![Júpiter y olimpia](https://franciscojaviertostado.com/wp-content/uploads/2015/07/jupiter-and-olympia-1178.jpg)
Casandro, con la ayuda de Antígono, tomó el control de casi toda Grecia. En un intento por expulsar al invasor, Olimpia partió hacia Macedonia con un ejército que le aseguró la victoria. Ordenó la ejecución del hermano de Casandro, Nicanor, junto con cien nobles macedonios. Sin embargo, era considerada una extranjera en Macedonia y no logró obtener el apoyo necesario. Casandro vio la oportunidad de deshacerse de ella incitando al pueblo a la revuelta y buscando apoyo entre los parientes disgustados de la esposa de Felipe III Arrideo, al no conseguir el apoyo de los soldados macedonios que no se atrevieron a asesinar a la madre del gran Alejandro. Esto le permitió condenarla a muerte por lapidación en el año 315 a.C. Olimpia no gritó ni suplicó clemencia. Mientras enfrentaba el monte Olimpo, cerró sus ojos para no volverlos a abrir, contemplando las tranquilas aguas del Mar Mediterráneo que nunca cruzaría en vida para ver a su amado hijo.
Olimpia de Epiro es conocida por ser la esposa principal del rey Filipo II de Macedonia y la madre de Alejandro Magno. Nació en el año 375 a.C. y era hija del rey de Epiro, en el noroeste de la Grecia actual. Según Plutarco, fue en la isla de Samotracia, cerca de Anfípolis, donde Filipo la vio por primera vez. En ese momento, él solo tenía veinte años y Olimpia quince, y al instante se enamoró de ella por su «belleza, presencia y gran carisma». Cabe destacar que Filipo era muy enamoradizo y que se había casado en varias ocasiones antes de este encuentro, reflejando la práctica habitual de la poligamia en la corte macedónica, que se utilizaba políticamente para consolidar alianzas. Filipo II acababa de tomar posesión de Anfípolis, rica en minas de oro que eran esenciales para su política de unificar el mundo helénico bajo su poder.
Nos ha llegado una representación muy distorsionada de la verdadera personalidad de Olimpia. En muchas ocasiones, los datos que poseemos sobre ella son leyendas difundidas por sus enemigos, en especial Casandro. Neurótica, violenta, supersticiosa… son adjetivos comúnmente utilizados para describirla. Sin embargo, quizás sería pertinente empatizar con su perspectiva. Olimpia fue la madre de Alejandro Magno y contribuyó de manera significativa a su ascenso al trono de Macedonia. ¿Hasta qué punto estaría dispuesta una madre a sacrificarse por su hijo? Fue una de las primeras reinas helenísticas que ejerció influencia en la política desde su posición, aprovechando su situación, aunque eventualmente sufrió las consecuencias de sus decisiones.
Pero Olimpia en realidad sería simplemente el título que se le otorgaría en su honor tras la victoria de Filipo en los Juegos Olímpicos (ocurrida al mismo tiempo que el nacimiento de su hijo Alejandro). Antes de su matrimonio, se la conocía como Políxena (por la hija de Príamo), y al unirse en matrimonio con Filipo, adoptó el nombre de Myrtale como parte de su iniciación en los misterios. Con el paso del tiempo, cambió nuevamente su nombre a Estratonice en conmemoración de la victoria lograda al defender a su nieto Alejandro IV contra su rival Eurídice (aliada de los sucesores de Casandro). A pesar de los cambios de nombre, Olimpia seguirá siendo siempre Olimpia.
![Mapa del reino de Filipo II](https://franciscojaviertostado.com/wp-content/uploads/2015/07/749px-map_macedonia_336_bc-es-svg.png)
El matrimonio de Olimpia con Filipo aseguraba una relación armoniosa entre los países vecinos y la consolidaba como la reina más influyente del país balcánico. Sus dos hijos, Alejandro y Cleopatra, recibirían educación junto a los demás hijos del rey. A temprana edad, el «gran» Alejandro fue informado por su madre de que Filipo no era su padre. Resulta curioso que, en una época sin privacidad, no se mencionara el posible «amante» de Olimpia. Plutarco nos revela la fascinación de Olimpia por las serpientes domesticadas y sus alucinaciones autoinducidas. El historiador también describe cómo, la noche anterior a su matrimonio, Olimpia soñó que un rayo caía sobre su vientre, encendiendo un fuego. Estas prácticas eran comunes entre las mujeres epirotas, quienes se entregaban a rituales orgiásticos y cultos tracios primitivos. Fuentes históricas indican que Alejandro no dudaba de su posible origen sobrenatural, algo que tampoco pasó desapercibido para Filipo, quien la repudió en el año 337 a.C., exiliándola en Epiro.
Muchos han considerado a Olimpia como la responsable del asesinato de Filipo, ya que fue apartada de su posición de reina y su hijo Alejandro fue nombrado heredero oficial después de la batalla de Queronea. Sin embargo, es crucial recordar que el rey macedonio contaba con numerosos enemigos que deseaban su muerte. En el momento del asesinato, Olimpia no se encontraba en Macedonia y regresó solo después de enterarse de la muerte de Filipo, aunque no ocultó su satisfacción por la nueva situación. Según el historiador Justino, Olimpia habría ordenado el asesinato de la última esposa de Filipo y su hijo, un acto que incluso Alejandro reprochó a pesar de haber ordenado el asesinato de todos los miembros de la familia antes de regresar a Asia.
Entonces ocurrió un evento tan inesperado como trascendental, la muerte de Alejandro Magno. Este suceso comprometió a la reina, pero tomó una decisión que no se le puede reprochar: apoyar a su nieto Alejandro IV, o en su defecto, buscar un esposo para su hija Cleopatra que fuera digno del trono.
![Restes del teatre on va ser assassinat Filip II, a l'actual ciutat de Vergina.](https://franciscojaviertostado.com/wp-content/uploads/2015/07/800px-filip_teatre_assassinat.png)
Puede que su imagen de princesa vengativa se haya formado a raíz de su persecución hacia la viuda de Filipo, lo que justificaría sus motivos. Emitió la orden de ejecutar a la viuda, al hijo pequeño y a sus enemigos en las luchas sucesorias, Filipo III y Eurícide, tras el fallecimiento de Alejandro Magno. Sin embargo, aunque es responsable de estos actos, no se ha comprobado que ordenara sus asesinatos con la crueldad que se le atribuye.
Olimpia, la madre de un dios, puede que no haya sido más violenta y neurótica que cualquier otro rey o reina de su tiempo.
Para saber más:
Identifican los restos de Filipo II de Macedonia
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