La historia trágica de la colposcopia

Virus del Papiloma Humano. Imagen del hospital.vallhebron.com

Muchas de las consultas ginecológicas en la actualidad disponen de un aparato conocido como colposcopio, constituido por lentes de diversos aumentos con una fuente de luz incorporada, que se utiliza para explorar el cuello del útero (cérvix), la vagina y la vulva, esencialmente cuando la citología cervical (Test de Papanicolau) presenta alguna alteración. Con la colposcopia podemos identificar alguna zona anómala y realizar una biopsia dirigida para descartar el cáncer de cérvix. Me gustaría daros a conocer la siniestra historia que hay detrás del descubrimiento de este aparato, una muestra más de que, en ocasiones, muchos de los avances que se realizan en medicina han sido posible a investigaciones que hoy podemos considerar poco éticas.

Hans Hinselmann (1884-1959), ginecólogo alemán, inventor de la colposcopia

El protagonista de nuestra historia es el prestigioso médico alemán Hans Hinselmann, hijo único de una antigua familia de Neumünster, que se relacionó durante generaciones con la producción y venta de cerveza. Profesor asociado en 1921 en la Universidad de Hamburgo inició una investigación muy minuciosa para examinar mejor la parte del cuello uterino que hace procidencia en la luz vaginal y la vulva: con la lente frontal de von Eicken; después de eso, gracias a la ayuda y cooperación de los técnicos de Leitz, él mismo mejoró el instrumento.

En la segunda década del siglo XX colaboró junto con un grupo de médicos del hospital universitario de la Clínica para mujeres, en Bonn, en la elaboración de un libro sobre el cáncer cervical. Hinselmann ideó este aparato para poder evaluar los cambios morfológicos que producía el cáncer en el cérvix y le puso el nombre de colposcopio. El 9 de octubre de 1925 Medizinische Wochenschrift publicó su artículo clave.

Su departamento se convirtió en el punto de referencia para muchos ginecólogos deseosos de conocer la nueva técnica directamente del maestro y en 1932 la Allgemeine Ortskrankenkasse de Hamburgo fue la primera clínica del mundo en ofrecer a las mujeres aseguradas un examen colposcópico gratuito.

Para confirmar sus resultados necesitaba correlacionar las lesiones que observaba con el colposcopio con la anatomía patológica de la biopsia que realizaba, y para ello necesitaba incluir en su estudio el mayor número de mujeres. Recordemos que el 15 de septiembre de 1935 se impusieron en Alemania las leyes raciales de Núremberg por las que los nazis consideraban que los alemanes eran miembros de la raza «aria», que supuestamente era superior. Según los nazis, los judíos no eran arios y pensaban que pertenecían a una raza aparte que era inferior a todas las demás, algo que también se aplicaban a los romaníes (también llamados gitanos) y a los negros, entre otros. Ante esta nueva legislación tuvo la oportunidad de reclutar mujeres en Auschwitz con la ayuda de Eduard Wirths, un ginecólogo oficial de las SS, que compartía plenamente las leyes raciales promulgadas por el nacionalsocialismo en defensa de la raza «aria».

A las mujeres reclutadas se les podía realizar una extirpación del cérvix (conización) o incluso una extirpación del útero completo (histerectomía), dejando a estas últimas estériles. Si a esto añadimos que eran mujeres enfermas y con delicado estado de salud, muchas sufrieron infecciones y fallecieron a consecuencia de la cirugía, algo que, por otra parte, no parecía suponer ningún problema para los médicos en cuestión.

Finalizada la guerra, Eduard Wirths fue capturado por los británicos y se suicidó para no tener que declarar en los juicios de Núremberg. Entre los médicos alemanes que fueron hechos prisioneros y juzgados se encontraba el Dr. Hinselmann, quien aceptó su condena a tres años de prisión tras reconocer que actuó bajo las órdenes de las autoridades sanitarias nazis.

Tuvo dos hijos que murieron en la Batalla de Stalingrado y tras cumplir su sentencia, viajó por Sudamérica junto con algunos de sus alumnos, difundiendo el uso del colposcopio, especialmente en Argentina, Uruguay y Brasil, donde algunos médicos alemanes se habían establecido allí, aplicándose rápidamente su uso.

El cáncer de cérvix

El cáncer de cuello uterino es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo y sabemos que casi todos los casos de cáncer de cérvix (99 %) están vinculados con la infección por papilomavirus humanos (VPH) de alto riesgo, especialmente los del tipo 16 y 18, que provocan casi el 50 % de las lesiones precancerosas del cuello uterino de gran malignidad.

Es una infección muy común que se transmite por contacto sexual, con alta prevalencia (el 80 % de la población se infectará en algún momento de la vida con las relaciones sexuales), presentándose con más frecuencia en mujeres mayores de 30 años de edad. La mayoría de las personas se infectan poco después de iniciar su actividad sexual y más del 90 % consiguen eliminar la infección espontáneamente sin causar síntomas, pero infectando mientras la tienen a otras personas. Algunas pueden tener infecciones recurrentes y la infección persistente es la que puede causar dicho cáncer. Es de evolución lenta y antes de llegar a ser un cáncer pasa por distintas fases (displasias cervicales) que pueden ser detectadas mediante una citología (Test de Papanicolaou). En las mujeres con un sistema inmunitario normal, el cáncer de cuello uterino tarda en aparecer de 15 a 20 años, tiempo que se acorta cuando sufre un estado de inmunodepresión, como en el caso de las afectadas por el VIH.

Imagen victormeneses.com

El cáncer del cuello uterino se puede curar si se diagnostica en una etapa temprana y se trata con prontitud. La vacunación contra el virus del papiloma humano de mujeres (y hombres) adolescentes puede prevenir cerca del 70 % de los casos de cáncer de cuello uterino, y para evitar la infección del VPH es esencial el uso del preservativo. Por cierto, el VPH también puede producir un tipo de verrugas genitales conocidas como condilomas.

El Dr. Hinselmann murió de un infarto de miocardio en 1959 en Hamburgo, en su casa. No hay duda de la importancia del uso del colposcopio a la hora de detectar precozmente el cáncer de cérvix y es por eso que recibió distintas distinciones que así se lo reconocen. Fue investido doctor honoris por la Universidad de Río de Janeiro y propuesto a los Premios Nobel, algo que puede ser puesto en cuestión, pero, ¿tú qué opinas?

Para saber más:

Guía de Colposcopia de la AEPCC

Guía de prevención del cáncer de cérvix de la AEPCC

2 respuestas a “La historia trágica de la colposcopia”

  1. Avatar de bisílaba

    Y hoy ni nos preguntamos cómo ha llegado hasta hoy ese «aparatejo» que tan poco nos gusta a quienes nos sometemos a él cada año…
    Un saludo!

    1. Avatar de franciscojaviertostado

      Hola Bisílaba,
      y como este muchos otros artilugios que ya hemos adoptado en nuestro día a día. Eterno debate entre el progreso de las ciencias médicas y la ética.
      Saludos 😉

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