Refranes médicos (XXV)
La felicidad es: buena salud y mala memoria. El que de cuando en cuando ayuna, su salud asegura. De tres
La felicidad es: buena salud y mala memoria. El que de cuando en cuando ayuna, su salud asegura. De tres
La enfermedad del delicado: Que nunca está enfermo y nunca está sano. Meando claro y cagando recio, carajón para el
Cuando tuve dientes, no tuve pan; y cuando tengo pan, no tengo dientes.
El consejo del buen padre capuchino: «Con todo lo que comas, vino».
Si te muerde el escorpión, traigan la pala y el azadón; si te muerde el alacrán, traigan la manta y
Deja a quien se está muriendo y acude a la que está pariendo.
A quién ajo come y vino bebe, ni la víbora le puede.
Tres eses hacen dichoso: ser santo, sano y sabio.
Mano lavada, salud bien guardada.
El corazón alegre, de salud es fuente.
Cuando Dios no quiere, el médico no puede.
Si quieres vivir sano, hazte viejo temprano.
El médico ha de ser prudente; el enfermo, paciente, y el servidor, diligente.
Quien fuma, su mal ahuma. Quien viejo se casa, mal lo pasa.