

Existen muchos y muy diferentes significados de este símbolo según las culturas, los contextos y los distintos países: desde un saludo, hasta el signo de la paz; desde el número dos, hasta el signo de victoria; desde orejas de conejo, hasta un gesto ofensivo.
En la cultura anglosajona, cuando se realiza con la palma hacia adentro, representa un insulto que vendría a significar «querer molestar o fastidiar mucho a alguien, una cosa, una persona o una situación», vamos, la expresión popular de «jódete». Esto va bien saberlo más que nada para evitar malentendidos como el ocurrido con Winston Churchill:
Pocos meses antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, un diario francés publicó un titular «V pour victorie». Dos años después, el exministro de Justicia belga, Víctor de Laveleye, que era director de las transmisiones belgas en francés de la BBC, sugirió usar esa V para la victoria como emblema de reunión. En cuestión de semanas comenzaron a aparecer uves en las paredes de los Países Bajos y el norte de Francia. En julio de 1941, este signo se extendió por toda la Europa ocupada, y tras la derrota de los nazis en Stalingrado, que impedía el avance alemán hacia los campos petroleros rusos provocando un déficit energético de Alemania y el freno de la actividad bélica alemana, hizo crecer el sentimiento de la victoria aliada. Winston Churchill comenzó a popularizar el gesto pero con la palma hacia sí mismo. El problema es que sin saberlo estaba insultando a las clases populares, desconcertando a la ciudadanía, aunque, ¿puede que lo hiciera de forma consciente a modo de desaire burlón para los alemanes? Nunca lo sabremos.

Los ayudantes de Winston Churchill se percataron rápidamente de su fatal error y le aconsejaron que realizara el signo con la palma de la mano hacia adelante, como bien podéis ver en la siguiente imagen.

De lo que no tenemos ninguna duda es del uso consciente del signo ofensivo por el actor Steve McQueen durante el rodaje de la película Le Mans (1971) cuando posó con los dos dedos en el aire en esta emblemática imagen.

La prueba más antigua e irrefutable del uso ofensivo de la V en Inglaterra la encontramos en 1901, cuando un trabajador de Rotherham Parkgate la utilizó para manifestar que no quería ser filmado, aunque le salió el tiro por la culata y quedó inmortalizado para la eternidad en esta imagen.

Otras personalidades han hecho uso de este signo de victoria como Charles de Gaulle, Eisenhower, Nixon y Trudeau. Por cierto, ¿sabéis desde cuándo y quién popularizó entre los moteros el saludo con este signo? Pues un piloto de motos inglés de la década de los setenta, Barry Sheene, saludaba a sus seguidores con la V siempre que ganaba una carrera, desde entonces quedó como señal universal de compañerismo entre el mundo motero.
Siempre me sorprendes, FJT. No sabía que fuera un signo al borde del insulto, creí, siempre, que eso era el signo de la V de victoria.
Gracias.
Hola Enrique,
imagínate la cara que se le debió quedar a Churchill cuando se lo dijeron 😉
Abrazos
Reminds me of a trip to Sardinia in 1971 where my US Army photo team and I filmed a NATO exercise.
After our work was done, we drove back to Cagliari to wait for a military flight back to Germany. Along the way, we drove slowly through a village where the locals were taking their evening walk, women on one side, men on the other.
Impulsively, one of my team members gave a fist up «power to the people» salute, something that would be understood as solidarity in the USA…but misunderstood to be another fist up salute – an «fu» – in Italy.
One of the women on the sidewalk mistook the salute and had to be restrained by several women around her from storming over to our rented FIAT and killing the guy who made the gesture!
We managed to get away, safely we thought, till he discovered we were on a cul-de-sac and had to return past the woman who wanted to kill someone! LOL! Yes, she tried to get to the car again and was restrained again by the women around her.
The best policy is not to make hand gestures you don’t understand, especially in a country where you are not immersed in their culture.
Of course, sometimes the error can be generational. My late mother and her elderly friends would drive over to the next town to swim in the YMCA swimming pool during the months the local public pool was shut down. They took turns driving the group over. Once, while one of the over cautious, slow drivers had the chore, a car of teenagers «flipped the bird» [«fu»] at them for obstructing traffic.
Telling my father and me about the incident later when she came home, she kept «flipping the bird» at us. She laughed because she thought it meant «kiss my butt». Dad and I were aghast, and a bit stumped how to explain to her that wasn’t a gesture to add to her repertoire!
«Jean [my mother],» my father said, «please don’t do that. I’ll explain it to you later.» I imagine she turned a brilliant, embarrassed red when he told her what she was doing to Dad and me while telling her story.
Hi Doug,
ha ha ha! What a story you tell. A good example of what I just explained. Surely, as you say, in every country in the world there is some kind of sign that would surprise us.
A hug and a big greeting friend
Glad you enjoyed them! The situation in Sardinia was pretty scary, in fact, because so many people were out walking.
Wow, I can’t even imagine!
Hola.
Tiene que ser una gozada, hacer viajes culturales contigo, porque no te quedas en superfluo, vas más allá, con curiosidades, anécdotas… Y es muy divertido leerte y a la vez, aprender de forma tan amena.
Gracias de nuevo ✌🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
Hola Lucrecia,
lo cierto es que me encanta viajar y reconozco que los viajes los hago (cuando puedo) para visitar cosas históricas.
Un saludo y muchas gracias por tu amable comentario 😉