No penséis que hablaré del conocido grupo musical sino del pintor, en concreto de un día de su vida, un episodio famoso en la historia del arte que ha sido estudiado desde puntos de vista muy diversos como la psiquiatría, toxicología, neurología, otorrinolaringología e incluso la biología molecular. Sus trastornos psiquiátricos y el hecho de que sus cuadros sean los más cotizados del mundo hacen de él uno de los personajes históricos del arte pictórico más interesantes.
Pintó cerca de 900 cuadros, de ellos 27 autorretratos, y murió joven, a la edad de 37 años, pensando que era un fracasado. Motivos tenía para ello porque solo vendió en vida… ¡un cuadro! Y su pasión por pintar no comenzaría tempranamente sino que contaba 27 años, en los que en sus últimos dos años y medio realizaría más de la mitad de su producción.
Sus alteraciones emocionales y el trastorno de la personalidad que presentaba tenían probablemente un origen psiquiátrico, pero tampoco pueden descartarse otras causas como la toxicológica (el alcohol o por la pintura y solventes) o incluso una enfermedad neurológica, epilepsia del lóbulo temporal o la enfermedad de Ménière, o incluso la porfiria aguda intermitente que podría ser origen de sus episodios de creatividad. Con 20 años intentó suicidarse tras una grave depresión y su “extraña” conducta –alucinaciones y ataques psicóticos- hizo pensar a sus padres que se trataba de “un caso perdido de la sociedad”. Su aislamiento le hizo ver que lo que quería hacer en realidad era pintar.
Los primeros síntomas de su enfermedad aparecerían con 35 años, estando siempre protegido por su hermano mayor, Theo, que vigilaba y pagaba los gastos de su enfermedad. Fue él quien le indicó que viviera en una población que le sosegara y no le estresara, la ciudad del sur de Francia de Arlés, en la “casa amarilla”.
Y es entonces cuando aparece Paul Gauguin, amigo del pintor, que le haría compañía por recomendación de Theo, pero lejos de apaciguarle ocurrió todo lo contrario. Aunque los dos artistas eran amigos sus diferencias personales junto con el fuerte carácter de ambos haría que en nueve semanas la convivencia explotara, dando lugar a diferentes versiones de lo ocurrido esa tarde del 23 de diciembre. Según cuenta Gaughin en sus memorias, publicadas en 1903, su amigo saltó en cólera persiguiéndole y amenazándole tras enterarse de que le quería abandonar (algunos advierten de que van Gogh estaba también disgustado tras enterarse de que su hermano Theo se iba a casar) y esta es la versión oficial que da el Museo Van Gogh de Ámsterdam.
Tras el estudio realizado en 2009 por los académicos alemanes Hans Kaufmann y Rita Wildegans parece que lo más creíble es que Gauguin sería quien hirió a su amigo con un sable en la disputa que mantuvieron (Gaughin era maestro de esgrima) y que el propio van Gogh terminaría después por recortar su propia oreja. Van Gogh no habría dicho nada para proteger a su amigo y la precipitada marcha posterior de Gaughin a París fuera debida a su mala conciencia.
El pintor envolvió la porción de oreja mutilada en un paño (¿periódico?) y se dirigió a un burdel de la ciudad, como “regalo” para Rachel, una prostituta. Al día siguiente la policía lo encontró inconsciente siendo trasladado al hospital Hôtel-Dieu de Arlés, sin recordar nada de lo que había sucedido.
Se supone que fue una amputación parcial de la oreja izquierda a nivel del lóbulo inferior, cortante, oblicua de arriba hacia abajo, pero no disponemos en realidad de suficientes datos que determinen el tipo de amputación auricular, aunque si viviera en nuestros días seguro que se le hubieran podido reconstruir con alguna de las modernas técnicas de cirugía plástica (intervenciones que ya se mencionan en escritos de la India del siglo V a. C.)
Los problemas psiquiátricos de van Gogh se intensificarían hasta el punto de ser recluido en centros mentales de forma voluntaria. Es allí donde pintaría alguna de sus obras maestras como el Jarrón con lirios y La noche estrellada.
Con el tiempo Paul Gauguin se trasladaría a Tahití, donde pintaría alguna de sus obras más famosas, y van Gogh moriría siete meses después del suceso, el 29 de julio de 1890, tras dispararse en el pecho con un revólver dos días antes, aunque este suceso de su vida también se pone en duda al pensar que se trató de un asesinato.
… y es que a pesar de ser amigos, van Gogh apreciaba a Gauguin más de lo que a Gauguin le gustaba él.
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