
«Escribir más que el Tostado»
Existe una no muy conocida expresión castellana utilizada desde el siglo XV con la que hacemos referencia «de alguien que trabaja más de lo normal o para indicar que una persona sabe mucho». Supongo que lo primero que os llamará la atención es la coincidencia del nombre con quien os escribe. No, no era yo (a menos que tuviera más de 500 años y no soy tan viejo) pero fue un personaje ilustre considerado como el máximo prodigio intelectual de su tiempo, una de las personas más sabias en la España de Juan II de Castilla.

Su nombre, Alonso Fernández de Madrigal (1410-1455), conocido también como «el Tostado» o «el Abulense» por ser originario de Ávila (España). Hijo de Alfonso Tostado e Isabel de Ribera, estudió en Salamanca y fue un prolífico escritor además de clérigo y Obispo de Ávila. Tuvo una memoria prodigiosa, reteniendo todo lo que leía y capaz de recitar de memoria toda la Summa Teológica de Santo Tomás de Aquino. Con tan solo 25 años adquirió todos los conocimientos de su tiempo y enseñó Filosofía, Derecho y Teología en la Universidad de Salamanca. Consejero del padre de Isabel la Católica, Juan II, fue nombrado canciller mayor y abad de la Colegiata de Valladolid siendo nombrado Obispo de Ávila en sus últimos años de vida.
Todos los que le escuchaban quedaban maravillados y su nombre adquirió fama universal. Ocupó el cargo de Maestrescuela de la Catedral de Salamanca a instancias del papa Eugenio IV y su obra llegó a ocupar quince grandes volúmenes publicados entre 1507 y 1530, la mayor parte comentarios en latín de la Biblia, además de numerosos libros. Su saber despertó numerosas envidias y se le acusó de hereje debiendo acudir a Roma, donde se enfrentó al temido Juan de Torquemada saliendo airoso del desafío.
Contaba solo 40 años (algunos dicen que 55 años) cuando murió, y su tumba la encontramos en la catedral de Ávila, en un suntuoso sepulcro obra de Vasco de la Zarza (1511). Así reza su epitafio:
Éste es el asombro del mundo, que se aplicó a todo conocimiento (que se puede saber).

Paseando entre el casco histórico de Salamanca hay una pequeñita pero muy agradable calle con su nombre, la calle Tostado, que une las dos catedrales de la ciudad con el convento dominico de San Esteban. Que mi primer apellido y mis antepasados sean de Salamanca, población muy cercana a Ávila y el hecho de que en mi familia siempre se dijera que tenía un antepasado obispo, me hace preguntar… ¿sería Alonso Tostado un ascendiente mio? No sé, puede que sí, puede que no, pero aunque a mí también me gusta escribir por desgracia no heredé su memoria. Por cierto, de qué estabamos hablando. 😉
Para saber más:
Links fotos:
Para nosotros tu eres el «Tostado» de la expresión, el que escribe mas que nadie y tan buenos artículos.!
Hola Mónica,
¡ja, ja, ja! te agradezco lo que me dices pero insisto, ni tengo su memoria ni su sabiduría. No me malinterpretéis con el artículo, nada más lejos de mi intención. Quise compartir con todos vosotros esta curiosidad histórica que siempre sentí tan cercana.
Un abrazo.
Hola Francisco
Pues yo no lo dudaría, » de casta le viene al galgo» no??, muy interesante y para mi, desconocida historia. Gracias por la enseñanza de hoy y feliz finde. Abrazos.
Hola Maribel,
gracias a ti. Como le decía a Mónica me apetecía mucho compartirlo con todos además de dar a conocer un personaje histórico quizás no tan conocido.
Otro abrazo
Félices 300 posts Francisco y felices estaremos todos nosotros de leer los 300 que vengan y muchos más. Hemos aprendido contigo un montón de cosas. Gracias de corazón. Un fuerte abrazo.
Hola EVE,
el primero que aprende cosas soy yo preparando artículos y leyendo los comentarios. Desde que me embarqué en esto del blog, hace poco más de año y medio, nunca pensé que me engancharía tanto con él y esto se debe en parte a toda la gente que forma la comunidad.
Otro gran abrazo.
Felicidades, Fco. Javier, un gran homenaje a quien dedicó su prolífica y breve vida al estudio en el más estricto retiro y soledad. Torquemada, el matador de judíos, quiso cargárselo pero la fama de Alonso Tostado, de hombre bueno, noble y de extrema educación le precedía en toda España y en en muchas partes del mundo. El temible inquisidor del Santo Oficio se dio cuenta rápidamente que era como escupir al viento… al viento de la Filosofía Moral que comenzaba a soplar en Castilla y en Europa. Puedes estar orgulloso de tu blog.
Como te dije en alguna ocasión, es inmejorable
Hola Al,
tengo en mente preparar algún artículo sobre la Inquisición y concretamente sobre la figura de Torquemada pero hay tanto de qué hablar. Te agradezco de veras tus palabras y estoy encantado de contar contigo.
Un abrazo
Wow! que personaje! a mi también me hubiese gustado heredar algunas de sus cualidades. De casta le viene al galgo Francisco, y no me extrañaría que fueses su descendiente, pues el dicho te pega muy bien si lo adaptamos a «sabe lo mismo que el Tostado»…;) y lo demuestras semana a semana con tus interesantes escritos.
Enhorabuena por tan importante hito! 330 artículos no los escribe cualquiera, y menos en este ambiente tan competitivo como la blogosfera. Espero tengamos la suerte de celebrar los 500 muy pronto, y luego los mil. Hasta Alonso Fernández de Madrigal estaría impresionado.
Felicidades y un fuerte abrazo!
Hola Jesús,
no te voy a ocultar que no me gustara ser descendiente de este personaje. Creo que si realmente fuera así, sería una pasada conocer a alguien de tu familia con cinco siglos de antigüedad.
No conozco la catedral de Ávila pero la próxima vez que acuda entraré y buscaré su sepulcro (que por cierto es magnífico) y lo miraré a los ojos. No sé, quizás no seamos parientes, probablemente no lo sabré nunca, pero que bonito es soñar.
Por cierto, no merezco tu halago, ni sé ni soy obispo. Bueno quizás si tengo algo de él, ¡su tozudez!. ¡Ja, ja, ja!
Abrazos
Doctor me alegra comprobar, que con su avanzada edad, sigue escribiendo como antaño . Un abrazo
Hola Don Manuel,
sí, los años pesan y me empieza a costar ver las teclas del ordenador (porque escribir con bolígrafo ya ni me acuerdo). Pero debo reconocerte que no tengo 500 años, solo cuarenta y… pico. 😉
Un saludo quijotesco
Pues no se si eres descendiente de él, pero desde ahora yo lo aseguro… tienes «rollo» para todo y para años!!!!!… Por cierto, mis apellidos no tienen nada que ver, pero mis abuelos y sus ascentros -linea mate4rn- eran de Salamanca y Ávila…¿¿¿…???
Sería cosa de buscar, de momento y ya hace años, un primo mio, estuvo buscando y tengo los nombres más o menos desde unos 200 años atrás.
Un abrazo, quizás de medio parientes…jajaja
Hola Rosa,
esto del árbol genealógico es algo que llama mucho la atención, ¿no crees?. Saber cómo eran nuestros antepasados, quiénes eran, qué hacían, dónde vivían… puede que en más de una ocasión nos encontráramos con más de una sorpresa.
Otro abrazo… parienta.
¡Enhorabuena por esas trescientas entradas! Tu antepasado «el Tostado» (seguro que lo fue …) estará bien orgulloso de tu saber y capacidad para transmitirlo que, muchas veces, es lo más difícil. Un saludo
Hola Raúl,
eso es mucho suponer porque por lo que he podido indagar no le llegaría ni a la suela del zapato, y además puedo asegurarte sin temor a equivocarme que no sé mucho más que alguno de los que aquí comentan. 😉
Saludos.
Hola. Increíble «el Tostado», un personaje único. Por cierto, Francisco, creo que a ti también te corresponde la expresión de «escribir másque el Tostado», pues semana tras semana publicas nuevos e interesantes artículos en tu blog. Escribir y conseguir que tus textos sean leídos por los demás y, como es tu caso, por miles de personas, no es algo fácil. No sé si soy un romántico de la Historia, pero posiblemente el personaje que hoy nos presentas pertenezca a tu familia ancestral. Yo te animaría a que hicieras tu árbol genealógico, te aseguro que es algo apasionante.
Un abrazo.
Hola Héctor,
en lo del árbol genealógico me consta que hablas con conocimiento de causa pues el tuyo es uno de los más elaborados e investigados que conozco. Si mal no recuerdo conseguiste descubrir antepasados tuyos que se remontan al siglo XVI-XVII. Una manera apasionante de reconstruir ese trocito de historia.
Otro abrazo para ti.
Me extraña que pudiendo haber sacado a unos cuantos espartanos para el número 300 hayas optado por tu tocayo. Que por cierto todavía tiene una calle en Ávila. Y un bar, donde ponen gin-tonic finos finos.
Hola criticoabulico,
… la familia tira ¡ja, ja, ja! Fuera bromas, no sabía que en Ávila existiera esa calle y … ¡un bar! Me lo apunto, cuando vuelva a ir buscaré la calle y el bar, donde me beberé ese gin-tonic que me recomiendas a tu salud. 😉
Un saludo
Yo no lo he probado, que soy de tercios de cerveza y de bares menos elegantes. Pero oye, ahí al lado de la catedral te lo encuentras.
Felicidades Francisco Javier. Espero otros 300 más y otros 300 …..es que enganchan.
Sobre el personaje de hoy, habia oido algo sobre él, pero hoy después de leerte,lo pongo en su sitio, el que le corresponde: un «adelantado».
Un saludo
Antonio
Hola Antonio,
pues agradecido de que sigas enganchado al blog, de verdad. El de hoy no es un personaje tan famoso como puedan serlo otros pero quitando la coincidencia de mi apellido con él, tiene y se merece su lugar en la Historia.
Saludos.
Enhorabuena por tus trescietos ( y mas a los que te seguimos por la suerte que tenemos ) De tu antepasado ( no tengo dudas) ni había oido hablar , pero tu entrada me ha encantado. Gracias por rstar ahí
Hola Maite,
estoy verdaderamente emocionado por todas vuestras muestras de apoyo. Con gente como vosotr@s, cómo no seguir publicando.
Saludos
Tostado. ¿ Pero quién es ? ¿ Cómo es ? Me preguntaba, hasta que conocí a JF, su tocayo, escribiendo relatos históricos de personajes codeándose con la nobleza y a las altas esferas. Y, ustedes ¿ no lo conocieron desde antes ? Bueno, ¿ quién podría ser ? Que pase dijo Torquemada. ¡ Qué elevado conocimiento ! Su sepulcro es copia fiel de sus acompañantes de la época. Algunos, por pura envidia, decían que era un intruso que los llevaría a una zona prohibida, por tan elevados conocimientos, despertando curiosidad o tal vez repugnancia; razón por la cual fue llamado para dar cuenta de sus herejías. Claro, su conocimiento bíblico lo salvó y encantó, maravillados, a sus seguidores incondicionales. Eso si, Tostado, el histórico, era un joven cuya conducta se fundaba en su porte, elegante, nada antipático. Ojos soñadores y pelo «envaselinado», sin entradas en la frente. Gustaba a las damas, sorprendía a los caballeros. Su conducta parecía fundarse en dura roca o en húmedos pantanos… pero a nadie importaba en qué se fundaba. Fue aceptado con sonrisas y agrado. Se metió, sin mayor compromiso, en sus ropas y, en las demás, como un sabio que fue. Gracias FJ, este otoño trae de todo, hasta chubascos de grandeza. Un abrazo, con mucho linaje.
Hola Marimbeta,
su sepulcro es bellísimo. El conjunto escultórico es rico en detalles tan magníficamente trabajados que se hace difícil pensar que no se conozca ni se mencione más. Sin duda, Alonso debió dejar huella para merecerse un lugar de reposo así, y el epitafio deberían cambiarlo por uno acorde a su belleza: tu comentario.
Otro abrazo, no se si con linaje o no, pero otro abrazo sincero.
¡Brindo por esos 300 pasados y por los que vendrán! Y ya que estamos en tren de copas, también por tu tocayo. 😉
Un abrazo, FJ. Haces que la Historia sea un paseo agradable.
Hola Verónica,
recojo el brindis y te lo devuelvo con alegria.
Otro abrazo y mil gracias.
Mis felicitaciones, por los 300 y por el acierto en la elección del momento para presentar a este pariente ilustre.
Un abrazo
Hola grojol,
ha sido un post especial para mí, tanto si realmente era un pariente como si no. Ilustre, sin duda, lo fue.
Abrazos.
Tostado, Salamanca y un hito, todo en uno. Enhorabuena, Francisco javier
Hola Enrique,
Salamanca… estoy enamorado de ella.
Un abrazo salmantino.
Felicidades por tus trescientos. Te sigo, te leo gracias por este blog como dice Antonio «es que enganchan»
Un abrazo
Hola Rosa,
como le decía a Antonio y a Maite, estoy abrumado. De verdad, una verdadera satisfacción, creo que hoy he engordado cinco kilos (¡jope, con lo que cuesta perderlos!)
Abrazos.
Felicidades por tu post 300, en cuanto al tema, creo que sí fue tu ascendiente, dicen que «de casta le viene al galgo» ¿no?
Hola Silvia,
insisto, en lo de la tozudez, seguro. Los Tostado somos así, viene de casta. ¡Ja, ja, ja!
Un beso
Reblogueó esto en ale.
¡Enhorabuena por esas 300 entradas…!
Seguro que, por nombre y por cercanía, algo tendéis que ver… Necesitamos una entrada tuya con las ramas familiares, seguro que en alguna de sus hojas aparece ese Tostado. Que también se os podría llamar «los bien hechos…» o «En su punto» pues ni crudos ni quemados, pues sois los muy bien Tostados…
Un abrazo
Hola Juan Ignacio,
bueno, como se suele decir, los extremos nunca son buenos. Mientras esté en su punto… ¡Ja, ja, ja!
Abrazos
Indudablemente estimado Francisco Javier Tostado, ha heredado usted de su ancestro la sabiduría y el buen escribir, como lo demuestran todas sus versadas notas. Aprovecho, para agradecerle por todo lo que me hace conocer de la historia Universal. Un abrazo cordial.
Hola Rubén,
soy yo quien te está agradecido por seguir el blog. No obstante, insisto, solo soy un simple aficionado a la Historia al que le gusta escribir sobre ella.
Otro gran abrazo.
Cada día me sorprendes con tus entradas y conocimientos, por eso te he nominado para el premio http://felicitasrebaqueblog.wordpress.com/2014/10/17/premio-mental-paradise-con-transfondo-poetico/
Alguien puede pensar que tu blog no tiene contenido poético, pero creo que la poesía abastece el transfondo de cualquier vicencia y en la forma que narras tus crónicas, yo descubro la melodía y el ritmo de la palabra. Un abrazo
Hola Felicitas,
pues espero poder seguir «sorprendiéndote» durante mucho tiempo ¡ja, ja, ja! Gracias por la nominación y por encontrar ese «algo más» poético en mis artículos. Por cierto, permíteme recomendar desde aquí tu blog «Entre la soledad y el aplauso» en el que invitas a reflexionar con tu propia descripción: Soy un reflejo de mis historias, si no escribiera sería una sombra de mí misma. Ojalá todos dejáramos en el mundo esa pequeña huella de nosotros mismos.
Un abrazo
Happy 300, Francisco! I know I haven’t commented, but want you to know I always find your posts interesting and, as someone else already commented, engaging.
Hi Robin,
I really appreciate you to leave me a comment and is a pleasure to have you for this blog.
A greeting
Que bueno por los 300 post Francisco. Yo también envidiaría a una mente tan prodigiosa, excelente tema.
Abrazos.
Hola Alejandra,
bueno, en realidad las cifras son solo eso, cifras. Lo realmente importante es que algo que comencé sin saber bien dónde me metía se ha convertido en algo que merece la pena continuar, y esto se debe solo a todos vosotros. Otro abrazo.
Felicidades por éste y todos los posts anteriores. Felicidades igualmente a tu ilustre, posible y prolífico ascendente. Un abrazo.
Hola Jordi,
no sé si realmente lo será (por apellido y zona geográfica podría) pero el solo hecho de ser posible me ilusiona. Creo que en el futuro será una cosa que investigaré en más profundidad.
Abrazos
Sabes que pienso que los premios son como los abrazos, así que quiero que sepas que te dejo un premio muy merecido, que viene de lejos, de la capital más al sur de América del Sur, de Montevideo.
Mentalparadise Blog Friends Award.
Así, que Dr Franciso Tostado, ha sido un placer conocerte y en éste momento te estoy dando un largo abrazo.
Hola Stella,
qué mejor premio que ese abrazo. Lo recibo con sumo gusto y te lo devuelvo multiplicado con un beso.
😉
Interesante, creo recordar que lo de «estar en capilla» también viene de la universidad de Salamanca ¿no¿
Abrazos campeón.
Hola Dess,
tienes toda la razón. Proviene de una tradición de los antiguos doctorandos de la Universidad de Salamanca. El día antes de defender su tesis ante el temido tribunal, se encerraban un día en la capilla de Santa Bárbara (en la vieja catedral) para que el Espíritu Santo les «iluminara». Creo, aunque no lo sé seguro, que en la actualidad es tradición que los estudiantes apoyen sus pies en la estatua que yace en ella, buscando esa inspiración (o suerte, según como se mire). Hay otra versión de la expresión que la vincula a Felipe II al ordenar que los condenados a muerte debían pasar la noche anterior en una capilla para confesarse y comulgar. Personalmente, me quedo con la primera.
Un abrazo (te echábamos en falta).
No te ha dado por hacerte un árbol genealógico? De algún sitio tiene que venir tu apellido… lo dejo caer…
Hola Annick,
¿y a quién no? Pero resultaría un trabajo ingente y probablemente no lograría pasar más de allá de dos generaciones en el tiempo. Que conste que es más mi ilusión de pensar que «el Abulense» pudiera ser un ascendiente mío que no que lo sea en realidad. Quien sabe… 😉
Saludos