Del comerciante, explorador y cosmógrafo florentino Américo Vespucio, lo que más se conoce es que dio nombre al segundo continente más grande de la Tierra: «América». Lo cierto es que es uno de los personajes más controvertidos de la era de los descubrimientos y sus viajes han generado teorías de lo más diversas. Permitidme que en esta ocasión retrocedamos cinco siglos atrás, un tiempo en el que osados aventureros y grandes expediciones cambiaron la Historia de la humanidad.
En 1499, Cristóbal Colón fue llevado ante los reyes doña Isabel y don Fernando, quienes pusieron fin al monopolio de las navegaciones a las Indias y autorizaron los viajes para explorar las nuevas tierras descubiertas. Fue ese mismo año que zarpó el primer barco, capitaneado por Alonso de Ojeda, y entre sus tripulantes se encontraba Américo Vespucio, quien regresó a España con 14 perlas que le reportaron más de 1000 ducados.
Américo Vespucio (Amerigo Vespucci) tenía 38 años cuando Colón llegó por primera vez a las Indias Occidentales. Vivía en Sevilla donde se ocupaba de los negocios que allí tenía la influyente familia renacentista de los Médici en Florencia. No tenía estudios universitarios, aunque sí una buena formación en astronomía y geografía. Hacia 1506, se encargaba de organizar y proveer a las expediciones que se dirigían a las Indias desde la Casa de Contratación de la pujante ciudad hispalense. Dos años después, fue convocado por el rey Fernando II de Aragón «el Católico» a la Junta de Burgos, donde se reunieron navegantes y cosmógrafos como Juan de la Cosa, Juan Díaz de Solís y Yáñez Pinzón para retomar los planes de exploración del Nuevo Mundo.
El rey lo nombró «piloto mayor de Castilla» y fue responsable de los registros cartográficos, además de enseñar las habilidades de navegación y cosmografía en la escuela naval de Sevilla, algo que, por otra parte, no gustaba a los pilotos andaluces, que se sentían humillados por ser examinados por una persona con mucha más experiencia que ellos en navegación.
Sus viajes, sus obras
Algunos historiadores le atribuyen hasta seis viajes transoceánicos, mientras que otros mencionan solo dos, los cuales están bien documentados: el de la quinta expedición europea a las costas de Brasil y el viaje al que hice referencia anteriormente, con la nave capitaneada por Alonso Ojeda junto al piloto y cartógrafo Juan de la Cosa en 1499, cuando visitaron la actual Venezuela. Encontramos la primera gran controversia sobre sus viajes en la narración que hace el propio Vespucio en la Carta a Soderini donde afirma que llegó a tierra y reconoció el Nuevo Mundo como un continente en 1497, un año antes que Cristóbal Colón, quien llegó cinco años antes pero solo a las islas, no al continente. Así pues, aunque no hay otros documentos que lo certifiquen, Vespucio se considera el primer europeo en pisar tierra firme. Sin embargo, se cree que la mayoría de los relatos que describe en este documento son imaginarios.
En su otra obra, Mundus Novus, publicada hacia 1503, relata el viaje que hizo en naves portuguesas. Se trata de una carta dirigida a Lorenzo di Pierfrancesco de Médici, antiguo patrón suyo, y se cree que es una recopilación adornada de otras cartas de Vespucio. Con datos que invitan a la confusión, relata, al igual que en su otro escrito, que las costas exploradas corresponden a un continente, pero dice que está más poblado y con más animales que cualquier otro continente. Se muestra como salvador de la expedición gracias a sus conocimientos de cosmografía y trata a los pilotos portugueses de incompetentes. Muestra a los indígenas como lascivos y lujuriosos, algunos caníbales, como el caso de uno que afirmó comerse 300 cadáveres, y longevos, viviendo hasta los 150 años. Podemos imaginar el impacto que tuvo en la sociedad del momento, pues se convirtió en todo un best seller que se tradujo a diversos idiomas.
La «América» de Américo
Cuando estos escritos llegaron a la institución académica religiosa en Saint-Dié-des-Vosges, Francia, los geógrafos allí reunidos publicaron el 25 de abril de 1507 Cosmographiae Introductio. Puede que fuera escrito por Matthias Ringmann y se acompañó de un mapa del mundo firmado por el cartógrafo Martin Waldseemüller mientras trabajaba para el noble francés Renato II de Lorean. Tanto en el mapa como en el capítulo IX del escrito, vemos por primera vez el nombre de América en referencia al nuevo continente. Este nombre femenino, al igual que en el resto de continentes conocidos (Europa, Asia y África), se propuso en honor a Américo Vespucio. Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre quién propuso el nombre, si Ringmann o Waldseemüller. Por otra parte, en 1507, Ringmann desconocía que Colón había llegado al Nuevo Mundo antes que Vespucio, ya que las noticias en aquellos tiempos tardaban años en difundirse.
Waldseemüller dejó de utilizar el nombre de América en sus mapas tras conocer la noticia de que fue un tal Cristóbal Colón el primero en avistar el nuevo continente, aunque su obra de 1507 tuvo tanta repercusión que el nombre de «América» fue copiado por otros cartógrafos. Para desgracia de Américo Vespucio nunca llegó a saber que pondrían nombre al continente.
Para terminar, otra curiosidad. En la imagen de abajo podéis ver un globo terráqueo. Se trata del primero del que se tiene constancia, diseñado por Martin Behaim en Núremberg en 1492, basándose en los mapas de Ptolomeo y en los libros de viajes de Marco Polo.
Información basada en el artículo publicado en bbvaopenmind.com por Javier Yanes.
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