Hiroshima y Nagasaki son dos ciudades japonesas tristemente conocidas por los bombardeos que sufrieron durante la Segunda Guerra Mundial. Se ha escrito y publicado ingente cantidad de artículos acerca de este tema, pero pocos, muy pocos, informan de que otra ciudad cercana,Kokura, era el verdadero objetivo del bombardeo atómico.
Oppenheimer es reconocido como el “padre” de la bomba atómica. Dirigió el “Proyecto Manhattan”, desarrollado en secreto bajo la administración Truman por los Estados Unidos con la ayuda de británicos y canadienses, en Alamogordo, Nuevo México. El objetivo no fue otro que conseguir la bomba atómica antes que los alemanes, algo que se logró el 16 de julio de 1945, tras el primer ensayo nuclear.
El lanzamiento sobre Hiroshima
El siguiente paso no tardó mucho en darse. El 6 de agosto de ese mismo año, a las 8:15 h de la mañana, el Enola Gay, el bombardero B-29 pilotado por el Coronel Paul W. Tibbet y bautizado así por el nombre de su madre, dejó caer a Little Boy, la bomba de uranio de 3 metros de longitud y más de cuatro toneladas de peso. El responsable de apretar el botón de lanzamiento fue el Mayor Thomas Ferebee y solo tardó 44 segundos en hacer explosión desde que salió de la panza del bombardero.
Las consecuencias fueron devastadoras: murieron al menos 80 000 personas el mismo día de la detonación, y la mayoría de las víctimas iniciales sucumbieron a la onda expansiva, la energía térmica generada y la radiación ionizante inicial.
Los científicos pensaron erróneamente que el impacto de la radiación desaparecería en 20 años, aún hoy aparecen nuevas patologías relacionadas con la bomba atómica. Los casos de leucemia se incrementaron tan solo tres años después de la explosión, objetivándose un aumento de casos de cáncer de pulmón y estómago, así como de otras enfermedades secundarias a las altas dosis de radiación tanto a nivel renal, en forma de infartos cerebrales, alteraciones inmunológicas, incluso, problemas cardiovasculares y estrés postraumático.
Tras el lanzamiento, el Enola Gay aterrizó en Tinian, al norte de las Islas Marianas.
El lanzamiento sobre Nagasaki
Tres días después, el 9 de agosto, otro bombardero B-29 apodado “Bockscar” lanzó la “Fat man”, la segunda bomba –esta de plutonio-, de 3,25 metros de longitud y más de 4,5 toneladas de peso, terminando al instante con la vida de 70 000 personas. La guerra en el Pacífico terminó el 2 de septiembre de 1945, menos de un mes después de los fatídicos lanzamientos atómicos.
Kokura, una ciudad doblemente afortunada
Dije al principio que mucho se ha hablado de Hiroshima y Nagasaki y poco de una tercera ciudad cercana, Kokura, y es que el tiempo atmosférico de ese día acabó por ser determinante a la hora de librarla del ataque. Entre los planes del bombardeo se contemplaba que, si el cielo sobre Hiroshima estaba nublado, se lanzara la bomba “Little Boy” sobre Kokura. De hecho, no solo se libró del ataque en esta ocasión, sino que Kokura también fue el objetivo primario de la segunda bomba “Fat Man”, y también el tiempo atmosférico jugó a su favor ya que Kokura se encontraba cubierta de humo, producto de incendios causados por el bombardero ocurrido el día anterior en la ciudad de Yahata, y según las órdenes del mando la bomba debía lanzarse visualmente, sin ayuda del radar, por lo que el Mayor Charles Sweeney , que pilotaba el avión, decidió cambiar el objetivo a Nagasaki.
No sé a vosotros, pero a mí esto me da que pensar cómo, en ocasiones, nuestro destino y nuestras propias vidas puedan depender de factores ajenos a nosotros, incluso tan triviales como puede ser si el cielo se encuentra o no tapado por algunas nubes.
Para saber más:
Una foto poco afortunada Cienciahistorica.com
El terror radiactivo de Hiroshima y Nagasaki ABC ciencia
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