
Seis días sólo. Un viaje de seis días. Podríamos decir sin temor a equivocarnos que es el «viaje» de todos los viajes, de la vida, de todas las vidas. Un camino que hemos realizado desde la inconsciencia, nadie recuerda haberlo hecho, pero tampoco nadie se libra de él, porque de no producirse no existiríamos ninguno de nosotros. Sin duda alguna se trata de la Historia de todas las historias, es la increíble aventura que va de la fecundación a la implantación del óvulo. Nuestro origen, el origen de todo.
¿Qué es el óvulo?
Se conoce como gameto y es la célula sexual femenina. Al nacer, las mujeres poseen alrededor de un millón de óvulos que van perdiendo hasta reducirse a 300 000 al llegar a la adolescencia, que será cuando comiencen a ovular, proceso que termina con la menopausia alrededor de los 50 años.
Cuando una mujer presenta ciclos menstruales regulares, una vez al mes, unos 1000 óvulos se activan, aunque solo 1 de ellos, o quizá dos, alcanza su punto máximo de maduración y deja la cápsula que lo mantiene aislado para adentrarse en la trompa de Falopio, ese tubo delgado y alargado que conecta el ovario con el útero. No obstante, hasta 1 de cada 3 óvulos que consigue ser fecundado no llega a quedar implantado en el útero y ocasionará un aborto espontáneo, incluso antes de implantarse, lo que da idea de lo difícil que es llegar al final del camino. Si es que no somos conscientes del regalo que es la vida, porque al fin y al cabo no dejamos de ser unos privilegiados por poder estar aquí y contarlo.
DÍA 0: LA OVULACIÓN

Decía que son 6 días de viaje que es el tiempo que pasa entre la salida del óvulo del ovario y el momento en el que es posible una confirmación de embarazo por parte de un test diagnóstico.
Tras salir del ovario, el óvulo, protegido por dos capas (la zona pelúcida y la corona radiata) pasa por las fimbrias uterinas, unas terminaciones que se encuentran en la parte distal de la trompa de Falopio y que «acarician» al ovario. Es entonces que inicia un viaje contra reloj para ser fecundado antes de morir 24 horas después.
DÍA 1: LA FERTILIZACIÓN

Tras una relación sexual el esperma se introduce en el útero, sube hasta las trompas de Falopio y se desplaza por ella buscando el óvulo. Si lo encuentra, los gametos masculinos tienen que entrar en contacto con él, y los primeros en hacerlo romperán las capas protectoras del óvulo, a modo de sacrificio para abrir el camino a los que les siguen. ¡Menudo sacrificio! ¿Puede haber algo más altruista?
De los 20 a 150 millones de espermatozoides por mililitro que hay en cada eyaculado de semen, sólo uno conseguirá el objetivo de llegar al corazón del óvulo. Será en este momento que se produzca la fertilización (popularmente se conoce como concepción) y como decía antes se produce antes de las 24 horas de la salida del óvulo del ovario. Al juntarse ese espermatozoide y el óvulo, se combinarán los 23 cromosomas con material genético que poseen cada uno de ellos, obteniendo los 46 cromosomas ordenados como pares de 23 que definirán las cientos de características de ese nuevo individuo.
DÍAS 2, 3, Y 4: DIVISIÓN Y VIAJE

A partir de este momento, unas 30 horas después de la fertilización y en un proceso muy lento, el cigoto unicelular comienza a dividirse mientras se va desplazando a lo largo de la trompa de Falopio. Así se formarán 12 o más blastómeros, que se compactarán para dar la mórula. Mientras ocurre esto el óvulo va desplazándose por la trompa gracias a la presencia de unas pequeñas estructuras de sus paredes que simulan ser colas que vibran (cilios) y ayudan a que avance en su recorrido hasta el útero.
DÍA 5: ENTRADA EN EL ÚTERO

Cuatro días después de la fertilización, los blastómeros de la mórula se reordenan dando lugar a un nuevo tipo de conjunto de células conocido como blastocisto. En él se pueden distinguir una cavidad interna y una acumulación celular en uno de sus polos. De todas estas, algunas se convertirán en placenta, y otras en el propio embrión. Llegado a este punto es cuando el blastocisto alcanza el útero y abandona por fin la trompa.
Durante este tiempo el útero ya se preparó para acoger en buenas condiciones al óvulo engrosando el endometrio o revestimiento que cubre la pared interna del útero. El blastocisto tiene cuatro días para implantarse en el endometrio antes de morir y ser expulsado del cuerpo durante la menstruación.
DÍA 6: LA IMPLANTACIÓN

Todo este proceso se produce sin que la mujer experimente ningún síntoma y no sabe que pueda estar embarazada. Será con la implantación que el cuerpo cambie presentando un cierto retraso menstrual y generar grandes cantidades de hormona hCG, que podrá ser detectada en la orina o en la sangre con un test de embarazo.
El viaje puede parecer que haya terminado, pero en realidad no ha hecho más que empezar. Sin duda, la Historia de todas las historias. 😉
Para saber más:
De la fecundación a la semana ocho de embarazo
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