La «mujer más bella de la Edad Media»

A la izquierda, la madrastra de Blancanieves, Walt Disney (1937); A la derecha, Uta de Naumburgo, imagen idealizada realizada unos 200 años tras su muerte (catedral de Naumburgo)

¿Qué relación pueden tener estas dos mujeres? Por un lado está la madrastra de Blancanieves, personaje de cuento de hadas mundialmente conocido gracias a los hermanos Grimm. Y por el otro, está Uta de Naumburg, una noble alemana del siglo XI. A simple vista no parecen tener nada en común, ¿verdad? Pues te sorprenderá saber que sí, ¡tienen una relación bien extraña!

Para empezar, ambas son bellas, muy bellas, aunque la madrastra de Blancanieves tiene fama de ser mala, muy mala.

La historia de Blancanieves es un cuento clásico que ha sido transmitido y recontado a lo largo de los años. La legendaria belleza de Blancanieves es conocida en contraste con la envidia y maldad de su madrastra, la Reina. A pesar de su malicia, la madrastra de Blancanieves personifica la dualidad entre la belleza y la maldad, un tema recurrente en la literatura y el folklore popular.

El segundo personaje, que puede que no sea tan reconocido a menos que seas de la ciudad alemana de Naumburgo, es Uta von Ballenstedt, también conocida como Uta de Naumburg. La imagen muestra la escultura tallada por el Maestro de dicha ciudad para ornamentar el coro de la Catedral de San Pedro y San Pablo.

Símbolo inmortal de belleza

Poco se conoce acerca de la vida de Uta, hermana del conde sajón Esico de Ballenstedt, quien fue el progenitor de la noble Casa de Ascaniam y nieta de Otón I. A la edad de 26 años, contrajo matrimonio con el margrave de Meissen, Ecardo II, alrededor del año 1026. Trágicamente, falleció sin dejar descendencia a causa de una epidemia que también arrebató la vida de su esposo.

Ecardo fue uno de los asesores más cercanos al rey alemán Enrique III, también conocido como Enrique el Negro, hasta su muerte. Legó su riqueza, títulos y tierras margraviales al rey. Durante la construcción de la catedral, el escultor quiso inmortalizar a los mecenas de la catedral, incluyendo a Ecardo y Uta, quienes estaban enterrados allí. Vale la pena mencionar que las esculturas se crearon dos siglos después de su muerte. Sin embargo, según los rasgos representados, parece que Ecardo no era particularmente apuesto, mientras que su esposa, Uta, era muy hermosa.

Uta y su esposo Ecardo.

Uta lleva un vestido adornado con un broche, y sostiene una capa con un amplio cuello debajo de la garganta, agarrándola con su mano derecha, levantándola sobre la nuca. Fue esculpida tan bellamente que su expresión y belleza atemporal permanecerían en el imaginario colectivo de la sociedad alemana. Tanto fue así que en el siglo XX se convirtió en un icono del arte teutónico, e incluso los nazis la utilizaron como monumento nacional que simbolizaba la belleza y la sacralidad de su régimen.

Pues bien, respondiendo a la pregunta con la que comienzo este post, resulta que fue nada más y nada menos que Walt Disney quien tomó como modelo de belleza a Uta para convertirla en la madrastra de Blancanieves en su conocida película de dibujos animados de 1937. Eso sí, según dicen, Blancanieves era aún más hermosa; preguntádle al espejito, espejito…

Detalle del rostro de la figura de Uta de Naumburgo.

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Thomas Hummel; Matías Rutkowski; Alejandro Hörnigk

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