Mañana más de 230 millones de estadounidenses decidirán quién ocupara la silla del Despacho Oval en la Casa Blanca durante los próximos cuatro años. Se espera una gran participación, muestra del interés que suscita entre los electores estas elecciones, y ya es el proceso electoral en el que más dinero se ha gastado en la historia, además de convocarse en el momento más álgido en lo que a infecciones de coronavirus se refiere. Queda ya lejana la acertada predicción en un capítulo de Los Simpson en el que Donald Trump accedía a la presidencia, y tras cuatro años en el cargo puede que pase a la historia por ser uno de los más irreverentes. Si es que decir en una entrevista para una televisión en el año 2001 tras los atentados del 11-S que «ahora la Torre Trump es la más alta de Manhattan», no ayuda mucho a caer bien a la opinión pública.

Puede que algunos piensen que el título del post de hoy podría tener alguna relación con Trump, pero no. De él podría decir que es la persona de más edad (70 años) -si no tenemos en cuenta el segundo mandato de Ronald Reagan-, el más rico y el primero que no ha tenido ningún cargo político previamente a acceder al puesto, y aunque no se trata de realizar comparaciones, os explicaré algunas curiosidades «presidenciales»…

George Washington tiene el honor de ser el primero en ocupar el cargo y el único en haber obtenido el 100 % de los votos del Colegio Electoral; Abraham Lincoln, el primer republicano en ser elegido, en 1860, y Grover Cleveland, el único que lo ha sido dos veces no consecutivas (el 22º y 24º presidente de Estados Unidos); Los hay que se mantuvieron más tiempo en el cargo, concretamente cuatro mandatos Franklin D. Roosevelt, la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial influyeron en ello; Ocho presidentes han muerto en el ejercicio de su cargo. La mitad de ellos murieron asesinados, Gerald Ford sobrevivió a dos atentados en el mismo mes, en septiembre de 1975; John F. Kennedy ha sido el presidente electo más joven, con 43 años en el momento de tomar posesión; John McCain y Barack Obama, los dos únicos que nacieron fuera del continente; y William Henry Harrison el presidente que menos tiempo estuvo en el cargo… 32 días.

El infortunio de Harrison

Al noveno presidente de la historia de los Estados Unidos, el general William H. Harrison, le precedía la fama de ser un héroe de guerra en la batalla de Tippecanoe, en la que los estadounidenses derrotaron a los indios. Nació en 1773 en una influyente familia política y agricultora de Virginia, de hecho, su padre fue uno de los firmantes de la Declaración de Independencia. De mediana estatura, ojos vivos y temperamento nervioso, sustituyó en el cargo al impopular demócrata Martin Van Buren (digo lo de impopular porque no reconocía la independencia de Texas respecto a México).

Harrison formaba parte del Partido Whig (una corriente liberal británica) y resultó ser elegido presidente a los 68 años de edad en 1841. En su discurso de investidura del 4 de marzo, en Washington, el frío y la persistente llovizna que caía hizo que se resfriara a pesar de que le recomendaron resguardarse. Sin abrigo, guantes, ni sombrero, consideró que en su vida ya había sobrevivido a muchas calamidades como para que una tenue lluvia interrumpiera su discurso de más de dos horas y 8445 palabras, el más largo en la historia de nación. Esto y el hecho de que las recepciones a las que asistió tras su presentación con la ropa aún mojada hicieron que presentara una grave neumonía, que el 4 de abril de ese año, a las doce y media de la noche, falleció con tan solo treinta y dos días en el cargo.

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