«Cuando regresé a Roma de la Galia y de Hispania, bajo el consulado de Tiberio Nerón y Publio Quintilio, felizmente concluidas las empresas en aquellas provincias, el senado decretó que había que consagrar un ara a la paz augustea en el Campo Marcio (Campo de Marte) y ordenó que en ella los magistrados, los sacerdotes y las vírgenes vestales celebraran cada año un sacrificio”.
Su historia
Con estas palabras el emperador Augusto ordenó construir un “altar a la paz”, conseguida tras muchos años de batallas. El 30 de enero del año 9 a. C. se celebró su inauguración. Tras siglos de abandono el monumento se redujo a ruinas y sus restos se reutilizaron para construir el palacio de Humberto I. Ya en el siglo XX con Mussolini y su política de recuperación del legado romano -y así poder apropiarse de sus símbolos imperiales-, se decidió reconstruir el Ara Pacis junto al Mausoleo de Augusto, inaugurándose el 23 de septiembre de 1938.
Tras la II Guerra Mundial y, debido al deterioro que sufrió a pesar de intentar protegerlo con sacos de gravilla y con la construcción de un muro antiproyectiles, se procede a las primeras intervenciones de restauración aunque no es hasta los años noventa que se hacen patentes los problemas ocasionados por los cambios de temperatura y humedad.
Su significado
La decisión de su construcción se debe al Senado de Roma, en agradecimiento por el regreso del emperador Augusto tras sus victorias -aunque costosas- en las campañas de Hispania y Galia. Así se glorificaba al emperador y la familia Julia.
Presenta dos puertas, la frontal para el sacerdote oficiante, precedida de una escalinata, y otra posterior para los animales (un carnero y dos bueyes) a sacrificar durante la ceremonia que se celebraba anualmente. Combinando elementos griegos y elementos decorativos helenísticos con el realismo y la sobriedad del retrato romano, este monumento representa la cima en el arte de los relieves. En él encontramos representada a toda la familia imperial en procesión y es su colocación en el panel exterior del templo lo que permite conocer la jerarquía política del momento y la línea de sucesión.
Aunque no es tan visitado por los turistas que se acercan a Roma como pueden serlo otros monumentos pienso que el Ara Pacis, por lo que representó y por la belleza arquitectónica del mismo, es una visita obligada.
Web del Museo del Ara Pacis en Roma:
Un video (en inglés):
Para saber más:
Links fotos:
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