
En territorios sin leyes y sin justicia como en Texas, Kansas, Nuevo México y otros estados del Lejano Oeste, vieron nacer las armas en el siglo XIX como la única forma de defenderse de malvados y forajidos. Algunas de ellas las hemos visto en películas americanas, como la pistola Derringer, un arma de bolsillo que podemos ver en escenas de Django Desencadenado y la serie The Wild Wild West; carabinas, fusiles creados para los soldados de caballería en su origen; el rifle Winchester, símbolo de identidad de los vaqueros; y el revólver, protagonista de infinidad de duelos como el protagonizado por Clint Eastwood en la película El fuera de la ley, concretamente un revólver Colt.45.
Aunque ya existían revólveres antes de su aparición, el Colt.45 ganó fama bien merecida desde que comenzó su fabricación en la fábrica de Hartford (Connecticut) en 1873, extendiéndose su uso por todo el Viejo Oeste. Su inventor, Samuel Colt, se convirtió en toda una celebridad y en uno de los hombres más ricos del momento.

Philipp Graff (1814-1851) tomado entre 1847 y 1851.
Samuel Colt nació en 1814 y desde joven mostró un gran interés por las armas y los explosivos. De hecho, a los 16 años, durante un experimento de ciencias del colegio donde estudiaba voló parte del edificio. Su padre, propietario de una fábrica de seda, lo envió a la otra parte del mundo, concretamente a Calcuta, y allí vio un primitivo modelo de revólver manufacturado para las fuerzas armadas británicas. Al regresar a los Estados Unidos observó el trinquete empleado para elevar el ancla de un barco que le dio la idea de crear un mecanismo similar para vincular el giro automático del cilindro al accionar manualmente el martillo de percusión de su revólver de cinco disparos del calibre 36. Esto hizo ganar al revólver en fiabilidad y aumentó el número de disparos.
Su padre le ayudó económicamente y fundó en 1836 la Paterson Arms Manufacturing Company, sin embargo, la falta de inversores hizo que no pudiera comprar la maquinaria necesaria para producirlos y se hacían a mano, incrementando el precio de venta y quebrando la empresa seis años después.
El ingenio de Samuel Colt no se redujo a los revólveres, sino que, tras esa primera aventura empresarial inventa prototipos de cables para accionar minas marinas a distancia que poco después serán empleados en el tendido del primer enlace telegráfico submarino entre Nueva York y Coney Island, en 1843, tras convencer y asociarse con Samuel Morse. Cuatro años después, los Rangers de Texas contactan con Samuel Colt para encargarle 1000 revólveres, diseñando una línea de montaje en cadena con piezas que podían intercambiarse entre sí. Esto revolucionó la industria del armamento y comenzó a proveer a ejércitos y particulares del mundo entero.
El calibre (diámetro interno del cañón) de sus revólveres fue aumentando de .36 a .44, y en 1860 lanzó el Colt Army, un revólver de seis tiros que utilizaba un proyectil de .454 de diámetro. El pistoletazo -nunca mejor dicho- de su éxito vino con la Guerra Civil en abril de 1861, tras adquirir el ejército de los Estados Unidos 130 000 revólveres de este modelo, convirtiéndose en su mejor cliente.
En 1872 diseña su famosísimo Colt.45, conocido también como Colt Peacemaker (Pacificador), probablemente la primera arma corta fiable de la historia, adoptada un año después por el ejército como arma reglamentaria hasta 1892.
El revólver Colt.45 se popularizó también entre la población civil en parte a que utilizaba el mismo calibre que el fusil Winchester M1873 y sin lugar a dudas formó parte de la conquista del Oeste. Buffalo Bill, los Dalton, Wyatt Earp, y muchos otros, no se separaron de su Colt.45, y con la industria cinematográfica grandes estrellas de la pantalla como John Wayne y Gary Cooper la convirtieron en leyenda viva.

Pocas empresas pueden presumir de tener dos siglos de vida, la industria de Colt va camino de ello. Su invención influyó tanto que popularmente se decía… «Dios creó a los hombres; Samuel Colt los hizo iguales».
Para saber más:
Colt regalado al zar Nicolás I de Rusia en 1854 (Museo del Hermitage, de San Petersburgo)