
500 a. C. Coma esta raíz…
1000 d. C Esta raíz es cosa de ateos. Rece esta oración a Dios que está en el cielo…
1792 d. C. Dios no está en el cielo. Quien reina es la razón. Tome esta pócima…
1917 d. C. Esta pócima es para engañar a los oprimidos. Le sugiero que tome este comprimido…
1960 d. C. Este comprimido es obsoleto y exótico. Llegó el momento de tomar un antibiótico…
2000 d. C. El antibiótico lo hace débil e infeliz. He aquí un nuevo tratamiento, coma esta raíz…
Poblado Guaraní. Iguazú (Argentina)
En la entrada a una choza de un poblado de Iguazú encontramos este aforismo que hace referencia a los tratamientos a lo largo de la Historia. Puede que sea una forma muy simplista de resumirlos, pero muestra cómo el pensamiento de la sociedad ha influido y sigue haciéndolo en la medicina que se practica.
El tiempo pone las cosas en su lugar y en lo que a tratamientos médicos se refiere cuando sale un nuevo medicamento, muchas veces pensamos que es la solución definitiva a un problema o a una enfermedad, después nos damos cuenta que las expectativas habían sido puestas demasiado altas, para finalmente situarse en su justa medida.
Los medicamentos no siempre son necesarios, pero la creencia en la recuperación lo es. Los fármacos, en ocasiones están sobredimensionados, y qué mejor manera de mantener la salud que tener una buena base nutricional, y como bien decía Hipócrates, «que tu alimento sea tu única medicina».
Sin embargo, también han pasado muchos siglos de esta sentencia y la medicina ha avanzado mucho desde entonces, así que añadiría que cuando tengamos un problema de salud acudamos a un médico, eso sí, los mejores médicos del mundo siempre serán: el doctor dieta, el doctor reposo y el doctor alegría, o al menos eso dijo alguien en una ocasión.
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