Tiene el mérito de haber escrito Gynaikeia, el trabajo más importante de la época sobre las enfermedades de la mujer, un libro revolucionario por el que se le consideraría el padre de la obstetricia y la ginecología. Pero también escribió sobre cirugía, medicina interna, embriología y una biografía sobre Hipócrates.
Nació en Asia Menor, en la ciudad de Éfeso, a finales del siglo I d. C. Se conocen pocos datos de su vida, aunque se piensa que estudió en Alejandría. Practicó la medicina en la Roma de los emperadores Trajano y Adriano, y fue miembro de la corriente Metodista -la tercera en importancia tras la Dogmática y la Empírica- fundada por Themison de Laodicea, cuyos discípulos buscaban métodos que facilitasen el aprendizaje de la medicina.
Su libro
Se conserva en parte, pero se puede apreciar su calidad En él habla de las comadronas de las cualidades que debía tener:
Las clasificó en buenas (muchas) y las mejores (muy pocas), siendo estas últimas versadas tanto en la práctica como en la teoría.
Describe los genitales femeninos con gran exactitud para aquellos tiempos, claro. Aconseja sobre su higiene íntima, la menstruación, las funciones sexuales así como la fisiología del parto y las posiciones que podía presentar el feto en el mismo, incluso se atreve a contradecir a Hipócrates cuando dice que no es cierto que el sexo del recién nacido se determinaba según la simiente era concebida a la derecha o a la izquierda del útero.
En cuanto a la anticoncepción es crítico con el uso de los amuletos, comunes en época romana y muy extendidos entre la clase baja, alguno tan curioso como el que se colgaban en el cuello con una determinada especie de araña envuelta en piel de ciervo o los hechos de matriz y cerumen de mula.
La influencia de Sorano fue enorme en los siglos posteriores y su obra traducida a la lengua latina con el fin de formar a las mujeres obstetras.
Para saber más:
Link imagen:
Deja un comentario