Burgos, Sevilla, Salamanca, Toledo… todas tienen su propia catedral, cada una más bella y magnífica que la anterior. A pesar de mis lazos familiares con la Catedral de Salamanca, debo reconocer que la Catedral Primada de Toledo alberga los coros y asientos más impresionantes entre todas las catedrales de Europa.
La influencia árabe en la ciudad de Toledo provocó que la construcción de su catedral se llevara a cabo en un período posterior al de otras ciudades. Asimismo, en su elaboración, podemos apreciar la influencia de los distintos contextos artísticos, religiosos, políticos y sociales de aquel momento.
Durante la época medieval, la arquitectura gótica, reconocida por sus arcos apuntados y bóvedas nervadas, se erigió como el estilo predominante. La construcción de catedrales prevaleció sobre cualquier otra edificación, evidenciando su suprema importancia en las ciudades. Estas imponentes estructuras fueron concebidas para perdurar indefinidamente, empleando materiales que simbolizaban la naturaleza eterna de la morada de Dios. Dentro de estas catedrales, el Coro ocupaba una posición destacada, a menudo cerrado por un muro y una reja frente al Altar Mayor.
El Coro de la Catedral de Toledo fue destinado a servir como alojamiento para el Clero Catedralicio. En el centro, se erigía un atril de águila que se remonta al año 1425, mientras que presidiendo el altar se encontraba una hermosa y delicada escultura gótica francesa del siglo XIV conocida como la «Virgen Blanca». La reja del coro, elaborada entre 1541 y 1548, fue obra de Domingo de Céspedes. A ambos lados de la reja se encuentran dos atriles de 1570, creados por Nicolás de Vergara «el Viejo» y su hijo.
La sillería baja
El coro de la catedral de Toledo presenta una destacada sillería alta y baja, ambas impresionantes, que representan temas de índole religiosa y profana con un marcado carácter moralizante a través de fábulas, bestiarios, mitos e historia. En el siglo XV, maestros flamencos y renanos fueron atraídos a España tras la culminación de la Reconquista, motivados por la riqueza de las diócesis y la libertad en su labor, lo que resultó en que la mayoría de las sillerías del coro gótico tardío castellano fueran elaboradas por artistas del sur de los Países Bajos. La notable influencia de estos maestros se refleja claramente en estas obras.
El Cardenal Mendoza, considerado «el tercer rey de España» después de los Reyes Católicos y enterrado en la capilla mayor de la catedral, encargó la tarea al estimado tallista Rodrigo Alemán, probablemente de origen renano. Este último llegó a Castilla en 1489 y completó el trabajo en 1495, siendo el tema principal la Guerra de Granada.
La sillería alta
Se creó durante el Renacimiento a partir de 1539, con una estructura de arquería sostenida por columnas de alabastro. Los temas profanos fueron eliminados, siendo reemplazados por figuras y santos bíblicos. El lado izquierdo fue realizado por el renombrado escultor y tallista borgoñón radicado en España, Felipe Bigarny, quien también participó en obras en toda la Corona de Castilla, llegando a dirigir varios talleres simultáneamente. Por otro lado, la parte derecha fue obra de Alonso Berruguete, hijo del pintor Pedro Berruguete, y junto a Bigarny, una de las figuras representativas de la escultura española del Renacimiento. Esta sección presenta figuras magistralmente esculpidas de Eva, Moisés y otros personajes del Antiguo y Nuevo Testamento, trabajadas con tal destreza que parecen cobrar vida. Berruguete también completó la magnífica silla arzobispal que se puede apreciar en la imagen adjunta, la cual fue iniciada por Bigarny y que la muerte le impidió finalizar.
En el coro, se pueden apreciar hermosos relieves de mármol y escenas que representan a caballeros y tritones en su base, obra de destacados artistas como Pedro de Frías, Francisco Giralte e Isidro Villoldo.
Te invito a ampliar las imágenes adjuntas para apreciar sus detalles exquisitos, y por supuesto, a visitar la ciudad de Toledo, una de las más hermosas e históricas del mundo.
Para saber más
Litografía de la sillería en el Museo del Prado
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