Gudríd, la vikinga más viajera

Al oeste de Islandia encontramos el volcán Snaefellsjökull, en la península de Snæfellnes, donde Julio Verne ubicó la entrada al centro de la Tierra en su famosa novela. Allí mismo está Laugarbrekka, una granja en la que la mitología sitúa el nacimiento de una vikinga heroica y viajera, Gudríd Thorbjarnardóttir, matriarca de los vikingos que colonizaron América hace más de mil años.

En la década de 1070, el clérigo alemán Adán de Bremen, menciona de pasada en su Historia eclesiástica por primera vez Vinland, un territorio explorado por el islandés Leif Eriksson de localización incierta pero que los investigadores han identificado con distintas regiones de la costa de América Septentrional. Un siglo y medio antes de la llegada de Cristóbal Colón, el dominico milanés Galvaneus de la Flamma realiza la primera referencia hecha en el mundo mediterráneo a Markland (en la costa de Canadá) en su Crónica universalis. Así pues, era bien conocido que había una tierra hacia el oeste en la otra orilla del océano.

Conocemos los hechos por las llamadas Sagas de Vinlandia, dos sagas islandesas, la Saga de los Groenlandeses y la Saga de Erik el Rojo. Ambas, anónimas, comparten época, argumento y personajes y escriben la colonización de Groenlandia por Erik el Rojo y cómo su hijo Leif Eriksson organiza una expedición hacia el año 1000 desembarcando en la costa de América del Norte, procedente de Groenlandia, consiguiendo la prueba del hallazgo de una nueva tierra que anteriormente otro explorador, Bjarni Herjólfsson, había encontrado casualmente en una de sus exploraciones al sur. Las excavaciones en Terranova el siglo pasado confirmaron los relatos de las sagas islandesas: los nórdicos habían llegado a las costas de América del Norte en el siglo XI.

En estas arriesgadas expediciones encontramos no sólo a hombres, sino también a mujeres, y es de una de ellas que hablaré a continuación, una mujer extraordinaria, puede que la más valiente de toda la Edad Media, porque si medimos la valentía por sus logros, es bien cierto que fueron muchos.

La mujer más viajera del mundo

Erik el Rojo tuvo que exiliarse de Islandia tras ser condenado por un asesinato. En su aventurero viaje llegó a la actual Groenlandia y exploró la costa suroeste durante tres años comprobando que era habitable. Cuando regresó a Islandia quiso atraer el interés de la población hacia esa nueva tierra y convenció a unos pocos para que le acompañaran, la mayoría pobres y hambrientos. Reunió una expedición de veinticinco barcos, de los que solo llegaron catorce, era el año 985. Una de estas familias fue la de nuestra heroína que, siendo adolescente, partió hacia lo desconocido.

La describen como una mujer bella a quien un antepasado irlandés le inculcó el cristianismo, pero de niña aprendió las canciones necesarias para invocar espíritus en los rituales paganos, algo que le sería de mucha utilidad en esas nuevas tierras.

Según cuentan las sagas sobrevivió a un naufragio y su esposo murió durante el primer invierno en Groenlandia. Fue obligada a ayudar a las hechiceras y se volvió a casar con Thorstein, hermano pequeño de Leif Eriksson, célebre por explorar la actual Terranova y Labrador, poniendo nombre a los lugares: Helluland, Markland y Vinland, por cierto, el nombre de Vinland significa tierra de las vides porque uno de sus hombres encontró una baya y debió de confundirla con un grano de uva.

Descripción gráfica de las diferentes rutas de navegación a Groenlandia, Vinland (Terranova), Helluland (Isla de Baffin) y Markland (Labrador) recorridas por diferentes personajes de las Sagas Islandesas.

Gudríd y Thorstein intentaron viajar a Vinland, pero su barco naufragó y tras alcanzar tierra su marido falleció durante ese duro invierno. Sólo le quedaba regresar a casa de Erik, y allí conoció al mercader noruego Thorfinn Karlsefni, con quien se embarcó en una de las más grandes aventuras de América.

Dedicieron viajar al poblado que Leif Erikson fundó en Terranova, junto con colonos de Groenlandia, esclavos irlandeses y su ganado. En Vinland se dedicaron al trueque con los indios nativos y Gudríd parió a Snorri, su primer hijo, el que sería el primer escandinavo y por consiguiente europeo nacido en América.

Los arqueólogos dieron con esa aldea en L’ Anse aux Meadows, al norte de Terranova (Canadá). Se componía de tres viviendas, una herrería, un aserradero para barcos y tres almacenes, pudiendo albergar a unas 90 personas. Las viviendas estaban hechas de madera y cubiertas con césped (tepe), un eficaz aislante que en Islandia y Groenlandia ya utilizaban. La confirmación de su origen nórdico la dieron tras hallar un alfiler de bronce y una fusayola de esteatita, utilizada para hilar; una aguja de hueso, pedernales de jaspe probablemente provenientes de Groenlandia o Islandia y madera tallada con herramientas metálicas.

Reconstrucciones de los edificios vikingos cuyos restos se localizaron en la ensenada de L’ Anse aux Meadows, en Terranova. Imagen de André Zanahoria

Los expertos creen que L’ Anse aux Meadows no se trataría del único asentamiento en Vinland, sino que fue un campamento base relativamente estable, un lugar para descansar y prepararse para los duros inviernos, mientras que el resto del año realizaban expediciones en busca de productos con los que comerciar después en Groenlandia.

Tres años después zarparon de regreso a Groenlandia, aunque decidieron cambiar el rumbo y fueron a Islandia. Tuvo dos hijos más y pocos años después su marido falleció. Gudríd decidió nuevamente abrazar su fe católica y peregrinar a Roma, donde probablemente conociera al papa al ser una mujer muy conocida en ese momento por sus aventuras en aquellas ignotas tierras.

Tras regresar a Islandia decidió pasar el resto de su vida como monja de clausura en una iglesia construida por su hijo. Murió con cuarenta años y su descendencia dio tres arzobispos. Por todo esto, Gudríd fue sin lugar a duda la mujer más viajera del mundo de su tiempo.

Link imagen:

Map-Erik le Rouge-fr.svg

3 respuestas a “Gudríd, la vikinga más viajera”

    1. Avatar de franciscojaviertostado

      Hola libreoyente,
      sin duda, una época de exploraciones apasionante de la que se sabe muy poco.
      Saludos

  1. Avatar de bisílaba

    Qué interesante!!
    Un saludo!

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